La cancillería cubana no confirmó ni desmintió hoy la posibilidad de que el gobierno de este país oficie de mediador para lograr una rápida solución a la toma de la residencia del embajador japonés en Perú con cientos de rehenes.
"Ni lo confirmo ni lo niego", dijo el portavoz de la cancillería Miguel Alfonso, que rehusó condenar el secuestro protagonizado por miembros del Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA).
Alfonso transmitió a la prensa la declaración oficial del gobierno cubano, que se limita a expresar su preocupación por el curso de los acontecimientos y la confianza de que la crisis se solucione lo antes posible.
Fuentes diplomáticas dijeron a IPS que la reacción de La Habana era lógica. Entre los rehenes hay dos cubanos, el embajador Pedro Díaz Arcia y el consejero José Raúl Silva.
Entre 20 y 30 miembros del MRTA, un grupo insurgente definido como procubano, tomaron la noche del martes la residencia del embajador japonés en Lima para demandar la libertad de 458 presos.
Los medios de prensa oficiales mantienen en silencio la presencia de los diplomáticos cubanos entre los secuestrados y evaden cualquier comentario de los hechos más allá de lo netamente noticioso.
Observadores locales contemplaron la hipótesis de una posible mediación del gobierno de Castro desde que el embajador peruano en La Habana, Jaime Sobero Taira, acudiera a una entrevista en la cancillería cubana a sólo unas horas de la toma de la sede diplomática.
Castro medió en junio entre el gobierno colombiano y los miembros del comando Dignidad por Colombia para lograr la liberación del arquitecto Juan Gaviria, hermano del ex presidente de ese país y actual secretario general de la Organización de Estados Americanos César Gaviria.
"Todos los canales están abiertos", afirmó Alfonso y aseguró que entre La Habana y Lima se mantienen los "constantes contactos" usuales en casos como estos y "sólo eso".
"Los silencios tienen un valor", dijo Alfonso ante la insistencia de la prensa extranjera acreditada. La política exterior cubana "no es aventurera ni conservadora" y se motiva por "la razón", agregó. (FIN/IPS/da/dg/ip/96
