La sombra del viejo y poderoso Partido Socialista, que mira con nostalgia a Túnez, donde se encuentra exiliado su antiguo líder, Bettino Craxi, resurgió este domingo en Italia tres años después de su desaparición.
Con sólo 26.000 inscritos, y ningún parlamentario, el ex portavoz de Craxi y ex director del diario socialista 'Avanti', Ugo Intini, tomó el domingo el timón del partido alrededor del cual giró por varios años la política y se formaron los gobiernos en los años 70 y 80.
En el momento de la explosión que llevó a su desaparición, el Partido Socialista Italiano (PSI) tenía casi 14 por ciento de los votos.
En las últimas elecciones parlamentarias en que participó, en abril de 1992, obtuvo 13,6 por ciento, y una representación de 92 diputados de un total de 630, y 49 senadores en 315.
Intini, secretario de la nueva organización política, es uno de los pocos dirigentes del PSI que se salvó del huracán desatado por los fiscales de Milán, que dieron vida a la investigación sobre la corrupción política denominada Manos Limpias.
En una entrevista de prensa publicada este lunes, Intini dijo que se propone alcanzar el cuatro por ciento de los votos.
A diferencia del acto durante el cual se formalizó la reconstitución de la juventud socialista, celebrado en Roma el 23 de noviembre, Craxi, ex jefe del gobierno entre 1983 y 1987, no mandó su saludo.
Craxi era contrario a la refundación de su partido, seguramente porque de esta manera perderá, al menos directa y oficialmente, el control de las huestes socialistas que seguía dirigiendo desde Túnez.
Uno de los hombres más cercanos a Craxi, el líder de la juventud socialista, Luca Josi, acusó a Intini de no haber estado muy cerca del líder, quien, además de exiliado, sufre de diabetes, que le provocó una gangrena en una pierna.
Los médicos lo sometieron a tres intervenciones quirúrgicas para poder salvarle la pierna, a inicios de este año.
Tras recordarle a Intini que durante 15 años fue una sombra de Craxi, dijo: "si es verdad que Bettino, como algunos han dicho, es ya un fantasma, quisiera recordarle que los fantasmas no tienen sombra".
Intini dijo a la prensa que el nuevo partido desea ser una continuidad histórica del PSI, y por lo tanto también de Craxi, pero "queremos hacer el partido de los socialistas, y no el partido de Craxi".
El nuevo partido se llamará sólo Partido Socialista, y usará la sigla PS, pues no puede usar el viejo nombre del PSI porque ha sido registrado por un grupo de antiguos dirigentes, cuyos nombres se desconocen, en cuyas manos estaría el llamado "tesoro de Craxi".
Craxi huyó a Hammet, Túnez, hace tres años, tras haber sido acusado de haber recibido millonarias comisiones ilegales.
El ex líder socialista ha sido condenado a cinco años y medio de cárcel, en una sentencia definitiva, mientras se encuentran en curso varios otros procesos por los cuales arriesga otros 20 años de condena.
En el congreso de fundación del PS reaparecieron públicamente dirigentes políticos ligados a Craxi que tuvieron un gran poder y que hasta ahora se encontraban alejados de la actividad pública.
Entre otros, el ex canciller Gianni De Michelis, la ex ministra Margarita Boniver y el ex presidente de la RAI, la cadena estatal de radio y televisión, Enrico Manca.
No participaron, porque están tratando de crear otros grupos políticos, el ex "delfín" de Craxi, Cludio Martelli, y su ex consejero, Giuliano Amato.
Amato fue el ultimo socialista que dirigió un gobierno en Italia, en 1992. Fue propuesto por Craxi, cuando se hizo imposible que lo encabezara él mimso, tras el comienzo de las denuncias de corrupción en su contra.
El nuevo partido socialista se presenta como una fuerza de oposición respecto del primer gobierno de centroizquierda en la historia de Italia, encabezado por el economista independiente Romano Prodi.
Tras la muerte del PSI y de la Democracia Cristiana, con la cual había gobernado a Italia a partir de 1964, se abrió una fase política nueva en Italia que concluyó con la formación del gobierno de centroizquierda, en mayo pasado.
En el documento aprobado en el congreso, celebrado en Roma el sábado y domingo, se plantea como primer objetivo la reconstitución del Partido Socialista como fuerza autónoma del gobierno y como "antítesis política" de la coalición de centro derecha.
Anuncia en el segundo punto el inicio de una reflexión crítica sobre los errores políticos y los objetivos no alcanzados en el pasado.
Denuncia un ataque excesivo contra el PSI y pide la constitución de una comisión de investigación parlamentaria sobre Manos Limpias.
El tercer punto importante, del total de siete, es su aspiración de volver a la Internacional Socialista.
Las críticas principales fueron contra los pos comunistas del Partido Democrático de Izquierda (PDS), principal fuerza de la actual coalición de gobierno. (FIN/IPS/jp/jc/ip/96