El comandante de la guerrilla guatemalteca Pablo Monsanto dijo hoy que la paz en su país es un proceso que nacerá el 29 de diciembre, pero que su desarrollo requerirá aún más atención que las negociaciones en curso.
Monsanto encabeza la delegación de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG) que este jueves firmará en la capital española un tercer acuerdo con el gobierno de su país.
Ese acuerdo sigue a otros dos parciales suscriptos el 5 y el 8 de este mes, en Oslo y Estocolmo respectivamente y precede al final, previsto para el 29 en la ciudad de Guatemala.
El documento que suscribirán el jueves y cuyo contenido negocian ambas partes en Madrid, se refiere a las condiciones y procedimientos que se seguirán para la reinserción de los miembros de la URNG en la sociedad civil.
"De este acuerdo, del texto final al que lleguemos en las horas que faltan para la firma y de como sea aplicado, dependerá la futura estabilidad de Guatemala", afirmó Monsanto en declaraciones a IPS.
Es importante, puntualizó, que las medidas para la reinserción económica, política y social sean acogidas y tengan el apoyo suficiente del gobierno y de la comunidad internacional, para evitar que puedan surgir grupos que manifiesten su descontento.
El gobierno y la comunidad internacional, prosiguió, deben tener presente que la paz es un proceso que se iniciará el 29 y que sería un error considerar que con la firma del tratado ya estará todo concluido.
Dijo también que confía en la buena disposición del gobierno presidido por Alvaro Arzú para entenderlo de esa manera.
El 29 lo que se verificará, señaló, "es el silencio de las armas" y a partir de allí se comenzará a construir la paz.
Esta incluye la reinserción, pero como parte de un proceso que se deberá asentar en la vigencia plena de los derechos humanos y de las libertades fundamentales, en el desarrollo económico y social y en la equidad para todos los ciudadanos, concluyó el dirigente de la URNG.
Monsanto es el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), la organización que inició la guerrilla el 3 de noviembre de 1960, cuando se alzaron en armas dos tenientes del Ejército, Turcios Lima y Yon Sosa, al mando de un grupo de soldados.
Las FAR integran la URNG junto con el Ejército Revolucionario de los Pobres (ERP), la Organización del Pueblo en Armas (ORPA) y el Partido Guatemalteco del Trabajo (PGT, comunista).
La URNG ha elaborado una lista de 3.095 combatientes que entregarán sus armas y se reintegrarán a la vida civil en un proceso que se iniciará después del 29 de diciembre.
A esos combatientes se deberá añadir un número aún indeterminado de colaboradores que apoyaron a la URNG desde la clandestinidad y que podrían sumar un número similar, según fuentes de la guerrilla.
Entre las medidas para facilitar la reinserción se cuenta la financiación de viviendas, así como puestos de trabajo y de estudio para los ex combatientes de la guerrilla.
La financiación está prevista con fondos de la cooperación internacional. La primera contribución, por 240 millones de dólares, ya fue concretada por la Unión Europea (UE), tras una reunión de miembros del gobierno y de la guerrilla con el español Manuel Marín, vicepresidente de la UE.
Los fondos serán administrados por una comisión bipartita, constituida por representantes del gobierno y de la URNG, organización que se constituirá en partido político después de la firma del acuerdo de paz definitivo.
Del total de los fondos sólo 105 millones de dólares serían aplicados para la reinserción de los miembros de la URNG. El resto se destinará para financiar programas de desarrollo en las zonas afectadas por la guerra civil.
Una encuesta realizada por la URNG entre sus miembros indica que la mayoría de éstos se pronunciaron en favor de estudiar, para desarrollar sus aptitudes laborales, y de participar activamente en la vida política normal.
Entre quienes optaron por dedicarse al trabajo en el campo, la mayoría manifestó su deseo de hacerlo en forma cooperativa y no individualmente. (FIN/IPS/af/jc/ip-hd/96
