Enclavada en las montañas de la región norteña portuguesa de Alto Minho, los escasos habitantes de la pequeña aldea de Castro Laboreiro jamás vieron su vida tan agitada como en los días en que el hoy fallecido actor Marcello Mastroianni llegó a esos parajes para filmar una película.
Sin aviso previo, sus estrechas callejuelas, muchas de ellas aún sin asfaltar, fueron invadidas en septiembre y octubre pasados por un cortejo de automóviles, camionetas y camiones, transportando sofisticados equipos de filmación.
Encabezaban la "invasión" de la pacata aldea dos celebridades de la cinematografía mundial: el actor italiano Marcello Mastroianni y el realizador portugués Manoel de Oliveira, desconocido en los grandes circuitos comerciales pero que a nivel del cine "de calidad" es una de las figuras más aplaudidas y premiadas.
Se trataba de completar "Viaje al principio del mundo", un filme autobiográfico de De Oliveira, género en el cual Mastroiani había acumulado una suculenta experiencia con sus varias participaciones en películas sobre capítulos de la vida del ya desaparecido maestro Federico Fellini.
El consagrado italiano no escondía por entonces su admiración por el director portugués de 88 años, que compartió con Fellini los más altos galardones de los festivales de Cannes y de Venecia.
"Manoel de Oliveira es un monumento, un hombre extraordinario y constituye un privilegio trabajar con él", fue la explicación que dio Mastroianni a su presencia en Portugal a un reducido grupo de periodistas del que IPS hacía parte.
Este país le era ya familiar, porque también su anterior filme, "Afirma Pereira", había sido realizado aquí en 1995 y no le faltaron visitas de carácter particular.
"Además de la belleza de Portugal, adoro a su gente y su gastronomía, en especial el bacalao, el cabrito asado, el melón, y todo en dosis tan generosas", reconoció con un evidente buen humor destinado a no esconder su debilidad por la buena mesa.
Respecto a la película Mastroianni admitió que estaba creando un personaje autobiográfico con el cual se identificaba plenamente.
"Puede decirse que yo soy el señor Marcello de Oliveira, un hombre que realiza un viaje nostálgico por un mundo que era suyo cuando joven", dijo en ese mes de octubre.
Su relación con el director lusitano era de poca data, durante su estadía en Lisboa el año pasado, cuando filmaba "Afirma Pereira", coincidiendo con la actriz francesa (y su ex pareja) Catherine Deneuve, que trabajaba con De Oliveira en "El Convento".
Se conocieron durante un almuerzo ofrecido a los dos artistas extranjeros por el entonces presidente portugués Mario Soares (1985-1995). "Desde entonces admiro la vivacidad, inteligencia, sentido del humor y la gentileza de Manoel de Oliveira", precisó Mastroianni.
De Oliveira "es fuerte, lúcido, vivo y delicado con los actores, transmitiéndoles un aire fresco del que ya no me acordaba", añadió con especial énfasis.
A los 72 años, el actor italiano se reconocía admirador "de la inmensa energía" del director portugués -que se consagró internacionalmente ya septuagenario-, lo que le ayudó a sacar de su cabeza toda idea de conformismo con el cansancio de la edad.
Luego de finalizar "Viaje al principio del mundo", Mastroianni regresó a Italia para cumplir con su agenda, que contemplaba actuar en teatro y filmar con Ettore Scola, director, entre otras películas, de las célebres "Feos, sucios y malos", con Nino Manfredi, y "La familia", con Vittorio Gassman.
Al despedirse de los periodistas, Mastroianni lo hizo con una nota de optimismo, subrayando que pese a la edad tenía "aún 50 películas que filmar" y que sólo dejaría de trabajar cuando ya ningún director lo llamara, "porque la profesión de actor es un privilegio" del que no quería "dejar de gozar".
Mastroianni murió en la madrugada de este jueves en París de un cáncer de páncreas, sin haber podido filmar ni una más de esas "50 películas". (FIN/IPS/mdq/dg/cr/96
