TURQUIA: Amnistía lanza campaña por los derechos humanos

La organización Amnistía Internacional lanzó hoy una campaña mundial para detener las violaciones a los derechos humanos en Turquía, conjuntamente con el informe "Turquía: Sin derechos humanos no hay seguridad".

"Los sucesivos gobiernos turcos han incumplido las obligaciones que asumieron libremente en convenciones internacionales", afirmó Pierre Sane, secretario general de Amnistía, durante una conferencia de prensa realizada este martes en Estambul.

Agregó que Turquía se beneficia de la "falta de control, crítica y sanciones" de la comunidad internacional "debido a su posición estratégica de guardia fronterizo para el mundo occidental y a su importancia comercial y económica".

Organismos internacionales como el Consejo de Europa, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa y la propia Organización de las Naciones Unidas permanecen pasivos aunque saben lo mismo que Amnistía "sobre tortura, asesinatos y desapariciones" en Turquía, acusó Sane.

Por otra parte, la canciller turca Tansu Ciller negó las acusaciones tras la conferencia. "Como siempre, el nuevo informe es totalmente parcial y no considera las mejoras logradas por el gobierno turco en la situación de los derechos humanos", observó.

Ciller acusó a Amnistía de apoyar al Partido Kurdo de los Trabajadores (PKK), el movimiento guerrillero que desde 1984 mantiene una sangrienta lucha contra las fuerzas de seguridad nacionales por la autonomía del pueblo kurdo en el sudeste del país.

Así mismo, condenó el informe por no denunciar al PKK como una "organización terrorista", lo cual, a su entender, daña "la confiabilidad y la reputación" de Amnistía y deja en claro su propósito de presentar a los guerrilleros kurdos como combatientes de una guerra convencional.

Sin embargo, el informe de Amnistía no escatima críticas para el PKK, destacando que cometió al menos 400 "asesinatos deliberados y arbitrarios de prisioneros y civiles" entre 1993 y 1995.

El Partido-Frente Popular Revolucionario de Liberación de Turquía, una agrupación clandestina y de izquierda, también fue acusado de ejecutar civiles en forma extrajudicial.

El informe documenta el aumento de las violaciones a los derechos humanos en Turquía durante la década de 1990 y exige a la vez reformas legales, acción del gobierno turco y acción internacional.

Los años 90 han visto "una constante erosión de los derechos humanos en Turquía", mientras el gobierno ha intentado excusar, ignorar o aun encubrir abusos como tortura, asesinatos políticos o "desapariciones" en nombre de la seguridad nacional, dice el informe.

Según Amnistía, sólo en 1995 hubo 35 desapariciones, 15 denuncias de muertes bajo custodia a consecuencia de la tortura y más de 80 homicidios políticos. Esto sería sólo la punta de un iceberg desde que Ankara redobló sus operaciones contrarrevolucionarias, a mediados de los años 80.

Aunque se registró una reducción en el número de personas encarceladas por motivos políticos, las desapariciones, "una práctica importada de las dictaduras sudamericanas", están en aumento, señaló Sane.

"Este es el momento de dejar de confundir los intereses de la seguridad nacional con los intereses de las fuerzas de seguridad. Ya es suficiente", instó Sane.

Mientras, Arie Zwanenburg, oficial holandés de policía y miembro del Grupo de Policía de Amnistía, relacionó la tortura en Turquía con la necesidad de las fuerzas de seguridad de obtener una confesión, en lugar de poder reunir pruebas para presentarlas ante un tribunal que las corrobore.

Las violaciones se extienden por todo el país y a menudo tienen poca o ninguna relación con los acontecimientos del sudeste, dijo a IPS Zwanenburg, presente en el encuentro de Estambul.

Amnistía resaltó que Turquía cuenta con los mecanismos legales necesarios para cambiar la situación y proteger los derechos humanos.

"Deseamos recordar a la comunidad internacional y a aquellos países que mantienen relaciones especiales con Turquía su obligación de llamar al gobierno turco a cuentas si se rehúsa a cooperar con organizaciones internacionales de derechos humanos", dijo Sane a los periodistas.

También exhortó a aquellos países que venden armas y equipos militares a Turquía a asegurarse de que éstos no sean utilizados para cometer violaciones a los derechos humanos.

Amnistía no reclama sanciones económicas sino presión sobre Turquía, para obligarla a cumplir con las responsabilidades asumidas en convenciones internacionales, puntualizó su secretario general.

El grupo recomendó a Turquía la realización de investigaciones profundas e imparciales sobre todos los casos de desapariciones, la liberación inmediata e incondicional de todos los prisioneros de conciencia y la reducción del período máximo de detención sin acusación (actualmente de 30 días).

Además, sugirió recordar a los jueces que la condena a prisión por la manifestación de opiniones en forma pacífica infringe los tratados internacionales firmados por Turquía.

Sane aclaró que la campaña de Amnistía no es contra Turquía, sino "por Turquía, cuyo pueblo es admirado y respetado por su amabilidad y hospitalidad con los visitantes". (FIN/IPS/tra-en/nm/rj/ml/hd/96

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