La pobreza afecta a 40 por ciento de la población mundial y si bien se concentra especialmente en el Sur en desarrollo, también está presente en el Norte industrializado, destacó hoy el Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola (FIDA).
Mientras, la cantidad de personas que viven en pobreza absoluta aumentó al doble en los últimos 15 años, según el informe del FIDA, expuesto en Roma en el Día Internacional de Lucha contra la Pobreza.
La pobreza crece en el Norte, donde ya afecta a 10 por ciento de la población, y ese hecho provoca la disminución de la ayuda al Sur, advirtieron participantes en la reunión organizada por el FIDA.
La cobertura social lograda resta dramatismo a la pobreza en el Norte, en la comparación con el impacto observado en el Sur, aunque incluso en Estados Unidos, los niños pobres están mucho más expuestos que los ricos a las enfermedades infecciosas y a la violencia.
El presidente del FIDA, Fawzi Al Sultán, subrayó que el verdadero problema reside en la creciente disparidad económica en un mundo que se parece siempre más a "una aldea global" porque también la pobreza del Sur afecta al Norte a través de la emigración.
Al Sultán indicó que "150 millones de personas, según estimaciones de 1992, residen fuera de su país de origen, obligadas a menudo a cumplir los trabajos más duros y peor retribuidos y a vivir en condiciones humillantes".
Agregó que más de un millón de personas emigran todos los años y otros tanto buscan asilo.
Así mismo, señaló la profundización del abismo que separa el Norte del Sur. En 1960, el 20 por ciento más rico de la población mundial tenía un ingreso 30 veces superior al 20 por ciento más pobre, y en 1990, la diferencia aumentó a 150.
Las emigraciones constituyen sólo una cara de la moneda, y la otra parte refleja una amenaza aún más grave: el deterioro del ambiente y de los recursos naturales del planeta.
La degradación del suelo provoca la desertización, que avanza no sólo en Asia, Africa y América Latina, sino también en países industrializados, como Estados Unidos, España, Italia y Grecia, dijo Al Sultán.
Más de 40 por ciento de la superficie del planeta está constituida por tierras áridas y más de 1.000 millones de personas viven en zonas áridas, semiáridas y subhúmedas degradadas o en riesgo de desertización.
Según el presidente del FIDA, se calcula en 42.000 millones de dólares la pérdida anual causada por la desertización en términos de reducción del ingreso global. Los perjuicios se distribuyen entre 12.000 millones de dólares en el Norte y 30.000 en el Sur, con un alto porcentaje correspondiente a Asia y Africa.
Cerca de tres millones de toneladas de cereales, evaluadas en 700 millones de dólares y suficientes para alimentar a 25 millones de personas se perdieron en Africa subsahariana entre 1991 y 1992 a causa de la sequía y del avance del desierto.
La supervivencia de 200 millones de personas en el Sahel y en el cuerno de Africa depende del esfuerzo para detener la degradación del suelo y la desertización.
La conferencia de este jueves forma parte de los actos realizados para advertir a los estados, la clase política y la opinión publica internacional que la eliminación de la pobreza es un objetivo fundamental para reforzar la paz y el desarrollo sostenible.
La Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) proclamó el 1996 Año Internacional para la Erradicación de la Pobreza .
El Secretario General de la ONU, Boutros Boutros-Ghali, envió un mensaje a la conferencia de Roma para destacar que cerca de 1.000 millones de personas viven en absoluta pobreza y 800 millones, entre los que se cuentan 200 millones de niños, sufren desnutrición crónica.
Boutro-Ghali sostuvo que la erradicación de la pobreza exige una constructiva y concertada acción internacional, pues los países afectados no pueden resolver por sí solos sus problemas. (FIN/IPS/jp/ff/pr/96)
