El gobierno y los empresarios de México advirtieron que no aceptarán suscribir un acuerdo de asociación global con la Unión Europea (UE) si la contraparte insiste en iniciar las negociaciones abordando temas de carácter político.
Para México la prioridad es la liberación comercial y hacia allá dirigirá todo su esfuerzo, señalaron portavoces de los sectores público y privado, tras reconocer el fracaso de la primera ronda de diálogos celebrada el martes en Bruselas.
El país latinoamericano, cuyo comercio con los 15 socios de la UE representa menos de 10 por ciento del total, desea negociar al mismo tiempo temas de comercio, cooperación y política.
Los europeos, en cambio, piden tratar primero los acuerdos políticos, por los que México se comprometería a respetar los derechos humanos y promover la democracia, y luego concertar la eliminación de barreras comerciales.
"La parte comercial debe ser el pilar de la negociación, tiene que abordarse a la misma velocidad que otros asuntos", dijo Fernando de Mateo, director de la Secretaría de Comercio para Europa.
Luego de más de un año de contactos, que incluyeron viajes del presidente Ernesto Zedillo a varios países de Europa, y visitas a México de los jefes de gobierno de España, José María Aznar, y de Alemania, Helmut Kohl, las negociaciones para la firma de un acuerdo global con la UE arrancaron sin éxito esta semana.
Aunque la ronda de diálogos estaba pautada para dos días, en menos de cinco horas las partes abandonaron el lugar de la cita sin concertar ni siquiera la fecha de un nuevo encuentro, indicaron fuentes de la Secretaría de Comercio de México.
Mientras los europeos reflexionan, México debe ampliar sus relaciones con otros países y afinar las negociaciones comerciales en marcha, como las que se mantienen con Ecuador y Perú, recomendó Rodolfo Cruz, asesor empresarial en materia de comercio exterior.
"Si los europeos insisten en negociar primero el rubro político México debería optar por posponer ese acuerdo, lo que no tendría afortunadamente ningún efecto en la economía nacional", dijo Cruz a IPS y aseguró que el gobierno de Zedillo no tiene por qué aceptar presiones de la UE.
El comercio total entre la UE y México sufrió en el período 1994-1995 una contracción de casi 15 por ciento, mientras que el intercambio del país latinoamericano con sus socios del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC) -Estados Unidos y Canadá-, repuntó 13 y ocho por ciento, respectivamente.
En 1995, la UE y México registraron un comercio global de 10.099 millones de dólares, de los cuales 6.724 millones fueron importaciones mexicanas.
El analista financiero Enrique Quintana sostiene que el interés por firmar un acuerdo con la UE contrasta con la capacidad exportadora de México y su concentración geográfica.
Alrededor de 90 por ciento de las ventas externas mexicanas las realizan dos por ciento del total de empresas existentes en el país. El año pasado 85,9 por ciento de sus exportaciones se dirigieron a Estados Unidos y Canadá, y 76,2 por ciento de las importaciones provinieron de esos países.
El interés en lograr un acuerdo global con la UE consiste precisamente en diversificar la capacidad exportadora de México, indicó la Secretaría de Comercio.
Según estudios de la Comisión Europea, México vende a la UE especialmente aceites de petróleo, motores, cobre sin refinar y componentes de computadoras, mientras que importa partes de automóviles, leche en polvo y productos laminados.
El jefe del gobierno alemán advirtió en su última visita a México, realizada en septiembre, que la firma de un acuerdo entre el país latinoamericano y la UE tomará aún mucho tiempo.
Alemania y otros países de la UE temen que con el acuerdo global Estados Unidos pueda afectar, en su calidad del socio de México en el TLC, la política agraria europea, sector en el que Kohl reconoció que existen serios problemas.
El acuerdo que aspiran firmar México y la UE sustituiría a otro suscrito en 1991 que alienta el comercio y la cooperación en áreas de desarrollo tecnológico, telecomunicaciones, lucha contra el narcotráfico, educación, salud y turismo.
La UE es el segundo socio de México en materia de inversión extranjera, con 3.215 millones de dólares acumulados entre 1994 y 1995, según cifras oficiales. (FIN/IPS/dc/ag/ip-if/96
