Como los abogados de cualquier parte del mundo, aquellos en Malasia están contentos de ganarse la vida con las rencillas de la sociedad porque en la medida que la economía nacional se expande, tambien mejoran los negocios.
Sin embargo, una reciente propuesta gubernamental de incluir asesores legales y académicos no profesionales en el foro malayo ha puesto en pie de guerra a los abogados, que se oponen a lo que califican un intento de obstaculizar su independencia.
En un raro despliegue de fuerza, cerca de 2.000 abogados realizaron una demostración para oponerse a la propuesta del Fiscal General, Mohtar Abdullah, de innovar su institución, y afirmaron que la eventual medida atenta contra la democracia.
Mohtar ya habia dicho en julio pasado que "el foro (de abogados) se manifiesta generalmente como si fuera una asociación legal privada, una ONG, o un partido politico opositor… y no comprendió los delicados temas que afronta el gobierno".
Percibiendo una amenaza inminente a su independencia, el consejo directivo del Colegio de Abogados convocó una reunión extraordinaria para realizar una demostración de fuerza. La iniciativa no estuvo libre de riesgo porque pudo fracasar en lograr el quorum del 20 por ciento de sus 6.400 miembros.
Plenarias anteriores no fueron alentadoras. La única vez que los abogados se rebelaron masivamente fue en el turbulento 1988, cuando los miembros del foro votaron una moción de censura contra sus dirigentes por la controvertida suspensión de uno de sus miembros.
Esta vez se presentaron 1.887 abogados, una cantidad superior a los 1.296 requeridos. "Todo fue normal y los abogados aprobaron la resolución", declaró el titular del Colegio, Raja Aziz Addruse.
Por una abrumadora mayoría de 1883 votos a favor y tres en contra, los abogados aprobaron dos resoluciones: subrayar la importancia de un foro independiente, y oponerse a cualquier tentativa para debilitarlo.
Hendon Mohamed hendon, titular del consejo de abogados, declaró que "no podemos correr ningún albur. Queremos los puntos de vista del Colegio y la opinión de sus miembros".
El orígen de la controversia fue la ominosa advertencia de Mohtar que "si el consejo (de Abogados) no toma medicamentos para curarse, entonces deberá someterse a cirugía para tratar su maligna enfermedad, una medida que es ahora inminente e inevitable".
No es difícil comprender porqué las autoridades tomaron de blanco el Colegio de Abogados. La entidad señala frecuentemente anomalías en el sistema judicial malayo y critica leyes e incluso violaciones de derechos humanos.
El propio Mohtar ha sido severamente criticado por su manejo de varios casos fuertemente cargados de connotaciones políticas.
Las posiciones de los abogados han coincidido frecuentemente con aquellas de las organizaciones no gubernamentales (ONG), y hasta de partidos opositores. El nudo de la cuestión es que resulta difícil no tener en cuenta el punto de vista de 6.500 profesionales de clase media versados en temas legales, y políticamente motivados.
Hendon respondió a la propuesta de Mohtar con una dura carta afirmando que el Colegio de Abogados debe continuar siendo una ONG.
El Colegio de Abogados adoptó un papel activo en favor de mayores libertades políticas, y sus partidarios dicen que su rol se ha hecho más crucial porque la prensa local se encuentra censurada estrechamente por el gobierno.
"Solo podemos evolucionar en una sociedad civil que es crítica y constructiva cuando se nos permite el espacio para el surgimiento de esa sociedad", declaró P. Ramakrishnan, titular del grupo de reformas sociales Aliran. "Desafortunadamente, vapuleamos a cualquiera que nos critica y se usa la legislatura para acallar cualquier expresión democrática".
En una transmisión televisada, tras la reunión del foro de abogados, Mohtar pareció retractarse. "Fue meramente una propuesta para enmendar la LPC (Ley de Profesiones Civiles de 1976). Yo expuse la idea para que fuera discutida".
El Colegio es conciente que el gobierno puede ir adelante y enmendar la ley si lo desea, no obstante la oposición, admitió Hendon. "Aceptamos que las autoridades pueden hacer lo que quieren, pero la nuestra tambien es una posición firme", dijo, refiriéndose al unánime rechazo del foro a cualquier enmienda.
"Los abogados pretenden que nada sea aprobado sin una manifestación de lucha. La posición adoptada significa mucho para nosotros y el mundo debe tomar nota de nuestra fuerza y conciencia democrática", expresó. (FIN/IPS/tra-en/ann/kd/ego/ip).
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