Medicinas, alimentos, ropa, materiales de construcción para los más de 200.000 damnificados del huracán Lili comenzaron a llegar a Cuba esta semana, incluso desde Estados Unidos.
México, en una muestra de los estrechos vínculos entre los dos países, se convirtió en el primer donante y trasladó a la isla del Caribe 14 toneladas de alimentos, 32,2 de medicamentos y 10.000 tejas asfálticas.
La carga, que llegó en cinco vuelos de la Fuerza Aérea Mexicana, incluyó leche en polvo, aceite vegetal, harina, arroz, atún, antibióticos, sueros antiparasitarios, analgésicos, sales de rehidratación oral, vacunas y material sanitario.
España anunció una ayuda por 200.000 millones de dólares, Japón enviará alimentos, generadores eléctricos, instrumental médico, jabón y detergente por un valor de 100.000 dólares y la Unión Europea destinará una ayuda especial para Cuba de 720.000 dólares.
Sólo algunos sectores del exilio cubano en Miami, acostumbrados a politizar todo lo que tenga que ver con la isla, convirtieron en polémica pública el tema de la ayuda humanitaria a La Habana.
Pero el control estatal sobre los medios de comunicación en la isla evitó que la mayoría de los cubanos se enteraran de los detalles y para ellos la noticia se reducirá al arribo este sábado del donativo más importante llegado desde Estados Unidos en décadas.
Esta será la segunda excepción a la regla después de las sanciones aplicadas por el presidente Bill Clinton en respuesta al derribo por la Fuerza Aérea cubana de dos avionetas civiles con matrícula estadounidense, el 24 de febrero.
Los únicos vuelos directos autorizados hasta ahora entre Estados Unidos y Cuba, después de la "crisis de las avionetas", respondieron a una solicitud de la isla para transportar a los atletas cubanos que participaron en las olimpiadas de Atlanta
El donativo, recogido por la organización Catholic Relief Service en varias ciudades de ese país, está evaluado en unos 140 millones de dólares y probablemente no podrá ser trasladado en un solo vuelo, según el diario de la ciudad estadounidense de Miami, El Nuevo Herald.
"Cualquier ayuda a las víctimas del huracán Lili deberá tramitarse por los canales oficiales", dijo José Cabañas, director para los asuntos de cubanos residentes en el exterior de la cancillería.
Ante eventuales envíos de asistencia humanitaria de sectores del exilio cubano, el funcionario aseguró que su gobierno sabe muy bien quiénes quieren ayudar a sus familiares y quiénes intentan manipular la ayuda políticamente.
"Nosotros no nos vamos a prestar a esa manipulación, ni se va a aceptar algo de gente que ha estado a favor de la ley Helms- Burton para asfixiar a Cuba y que pretenden aparecer ahora como almas caritativas que desean ayudar", dijo Cabañas.
Estar a favor o en contra del bloqueo económico estadounidense es para las autoridades un punto de referencia fundamental a la hora de determinar las posiciones hacia Cuba de una persona o país cualquiera.
entró en una supuesta falta de capacidad de la organización religiosa Caritas Cuba para encaminar las ayudas en el país caribeño por depender de la coordinación con el gobierno cubano.
Para Rolando Suárez, director de la organización religiosa Caritas, "sólo el gobierno tiene una visión general del desastre".
En los últimos cinco años esa entidad distribuyó a los habitantes de la isla ayuda por 20 millones de dólares.
"Aquí no se ha perdido nunca ni un gramo de nada, ni un centavo de esos donativos, ni nada se ha destinado jamás para lo que no se dio", dijo el vicepresidente Carlos Lage, garantizando que los donativos se entregarían gratuitamente a la población afectada.
Lage aseguró que La Habana aprecia la diposición a cooperar por parte de otros gobiernos y de Naciones Unidas pero que los principales esfuerzos para contrarrestar los daños provocados por el huracán tendrá que hacerlo el gobierno cubano.
En fase de recuperación tras cinco años de crisis, la economía local enfrenta ahora el triste panorama de más de 5.000 casas destruidas, 78.855 afectadas parcialmente, campos enteros de plátano perdidos, y plantaciones de caña, arroz, café, cítricos de las que no se sabe cuánto será salvable. (FIN/IPS/da/dg/pr-ip/96
