Una organización de campesinas alemanas viene desde hace más de 15 años colaborando en la financiación de proyectos para ayudar a mujeres de países del Sur.
La Organización de Mujeres Campesinas Alemanas (DLV) comenzó con Colombia su cooperación económica con los países en vías de desarrollo.
Todo comenzó en 1980, cuando esta organización participó del XVI Congreso Mundial de Organizaciones de Mujeres Campesinas en Hamburgo, Alemania. En la ocasión, mujeres de todo el mundo dieron a conocer sus experiencias.
Este encuentro impactó muchísimo e impulsó la idea de cooperar y apoyar proyectos en el Sur. Julianne Freiin Heereman, gerente general de la DLV y miembro de la junta directiva de Ayuda Alemana en Contra del Hambre en el Mundo (WHH), presentó la iniciativa de la DLV ante esta organización de beneficencia.
En septiembre viajó junto a representantes de la WHH para inspeccionar los avances en la ayuda otorgada. Este proyecto tenía como objetivo apoyar la labor de los Hogares Juveniles Campesinos en Colombia.
Se quería lograr el restablecimiento del ámbito productivo agrario en 15 centros de capacitación de las regiones de Antioquía, Caldas, Cauca, Chocó, Valle del Cauca y Arauca.
Estos hogares entregan educación a muchos niños campesinos.
El proyecto buscaba alcanzar dos objetivos: primero, posibilitar la educación en regiones aisladas, subrayando la capacitación práctica, y segundo entregar modelos para mejorar la calidad de los suelos, el cultivo y la alimentación en las fincas, acorde con el medio ambiente.
Este proyecto fue financiado durante tres años después de los cuales los hogares debían sustentarse solos. Luego se buscó un nuevo proyecto, y se eligió la República Dominicana.
En esta isla caribeña la acción benéfica estaba bajo el eslogan de 'mujeres del campo ayudan a mujeres del campo'. A las dominicanas se les ofrecía capacitación en el cultivo y en la explotación y la cría de ganado menor.
Con estos conocimientos las mujeres pueden aportar al presupuesto familiar.
Las socias mismas deciden cuál es el próximo proyecto que se apoyará. La WHH propone proyectos interesantes, donde la DLV pueda cooperar, y por último la junta directiva de la DLV decide cuál proyecto se apoyará.
La ayuda que proporciona es meramente financiera. Para ello organiza sorteos o actos de beneficencia, y el dinero recolectado es destinado a estos proyectos.
Durante la conferencia de las organizaciones de mujeres del campo celebrada en Bruselas se discutió acerca de la situación de la campesina en Europa.
Se llegó a cuestionar la importancia actual de la actividad agrícola. Además se analizó su situación actual, si continúa viviendo en el campo y realizando labores campestres o si ha tenido que salir a buscar nuevas formas de obtener ingresos.
"La verdad es que hoy las campesinas están en grandes dificultades, las granjas no logran producir lo suficiente, deben buscar nuevos trabajos", comentó Andrea Schulze, portavoz de la DLV.
Durante la conferencia en Bruselas se habló del ecoturismo, además de la producción de cerámica y artesanía.
Otra posibilidad la brinda el cultivo de productos ecológicos. Aún así, en Holanda se adoptó la política de reducir la producción de leche, ya que las cuotas lácteas de la Unión Europea obligan a la disminución.
Otro tema abordado en Holanda fue el seguro social. "Recién hace un año y medio logramos que se aprobara la jubilación para las campesinas y que el seguro social cubra también casos de enfermedad y de invalidez por accidente", explicó Schulze.
Existe la tendencia de emigrar hacia las ciudades en busca de nuevos trabajos, con ello, las ocupaciones en las zonas rurales van desapareciendo.
Es por ello, que la labor que realizamos en capacitar a estas mujeres para ingresar a nuevos mundos laborales, es de suma importancia", destacó la portavoz.
Los comienzos de la DLV datan del siglo pasado, en que Elisabet Boehm de Prusia fundó la Asociación de Amas de Casa Agrícolas el 2 de abril de 1898. Con esta organización, Boehm quería fomentar la producción y venta de los artículos femeninos.
Ahora han vuelto a sus pasos. En Wittlich, en Renania Palatinado, a unos 30 kilómetros de la frontera con Luxemburgo, se abrirá en octubre una tienda donde las campesinas podrán vender sus productos. (FIN/IPS/mr/jc/dv/96