Alemania, Gran Bretaña y Sudáfrica no cumplen debidamente con las convenciones internacionales en materia de refugio, especialmente al no dispensar a los niños refugiados el tratamiento apropiado, según un informe especializado al que tuvo acceso IPS.
El documento será incorporado a un próximo estudio de la Organización de las Naciones Unidas sobre el impacto de los conflictos armados en la infancia.
El informe fue redactado por ocho expertos de Hamburgo, Londres y Ciudad del Cabo, según informó Rudi Tarneden, portavoz del Comité Alemán para UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia), que patrocinó el estudio.
El trabajo fue coordinado por Hubertus Adam y Joachim Walter, del Departamento de Psiquiatría Infantil y Adolescente de la Clínica Universitaria de Hamburgo.
Ambos expertos cuidan a niños refugiados en Hamburgo, una ciudad de 1,7 millones de habitantes que aloja más de 10.000 personas en busca de asilo, entre las que se cuentan cerca de 3.000 niños no acompañados.
"Estos niños buscan refugio por haber sido víctimas de actos de asesinato, tortura, violación o reclutamiento forzoso en medio de situaciones de violencia organizada o conflicto armado en sus países de origen", expresa el resumen del informe.
Adam dijo que la situación de los niños refugiados en Alemania se deterioró de forma pronunciada después de la enmienda de la constitución en mayo de 1993.
La norma que garantizaba el asilo a las personas perseguidas por razones políticas quedó diluida por un agregado referido a la intermediación de un tercer país en el movimiento de las personas en busca de asilo, aplicable a partir de los doce años de edad.
Según la enmienda, explicó Tarneden, una persona proveniente de un país "seguro" como Grecia, que solicite asilo en Alemania, será enviada de regreso a Grecia. Las autoridades griegas podrán entonces deportar al refugiado hacia su país de origen, devolviéndole a la persecución política de la que huía.
Los coautores del informe en Londres, Wendy Ayotte y Sheila Melzac, esperan que la situación se deteriore también en Gran Bretaña, una vez que entre en vigor este año, tal como se espera, la nueva Ley de Inmigración y Asilo.
"En Sudáfrica continúan en vigencia la mayoría de las normas y requisitos legales que regían el estatuto de los refugiados y la concesión de asilo durante la era del apartheid", expresan los coautores del informe en Ciudad del Cabo, Umesh Bawa y Nasalma y Nasalma Saloojee.
"El tratamiento dado al niño Joao, un refugiado mozambiqueño que vive en Sudáfrica, ofreció algunos elementos valiosos para enfocar el trabajo psicológico con los niños de Africa meridional en un contexto africano", según el informe.
El estudio combinó evaluaciones de la situación legal y social de los niños refugiados, con estudios de casos individuales.
El trabajo se propone llamar la atención hacia un tema que preocupa de forma creciente, como es el tratamiento duro y a veces xenófobo de los niños que buscan refugio a causa de los horrores de la guerra.
"El tratamiento de los niños refugiados debe ser juzgado en confrontación con las normas contenidas en la Convención de La Haya sobre Protección de Menores, de 1961, y en particular la Convención de las Naciones Unidas sobre Derechos del Niño, de 1989", afirma el informe.
El tratamiento que efectivamente se otorga a los niños refugiados parece ser inferior, en cada uno de los países estudiados, a los requisitos mínimos establecidos en esos instrumentos internacionales.
Los autores del trabajo también muestran su preocupación por un nuevo proyecto de "posición conjunta" preparado por la Unión Europea sobre la situación de los menores extranjeros no acompañados que han sido "abandonados en el territorio de los Estados miembros".
Ese título, según el documento, revela un claro sesgo de la posición al describir la situación de los niños no acompañados como "abandonados", sin calificación ninguna. (FIN/IPS/tra-en/raj/rj/arl/pr/96
