ASIA: Vietnam y China avanzan hacia el ferrocarril transasiático

La vía férrea entre Vietnam y China volvió a la vida tras dos decenios de letargo, y Hanoi no pierde la esperanza de que se convierta en el primer tramo de la largamente anunciada conexión física transasiática.

El servicio de pasajeros de Hanoi a Beijing, restaurado en febrero, y el transporte de cargas por ferrocarril, reiniciado este mes, pusieron fin a la larga vacación que se tomaron las locomotoras a causa de la invasión de Vietnam a Camboya y la guerra fronteriza registradas a fines de la década del 70.

Las autoridades de Asia se comprometieron a construir una red férrea transasiática que se conectaría, eventualmente, con Europa oriental y aun con Occidente, con la finalidad de impulsar el comercio y el turismo del continente.

Los estudios de la Comisión Económica de Naciones Unidas para Asia y el Pacífico (ESCAP) identificaron tres corredores principales para la vía férrea transasiática.

El primero, septentrional, uniría la península de Corea con China, Mongolia, Kazajstán y la Federación Rusa. El corredor meridional conectaría a Bangladesh, India, Irán, Nepal, Paquistán y Sri Lanka. El tercero uniría Indochina con el resto del sudeste asiático continental.

Las primeras propuestas sobre una vía férrea transasiática fueron presentadas en la década del 60, pero no se las puso en marcha, fundamentalmente, a causa de los enfrentamientos que provocó la guerra fría en la región.

Pero ese conflicto pertenece al pasado y, mientras aún permanecen algunas disputas territoriales sin resolver (en especial entre China y países del sudeste de Asia), la economía es la cuestión que determina de forma excluyente las relaciones interasiáticas.

El renacimiento del tren entre Vietnam y China es testimonio de una nueva era en las relaciones. El primer ferrocarril de carga procedente de China llegó a inicios de mes a Dong Dang, estación fronteriza en la provincia vietnamita septentrional de Lang Son.

«Las dos naciones incrementarán el tráfico de cargas a través de la frontera en los próximos meses», dijo a IPS Nguyen Quang Huy, alto funcionario de la Autoridad de Ferrocarriles de Vietnam.

Las vías férreas fueron vitales para el suministro de material de China a la antigua Vietnam del Norte durante la guerra contra Estados Unidos.

Este contacto físico se deterioró junto con la relación política a fines de la década del 70, cuando tropas vietnamitas invadieron Camboya y derrocaron el brutal régimen del Jemer Rojo que encabezó Pol Pot.

En 1979, Vietnam y China también se enfrentaron en una breve pero sangrienta guerra fronteriza tras la cual el poblado de Dong Dang resultó totalmente destruido.

Los vínculos bilaterales se restauraron hace cinco años, pero recién en noviembre de 1995 se relanzó la vía férrea entre ambos países, durante una visita a Beijing del secretario general del Partido Comunista de Vietnam, Du Muoi.

De todos modos, el servicio de pasajeros de dos viajes a la semana entre Hanoi y Beijing que comenzó en febrero no fue muy popular. Algunos trenes transportaban menos de diez personas.

Las autoridades de ambos lados de la frontera confían, sin embargo, en que los servicios de carga serán un éxito debido al floreciente comercio bilateral.

Una de las razones por la cual los hombres de negocios o los turistas se resisten a viajar entre Hanoi y Beijing en tren es que el costo del pasaje es de 165 dólares, mientras que por avión es de 245.

Los 80 dólares de diferencia son compensados por el tiempo perdido. El viaje en tren insume 57 horas, que incluyen largas esperas, cambios de vehículo y trámites burocráticos en las aduanas de Dang Dong.

Por ahora, el tren de pasajeros consiste en tres vagones con capacidad para 25 pasajeros cada uno. Las autoridades vietnamitas confían en que la venta de pasajes irá en aumento.

El transporte de carga en otra vía férrea también inaugurada en febrero, entre Kinming y Lao Cai, está aumentando. Las autoridades vietnamitas prevén que a través de esta ruta se habrán importado de China este mes unas 15.000 toneladas de mercaderías.

La historia de la vía Kinming-Lao Cai tiene su costado de sombras. A comienzos de este siglo, 20.000 trabajadores en régimen de esclavitud, tanto chinos como vietnamitas, murieron durante la construcción de un tramo de 300 kilómetros.

La instalación de las vías férreas a través de Vietnam comenzó en 1898, durante el régimen colonial francés. Un tramo de 2.600 kilómetros que insumió tres decenios de trabajo constituye aún hoy la columna vertebral de la red de transporte del país.

Las guerras y el escaso beneficio financiero que reportaban los trenes conspiraron contra el sistema.

A fines de la segunda guerra mundial, las vías férreas eran blanco favorito de sabotajes de las tropas del Vietminh que lucharon primero contra Francia y más tarde contra Estados Unidos. Eso dejó largos tramos en la antigua Vietnam del Sur en estado de abandono.

Del mismo modo, las vías de la antigua Vietnam del Norte eran bombardeadas por aviones de Estados Unidos, que intentaban de ese modo bloquear el suministro de material bélico procedente de China.

Una vez que concluyó la guerra de Vietnam en 1975, el proceso de reconstrucción comenzó, y se asignó la prioridad a la ruta entre Hanoi y Beijing, un símbolo de la victoria comunista. Pero las obras se interrumpieron con la invasión de Vietnam a Camboya.

La ausencia de inversiones convirtió al tren en un medio de transporte ineficaz. Por otro lado, los pasajeros son objeto de frecuentes robos, por lo cual muchos prefieren otros caminos más seguros.

Pero las autoridades prevén que en 1996 recaudarán un pequeño beneficio, el primero en más de 60 años.

La inversión extranjera es, por el momento, escasa. La mayor parte de los cientos de millones de dólares de asistencia multilateral o bilateral son vertidos a otros proyectos de infraestructura más apremiantes, como caminos, puertos, aeropuertos y sistemas de telecomunicaciones.

Por eso, el sistema continúa funcionando en base a vetustas locomotoras y deteriorados vagones.

El gobierno de Vietnam se dedica ahora al desarrollo de vínculos interregionales, con la esperanza de alentar el comercio con China y los países de rápido crecimiento del sudeste de Asia.

Vietnam ingresó en mayo a la Unión de Ferrocarriles de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), lo cual constituyó un nuevo paso hacia la construcción de una vía férrea transasiática.

El Banco de Desarrollo de Asia estima que se requerirá una inversión de más de 7.000 millones de dólares y 20 años de trabajo para establecer una vía entre la península de Indochina y el resto del sudeste asiático continental.

Mientras la escasez de inversión privada y los problemas logísticos postergan la concreción del proyecto por años enteros, los países vecinos toman la iniciativa y establecen por sus cuentas vías férreas binacionales para impulsar el comercio.

Por su posición estratégica entre la región sudoriental de China, de rápido crecimiento, y las economías emergentes de Tailandia, Malasia y Singapur, Indochina se considera como la opción más viable para la inversión en vías férreas en el corto plazo.

Los trabajos ya comenzaron en la conexión entre el poblado de Nong Khai, en la frontera nordeste de Tailandia, con la capital de Laos, Vientiane, lo que supone un tramo de apenas 26 kilómetros.

También se planea unir esta red a otras zonas de la cuenca del río Mekong, como la provincia china meridional de Yunnan y los países vecinos Camboya y Vietnam. (FIN/IPS/tra-en/sb-tg/cpg/mj/ip if tr/96

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