La embajada de Israel en Argentina criticó hoy acidamente un informe judicial que asegura que fue una bomba dentro del edificio y no en su puerta, la causante en 1992 de la voladura de la sede diplómatica en esta capital.
El embajador en Buenos Aires, Isaac Avirán, consideró que la conclusión es contradictoria con la hipótesis que se manejaba hasta ahora e intenta disimular la "inoperancia" de la Corte Suprema de Justicia, encargada de la investigación.
El atentado dejo 29 muertos y tras cuatro años, el máximo tribunal pasó a asegurar que el artefacto explosivo estaba en el interior de la embajada y no fuera.
También el Ministerio de Relaciones Exteriores israelí, que reclama periódicamente al gobierno el esclarecimiento del caso, manifestó este miércoles su rechazó a la nueva hipotesis.
La versión acerca de una implosión, e incluso de un "autoatentado" había surgido pocas horas después de la voladura del edificio, pero el Ministerio del Interior, basado en las pericias de bomberos y de la gendarmería, la descartaron totalmente.
La versión oficial, apoyada por servicios de inteligencia israelíes, argentinos, franceses y estadounidenses, señalaba hasta ahora que el ataque fue perpetrado por un auto-bomba conducido por un suicida hasta las puertas de la legación diplomática.
Se llegó a identificar incluso el vehículo y el sitio en el que fue adquirido.
Pero este martes, los miembros del máximo tribunal recibieron un nuevo informe realizado por la Academia Nacional de Ingeniería, en el que se asegura que la embajada fue destruída por una carga equivalente a 100 kilográmos de explosivos que detonaron en la planta baja del edificio.
El juez Guillermo López, integrante de la Corte, aseguró que el informe permite determinar "exactamente" el sitio de la planta baja en el que se produjo la explosión. Pero el presidente del tribunal, Julio Nazareno, relativizó la hipótesis.
"Es positivo encontrar algo más serio de lo que había hasta ahora pero vamos a ver si descalifica o no las hipótesis que había hasta ahora", declaró Nazareno.
Avirán, que durante estos años criticó reiteradamente la falta de resultados en la investigación, rechazó categóricamente la nueva conclusión a la que llegaron los miembros del tribunal.
Aseguró que la sede no albergaba un arsenal de esa magnitud, y descartó que haya existido una grieta en la seguridad que haya posibilitado el ingreso al edificio de esa cantidad de explosivos sin que los vigilantes lo adviertan.
También los directivos de la Asociación Mutual Israelíta Argentina, destruída por otro atentado ocurrido dos años después con un saldo de 86 muertos, rechazaron el informe.
"Es un verdadero disparate, es vergonzoso que despus de todos estos años vengan con una conclusin que no tiene nada que ver con la realidad", declararon diversos portavoces de la mutual. (FIN/IPS/mv/eg/ip-la/96). ITEM CLOSE
