Los ministros de Comercio de Colombia, México y Venezuela acordaron hoy promover nuevas inversiones en el Grupo de los Tres (G-3), como vía para acrecentar el comercio, el empleo y la integración entre sus países.
Freddy Rojas, ministro de Comercio de Venezuela, dijo luego de una reunión este martes con sus colegas Morris Harf (Colombia) y Herminio Blanco (México), que se organizará en los próximos meses nuevos encuentros a nivel de empresarios privados.
El comercio del G-3 totalizó 2.125 millones de dólares en 1993, 2.646 millones en 1994 y 3.274 millones de dólares en 1995, y la tendencia creciente sólo se ha revertido este año en el renglón exportaciones de Colombia y Venezuela hacia México.
Blanco planteó que "más inversiones es la forma de generar flujos comerciales crecientes entre nuestros países", y aseguró que el auge del comercio entre su país y los dos sudamericanos "se asocia a la presencia en México de 87 empresas con capital colombiano y 55 venezolano".
En Venezuela, abundó Blanco, "las inversiones mexicanas en sectores como cemento, autopartes, minería y alimentos ya rozan los 1.000 millones de dólares, un desarrollo que se podría calificar de dramático".
Harf también usó el ejemplo de Venezuela, durante un diálogo de los ministros con la prensa, para destacar inversiones en este vecino por "más de 600 millones de dólares, por cuenta de unas 60 empresas".
"Por muchos años hablábamos de la integración, pero no había llegado a ser una realidad", pues "ahora el sector privado de los países del área ve un futuro más claro por la disminución de los aranceles y de otros obstáculos al comercio".
Para Rojas, el G-3 "es un acuerdo joven (entró en vigor en enero de 1995) y para el cual se tiene una visión de largo plazo", según dijo al recordar que la de Caracas fue apenas la segunda reunión de la "Comisión Administradora del tratado de libre comercio del G- 3".
Llamado el "TLC del sur", por su similitud con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, el G-3 convino en rebajar cada año 10 por ciento los aranceles, de modo lineal y automático, hasta que el comercio en el Grupo se realice con un arancel cero en el año 2005.
Además del comercio de bienes, se pactó desregular el de servicios y los flujos de inversiones. Los ministros en Caracas examinaron los avances en la preparación de normas comunes para tratar esos temas.
Blanco dijo que se trabaja en adecuación de las respectivas legislaciones sobre normas de origen, para considerar componentes nacionales los acumulados en los otros dos socios, así como en los mecanismos comunes para solución de controversias.
Para apuntalar el comercio de servicios, decidieron deslindar la elaboración de normas comunes sobre servicios financieros y no- financieros, porque los primeros todavía están endosados a crisis nacionales, como en el caso de Venezuela.
Los ministros evadieron precisar los obstáculos en cuya remoción trabajan, pero la sola presencia en la reunión de Sergio Escobar, vicepresidente de la federación colombiana de empresarios metalúrgicos, evidenció uno de ellos.
Escobar propuso que hubiese una renegociación del tratamiento a la industria automotriz -altamente integrada y donde es más marcada la caída de aranceles- pero "los ministros descartaron considerar el punto en esta reunión", según dijo.
Expuso que el sector automotor de México "está mucho más avanzado que el de Colombia y Venezuela", y las ensambladoras y fábricas de autopartes de los dos socios sudamericanos acusarán el impacto de la diferencia en el mediano plazo.
El caso también ilustra el dispar tamaño de las economías – México tiene un Producto Interno Bruto de 300.000 millones de dólares y Venezuela 50.000 millones- y el hecho de que las de Colombia y México son más complementarias y las de Venezuela y México más competitivas.
Antes de activarse el Grupo, sus promotores identificaron que el comercio potencial entre "los Tres" -bienes y servicios que pueden proveer los otros dos socios- era de al menos 20.000 millones de dólares anuales, por lo que el intercambio actual apenas cubre 15 por ciento de esa posibilidad.
La clave para un mayor auge comercial está en vivificar las inversiones "porque son las que garantizan flujos comerciales de largo aliento, y agregan demanda con la creación de empleo", según dijo Blanco.
Antes que los ministros de Comercio, los vicecancilleres se reunieron en Caracas el día 9 y pactaron que los presidentes Ernesto Samper (Colombia), Ernesto Zedillo (México) y Rafael Caldera (Venezuela) se encontrarán como cúpula del G-3 durante la reunión del Grupo de Río, en septiembre en Bolivia.
El G-3 fue creado en 1990 con objetivos comerciales pero también como grupo de consulta y concertación política, y para aunar esfuerzos de cooperación hacia el Caribe y América Central, área natural de influencia de Colombia, México y Venezuela. (FIN/IPS/hm/dg/if/96