Grupos ecologistas y diputados de México responsabilizaron hoy a la empresa estatal Pemex de una explosión registrada en una planta procesadora de gas en la que murieron seis personas y advirtieron que continúa el riesgo de nuevos accidentes.
La destrucción el viernes de una parte de la planta de Cactus, en el sureño estado de Chiapas, costará al gobierno en los próximos dos meses unos 200 millones de dólares, sumando los precios del gas que deberá importar para cubrir la demanda y el de las reparaciones, reconocieron fuentes oficiales.
El gobierno debe actuar con firmeza contra "la impunidad y el encubrimiento de los funcionarios responsables", dijo a IPS Homero Aridjis, presidente del ecologista Grupo de los Cien, quien aseguró que el sistema de mantenimiento de Pemex es totalmente ineficiente.
Según el informe oficial premiliminar, la explosión en Cactus, planta que procesa un tercio del gas natural que consume México, se debió a una "lamentable falla humana".
Pero las autoridades de Pemex, una de las cinco empresas petroleras más grandes del mundo, con una producción diaria de 2,6 millones de barriles de crudo e inversiones anuales por 3.800 millones de dólares, negaron la existencia de problemas en sus programas de mantenimiento.
Este martes se conoció que Pemex recibió en mayo el informe de una inspección realizada por dos firmas privadas en el que se indicaba que detectaron más de 2.000 anomalías en los gasoductos que conectan a Cactus con otras instalaciones.
Pemex opera con un alto grado de impunidad en el país, lo que ha provocado múltiples accidentes.
"La sociedad no puede permitir que los responsables del último accidente no sean castigados", expresó Aridjis.
Tras afirmar que la planta de Cactus estaba sometida a un "intenso programa de mantenimiento", el director de Pemex, Adrián Lajous, explicó que el accidente se produjo precisamente cuando se realizaban trabajos de reparación.
Una fuga de gas accidental formó una nube de hidrocarburos que se desplazó hasta una fuente de ignición generando un incendio y tres grandes explosiones, indicó.
El diputado Francisco Curi, presidente de la Comisión de Energéticos del Congreso, acusó a las autoridades de negligencia.
"Ha habido una deliberda actitud del gobierno federal de reducir la inversión de Pemex para mantenimiento y nuevos proyectos", afirmó el parlamentario, quien aseguró que en 1994, la empresa dejó sin uso 40 por ciento de su presupuesto para mantenimiento y en 1995 20 por ciento.
"Si no hay inversión en la conservación de instalaciones se corre el riesgo de que se incrementen los accidentes y que en breve la empresa sea una bomba de tiempo", dijo Curi, luego de anunciar que Lajous fue citado al Congreso para que explique las estrategias de Pemex en materia de mantenimiento.
Carlos Romero, secretario del sindicato de trabajadores petroleros, afirmó que "durante el último año" se reportaron al menos 10 accidentes graves en los ductos que tiene Pemex en los estado de Chiapas, Tabasco y Veracruz.
"Los trabajadores vivimos en constante riesgo", afirmó el sindicalista.
Para el senador Rosendo Villareal, del derechista Partido Acción Nacional, la reciente explosión registrada en Chiapas "debe servir de ejemplo para acelerar el proceso de privatización de este tipo de instalaciones".
Con ventas anuales por 7.200 millones de dólares, Pemex es una de las pocas firmas de su tipo en el mundo que aún no ha permitido la participación extranjera.
Aunque el gobierno del presidente Ernesto Zedillo prometió al inicio de su gestión que privatizará las plantas petroquímicas de Pemex, problemas legales y las críticas de los sindicatos petroleros y de parte de la oposición impidieron avanzar en el proyecto.
El directorio de Pemex señala que este año la producción de crudo aumentará, sin permitir la inversión foránea, a 2,8 millones de barriles diarios, y la de gas natural a 4.300 millones de pies cúbicos, 500 millones más que el año pasado. (FIN/IPS/dc/ag/en/96
