JUEGOS OLIMPICOS: Rivalidad China-EE.UU. tambien rige en el deporte

Hace tres años, China vió frustrada su ambición de ser sede de las Olimpíadas del 2000 debido a la oposición estadounidense a su candidatura.

Estados Unidos arguyó que los malos antedecentes chinos en materia de derechos humanos y su inadecuada infraestructura hacían de Beijing una sede muy pobre para los Juegos. Sidney, en Australia, desplazó a la capital china por un solo voto.

Ahora, en medio de un recrudecimiento nacionalista, China hace el papel de huesped descontento respecto a Estados Unidos. La prensa local trompetea diariamente la letanía de quejas chinas sobre los juegos de Atlanta, sobre todo mala comida, transporte deficiente, alojamientos abarrotados, misteriosas alarmas de incendios y mala organización.

Las críticas constituyen la represalia china a las quejas estadounidenses cuando Beijing organizó la Conferencia Mundial de Mujeres el otoño pasado.

Preocupada por la presencia de miles de mujeres sin pelos en la lengua, China aisló a las delegadas en un centro de conferencias situado a una hora de auto de la capital.

Sin embargo, China tambien está teniendo su cuota de problemas en Atlanta porque su contingente de 495 atletas parece estar por debajo de las expectativas y sufre el constante acoso de la prensa debido a denuncias por uso de drogas prohibidas.

Durante la semana de apertura, los muy cacareados y controvertidos nadadores chinos quedaron rezagados respecto a las marcas que obtuvieron en los Juegos de Barcelona hace cuatro años.

Los nadadores chinos dominaron las Olimpíadas de 1992 y el Campeonato Mundial de 1994. Posteriormente, 11 atletas chinos, incluyendo siete nadadores, resultaron positivos al uso de esteroides en los Juegos Asiáticos de Hiroshima, Japón, y fueron suspendidos por dos años.

Las acusaciones internacionales que el desempeño atlético de China se debe al consumo de drogas no fueron reflejadas en la prensa local. Por el contrario, los medios oficiales se concentraron en la "pobre" administración.

"Al parecer, el trabajo preparatorio en Atlanta careció de espíritu y una administración calificada. Es una lástima para los visitantes procedentes de países lejanos", comentó el "Beijing Evening News", agregando que la ciudad anfitriona "parece una obra en construcción".

"En materiales y condiciones, China es un país en desarrollo. No obstante, China puede brindar comidas sabrosas para todos los jugadores en el mundo. Las condiciones (de Estados Unidos) son mucho mejores que en China.

"¿Porqué los americanos no pueden resulver el problema de la comida?", demandó el "Diario del Pueblo", órgano del Partido Comunista.

El diario siguió diciendo que en Estados Unidos hay muchos restaurantes chinos y la comida americana no es apropiada para los paladares asiáticos.

"Los Juegos Olímpicos constituyen un gran encuentro para seres humanos en el mundo. Si bien Estados Unidos ha sido sede del certamen tres veces, parecería que todavía es una novata", observó la publicación.

En los últimos años, China ha estado de un humor displicente e irritable respecto a Estados Unidos. Los volátiles vínculos entre ambos rivales se vieron perturbados por las críticas de Washington sobre cuestiones de derechos humanos, ventas de armas, prácticas comerciales y reclamos acerca de Taiwan.

Ultimamente, el clima diplomático se recalentó aún más. W. Anthony Lake, el consejero nacional de seguridad de la administración de Bill Clinton, visitó Beijing este mes en misión conciliadora y allanó el camino para futuras visitas de estado del propio Clinton y su homologo chino, Jiang Zemin.

No obstante, las actitudes hacia Estados Unidos siguen siendo agrias en distintos ambientes chinos. Dos libros recientes se transformaron en éxitos de librería debido a su alto contenido antiestadounidense.

Un libro "Pintura de Pruebas de Fuerza entre China y Estados Unidos", advierte que los intentos de Washington para arrastrar a Beijing a otra Guerra Fría están destinados al fracaso.

El otro texto, "China Puede Decir No", demanda la recuperación de Taiwan, si es necesario por la fuerza, y advierte sobre el imperialismo cultural estadounidense en un capítulo titulado "Quememos a Hollywood".

"Estamos preocupados que China pueda contaminarse con la cultura americana. No queremos que China quede comprometida", declaró Son Qiang, uno de los cinco jóvenes autores de "China Puede Decir No", quien nunca visitó Estados Unidos.

En un país que todavía resiente amargamente de las guerras del opio y otros colonialismos occidentales en el último siglo, el fracaso de Beijing para ser sede de los Juegos del 2000 tras una campaña monumental, no es algo fácil de olvidar, apuntaron analistas chinos.

Otros dijeron que el desilusionante desempeño mostrado hasta ahora por los atletas chinos ha dividido a su Comité Olímpico, el cual esta tratando de cubrirse por los fracasos. Tres periodistas chinos acreditados en los Juegos de Atlanta se vieron impedidos de viajar por Estados Unidos, tras sugerir que había malestar dentro del Comité Olímpico Chino.

"Teníamos grandes esperanzas por los Juegos Olímpicos en Estados Unidos", dijo Cong Rizhong, un trabajador postal, quien dijo que vé por television todas las noches hasta la madrugada las competiciones en Atlanta. "Sería una lástima que China no mejorara su actuación en Barcelona".

Al término de los eventos del jueves último, China había ganado un total de 16 medallas, incluyendo cinco de oro, en comparación con su anfitrion que hasta ahora se adjudicó 32 medallas con 12 oros. Los siguientes países despues de Estados Unidos son Rusia, con 25 medallas (13 oros), Alemania con 22 (tres oros), Francia con 18 (siete oros) y despues China. (FIN/IPS/tra-en/rc/cpg/ego/sp- ip).

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