Bolivia está a un paso de concretar su viejo sueño de convertirse en nación articuladora de los procesos de integración económica en la región sudamericana, tras el acuerdo marco suscrito con el Mercado Común del Sur (Mercosur) en vistas a una zona de libre comercio.
Antes de los próximos tres meses, Bolivia suscribirá el convenio con el Mercosur y se colocará en el centro de un mercado de casi 300 millones de personas, en razón de su pertenencia, también, a la Comunidad Andina (que integra junto a Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela).
Comentaristas locales estiman que Bolivia jugó con riesgos sus cartas para no quedar fuera de los esquemas de integración y, pese a la oposición de naciones andinas, logró asegurar su vinculación con el Mercosur sin por ello renunciar a la Comunidad Andina, a la que pertenece desde su creación, en 1969.
En términos de su balanza comercial, a Bolivia le va mejor con sus socios andinos, con los cuales tuvo en 1995 un intercambio de algo más de 330 millones de dólares, con un superávit de 98,6 millones.
La mayor parte de las exportaciones bolivianas a los otros países andinos provino del sector agropecuario del oriente radicado en el este del país y el más dinámico de la economía nacional. Los empresarios de esa área ven con temor el acuerdo suscrito hace una semana con el Mercosur.
A la desconfianza de ese sector de empresarios se han sumado las advertencias del ex presidente Jaime Paz Zamora (1989-1993), según el cual a corto y mediano plazo el acuerdo con el Mercosur podría significar un paso en falso para Bolivia.
Paz Zamora sostuvo que los mercados andinos asegurados para la producción agropecuaria boliviana estarían siendo puestos en riesgo con el acuerdo con el Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay).
"Si entramos en un momento no oportuno y sin estar preparados en el Mercosur, corremos el riesgo de crear un malestar no sólo para el sector productivo sino también para los trabajadores, generando desempleo por la gran competencia que significan los países mercosurianos", dijo el ex mandatario a los exportadores.
Paz Zamora declaró igualmente ser partidario de la tesis de consolidar primero la presencia exportadora boliviana en la Comunidad Andina y sólo después avanzar hacia otros mercados.
La opinión de los empresarios, expresada esta semana, es coincidente con la necesidad de mirar con cautela el acuerdo con el Mercosur, al que le temen por la relativa desventaja competitiva.
El gobierno ha respondido a esas críticas pidiendo a los empresarios mejorar su eficiencia y competitividad interna para afrontar con solvencia los retos de la integración.
La respuesta de los empresarios agropecuarios es que pedir competitividad con los poderosos consorcios del Mercosur suena, cuando menos, "cómico".
Para Wálter Núñez, presidente de la Confederación Agropecuaria Nacional, la prioridad inmediata es fortalecer los mecanismos de consolidación del mercado andino.
Según dijo, Bolivia difícilmente pueda competir cuando tiene el diesel más caro del continente, la tasa de interés más alta de América Latina, un presupuesto muy escaso para la investigación y la trasnferencia tecnológica y malas condiciones de infraestructura para la vinculación con los países vecinos.
Con el Mercosur, Bolivia tuvo en 1995 un intercambio comercial de 308 millones de dólares, con un saldo negativo de 149,9 millones.
El potencial boliviano con el Mercosur radica en el componente energético. La Paz vende a Argentina gas natural desde hace más de dos décadas y antes del fin de siglo comenzará a exportar grandes cantidades de este recurso a San Pablo (Brasil), la plaza industrial más grande del continente.
Chile y México son los otros grandes socios comerciales de Bolivia. El año pasado intercambió con Santiago por 106,8 millones de dólares, con un déficit de 82 millones, y con México por 19,8 millones, con un déficit de 18,8 millones de dólares. (FIN/IPS/jcr/dg/if/96
