La campaña de Estados Unidos para penalizar a Cuba por el derribo de dos avionetas civiles estadounidenses en febrero se ha detenido, pero algunos diplomáticos de Washington insisten en que la ONU debe responsabilizar a La Habana por esa acción.
Madeleine Albright, embajadora estadounidense ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), anunció este lunes que Washington preparó un proyecto de resolución que someterá a la consideración del Consejo de Seguridad, de 15 miembros.
Cuba echó por tierra el 24 de febrero pasado dos avionetas civiles piloteadas por cubano-estadounidenses que, según La Habana, invadieron su espacio aéreo y desoyeron las advertencias de las autoridades. Los cuatro pilotos murieron en el incidente.
La resolución preparada por Washington garantizaría "que Cuba se responsabilice por el derribo" y evitaría acciones similares en el futuro, explicó Albright. Pero el Consejo está dividido sobre el tema desde febrero, y otros diplomáticos opinan que Washington no conseguirá su objetivo por ahora.
Varios países europeos y en desarrollo del Consejo bloquearían cualquier resolución que condene a Cuba por el derribo, señalaron a IPS diplomáticos de la ONU. Consciente de este hecho, Washington dejó de exigir alguna forma de sanción contra La Habana.
Sin embargo, Albright no se deja desanimar. "Es claro que dos aviones civiles desarmados fueron derribados", dijo, y destacó que el mes pasado la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) concordó con Estados Unidos en que los aviones fueron derribados sobre aguas internacionales y no dentro del espacio aéreo cubano, como argumentó La Habana.
La OACI también sostuvo en su informe que Cuba no realizó suficientes advertencias antes de que dos jets MIG-29 atacaran a los dos aviones Cessna, que pertenecían a un grupo cubano exiliado llamado "Hermanos al Rescate".
Así mismo, Albright manifestó su satisfacción por la declaración del Consejo de Seguridad de que "el derribo de aviones desarmados es contrario al derecho internacional", y expresó que espera alguna medida del Consejo para dejar en claro la responsabilidad de La Habana por la acción.
Sin embargo, admitió la embajadora, "está muy poco claro cuál será la redacción definitiva". (FIN/IPS/tra-en/fah/yjc/ml/ip/96
