ciento de los casos, afirmó la sicóloga Soledad Larraín, consultora del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
Larraín, quien fue subdirectora del Servicio Nacional de la Mujer (Sernam) durante el gobierno de Patricio Aylwin (1990-94), dijo al diario La Nación que los criterios competitivos que predominan en la sociedad "cosifican" a los menores y los exponen más a las agresiones.
El tema del maltrato infantil adquirió caracteres dramáticos en Chile en los últimos meses, al trascender por lo menos tres casos de menores de un año asesinados que quedaron en estado de coma por abusos físicos de sus progenitores.
En todos los partidos políticos se advierte que la ley sobre violencia doméstica, expedida hace dos años, es insuficiente para corregir el fenómeno del maltrato infantil, en que Chile ocupa el tercer lugar en el mundo detrás de Alemania y Japón, según estudios de Unicef.
Senadores de la Democracia Cristiana, el mayor partido del país, lanzaron la iniciativa de crear la institución de "El defensor de los niños", mientras un grupo de diputados de diversos partido postula la fundación de un Consejo Nacional de la Infancia.
Larraín dirigió en 1995 una encuesta de Unicef realizada directamente a 1.530 niños del último grado de la educación básica, en la cual se comprobó que 34 por ciento de los menores han sufrido alguna vez violencia física grave en su hogar.
Otro 30 por ciento consignó casos de violencia leve, señaló la experta, quien aclaró que se considera maltrato grave a los castigos con objetos como palos y correas, las golpizas, quemaduras y agresiones o amenazas con armas.
Sólo uno por ciento de los casos de maltrato son denunciados ante los tribunales o la policía y el ocultamiento es sobre todo grave en lo que respecta al abuso sexual contra menores, cuya incidencia se estima en 10 por ciento.
Estadísticamente, señaló Larraín, las madres aparecen como más castigadoras que los padres, lo cual refleja el hecho de que la mujer pasa más tiempo en el hogar, comprobándose que las progenitoras que trabajan son menos maltratadoras.
Sin embargo, agregó la experta, los hombres son los protagonistas de los casos de violencia más grave, como lo demuestran algunos de los últimos casos que por su alto grado de violencia trascendieron a la prensa.
La consultora de Unicef indicó que el maltrato infantil se ve estimulado por las distorsiones que crea en los hábitos de convivencia el actual ambiente de alta competitividad social, generado por el modelo económico neoliberal.
Esto ha llevado a una "cosificación" de los niños, en que se considera que educarlos para que sean exitosos en el futuro es una inversión más, por la cual sus padres renuncian a adquirir un automóvil u otros bienes, explicó Larraín.
Así, agregó, se considera normal hacerles altas exigencias de rendimiento en sus colegios y castigarlos física o sicológicamente cuando sus calificaciones escolares no responden a las expectativas de los padres.
Hay niños de bajo rendimiento escolar que se insertan en un círculo vicioso: son marginados en el colegio, sus padres los castigan, y mientras más los castigan peor es su rendimiento, lo cual los convierte en menores que a su vez desarrollarán conductas agresivas, concluyó Larraín. (FIN/IPS/ggr/dg/pr-hd/96
