El río Pilcomayo, fuente de disputas entre Argentina y Paraguay en la presente década, enturbia una vez más las relaciones bilaterales, debido al rechazo de Asunción de la intención de Buenos Aires de desviar ese curso de agua fronterizo.
Paraguay comunicó oficialmente a Argentina que no admite un nuevo canal de desvío del Pilcomayo, y el diferendo podría derivar en una grave crisis en las relaciones mutuas.
El Gobierno de Carlos Menem anunció que construiría un nuevo desvío para irrigar la provincia de Formosa, limítrofe con el Chaco paraguayo, que sufre las consecuencias de una fuerte sequía. Pero la cancillería guaraní sólo acepta que las aguas del Pilcomayo se distribuyan por igual entre ambos países.
Paraguay ya sufrió las consecuencias de un desvío unilateral en 1991, cuando las aguas discurrieron sólo a territorio argentino.
No debe "insistirse" en la desviación del curso del río "porque se corre el riesgo de dejar sin agua una de las costas del Pilcomayo", advirtió Luis Alberto Meyer, titular de la comisión paraguaya encargada del caso.
Meyer reconoció que las aguas del Pilcomayo no bañan desde hace más de dos años la provincia de Formosa, porque el canal abierto en 1991 por Argentina está taponado por sedimentos, mientras que el caudal fluye hacia la orilla opuesta por una vía construida en 1994 por el gobierno paraguayo.
La tensión puede crecer mientras las partes no procedan a la a distribución igualitaria de las aguas, que se lograría con la construcción de un dique de 30 kilometros ya proyectado, dijo Meyer.
Agregó que, en lugar de buscar una salidad definitiva a la cuestión, Argentina pretende soluciones de corto plazo. Según Meyer, Paraguay no podrá comenzar su parte de la obra común hasta que el gobierno argentino no se convenza de la urgencia de la construcción del dique.
Argentina fijó el emplazamiento del nuevo canal que proyecta aguas arriba del sistema conjunto de desvío, para aprovechar el declive que presenta el terreno en esa zona.
Diplomáticos de los dos países discutirán el asunto en Buenos Aires, en coincidencia con el encuentro de cancilleres del Mercado Común del Sur (Mercosur) previsto para la última semana de este mes.
El Pilcomayo, un río de llanura, presenta un errático sistema de aguas y al desbordamiento de su caudal en épocas de lluvias sigue su virtual desaparición en momentos de sequía. (FIN/IPS/ct/ff/ip/96)
