El Grupo Técnico de la Federación de Cámaras de Industria Centroamericanas (Fecaica) reunido en esta capital recomendó detener el proceso de desgravación arancelaria para la importación de bienes finales.
Roberto Velásquez, director técnico de la Federación, dijo que la región atraviesa por un período de descenso de la actividad productiva, que ha provocado que muchas empresas estén trabajando a menos del 50 por ciento de su capacidad instalada.
Esto ha provocado un agravamiento en el desempleo por el aumento del despido de trabajadores.
"Vale la pena, por este momento, hacer un alto en el proceso de desgravación", dijo Velásquez, quien añadió que las medidas se podrían adoptarse nuevamente una vez superados los problemas que afrontan las economías de la región.
No obstante, Fecaica apoya la reducción de impuestos para la importación de materia prima hasta el uno por ciento y avala mantener tarifas para los bienes intermedios y reducirlas para los importados.
El Comité Técnico de Fecaica se reunió para analizar las posibilidades de unificar el arancel externo centroamericano para bienes finales, intermedios y materia prima, siguiendo el modelo salvadoreño.
El Salvador establece una reducción en forma gradual de 15 a 20 por ciento de los impuestos para bienes finales y de cero a cinco por ciento para las materias primas.
Sin embargo, Velásquez dijo que el Comité Técnico recomienda que continúen las gestiones ante los ministros de Economía de la región para mantener el arancel de los bienes finales en 20 por ciento.
El 10 de junio pasado los presidentes de los bancos centrales de la región se reunieron en San Salvador, donde admitieron que las economías regionales atraviesan un cúmulo de situaciones que les impiden alcanzar niveles satisfactorios de desarrollo.
En El Salvador existe un fuerte debate entre los responsables gubernamentales y analistas independientes.
William Pleitez, presidente del Colegio de Economía, considera que existe recesión debido a que las tasas de crecimiento han disminuído a nivel global, lo mismo que a nivel de los sectores que más contribuyen al producto interno bruto (PIB).
En tanto, los funcionarios gubernamentales hablan de desaceleración, porque no existen aún crecimientos negativos.
El vicepresidente de la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador, Luis Cardenal, acepta que la economía se ha frenado y "tiene un problema de embotellamiento, donde si no se mueve un sector no se mueve el otro".
A nivel centroamericano, los funcionarios gubernamentales también reconocen descensos en la actividad económica del istmo, desajustes fiscales, inflación y ajustes económicos y provocan trabas en las exportaciones.
Velásquez afirmó que la apertura y el nivel de competitividad de la región no sólo dependen de la reducción arancelaria, sino también de trámites aduaneros, carencia de infraestructura y deficientes vías de comunicación para sacar los productos a los puertos o traer la materia prima. (FIN/IPS/jd/ag/if/96)
