La cancillería de Venezuela reclamó al gobierno colombiano por la presencia de tres dragas con tripulación de ese país en el selvático estado de Amazonas, que fueron capturadas mientras explotaban reservas auríferas en forma ilegal.
La presencia de mineros ilegales en el Amazonas ha sido un tema de fricciones entre Venezuela y Brasil desde 1989, cuando fueron descubiertas las primeras extracciones de "garimpeiros" (buscadores de oro), en una zona donde hay una moratoria minera por razones ambientales.
Ahora, esa actividad parece haberse desviado hacia el oeste del estado que constituye el profundo sur venezolano, en un área en que confluyen las fronteras de Brasil, Colombia y Venezuela.
En un comunicado, la cancillería local informó que fueron detenidos 11 ciudadanos colombianos y un brasileño, a los que se les incautó oro, mercurio, que se usa en el proceso de extracción y daña gravemente los ríos de la zona, y marihuana.
El gobierno detalló que la actividad de las dragas ocasionaron importantes daños ambientales, que pudieran ser irreversibles, por sus potentes equipos de succión, mientras la contaminación mercurial afectó la fauna de la cuenca hidrográfica del sector.
La población amazónica es casi integralmente indigena, menos en la capital del estado, Puerto Ayacucho, y tiene en la pesca su forma de sobrevivencia.
En más de una ocasión ha habido enfrentamientos entre garimpeiros e indígenas y hace dos años se produjo una matanza de una veintena de miembros del pueblo yanomani, uno de los más antiguos del mundo, en una zona amazónica más oriental.
La detención de las embarcaciones se produjo en la confluencia del afluente Casiquiare con el río Guainia, en un área claramente venezolana, según la cancillería, para la cual la estructura de las embarcaciones, con vivenda de dos pisos y paneles solares, "refleja la intención de establecerse en el área". (FIN/IPS/eg/ag/ip/96
