Delegados a una conferencia internacional sobre recursos genéticos vegetales en esta ciudad trabajarán durante el fin de semana en la elaboración de un Plan de Acción Global, cuyo fin es proteger la diversidad agrícola planetaria.
El logro de la reunión del fin de semana se debió a un consenso alcanzado sobre el polémico tema de los derechos de los agricultores, el cual sienta las bases para que los campesinos tengan ingresos monetarios por su participación en el mantenimiento de la biodiversidad planetaria.
El acuerdo sobre un compromiso en la redacción del plan fue logrado en el cuarto día de la conferencia de la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO), que deberá finalizar este domingo.
El consenso es considerado "un importante logro", mientras un delegado indicó que "podemos volver con el mensaje de que logramos proteger los derechos de los agricultores", tras una reunión del comité de trabajo que una vez más opuso a Estados Unidos y Canadá contra la gran mayoría de los países.
Los derechos de los agricultores fueron mencionados por primera vez por la FAO en 1989, como "emergentes de las contribuciones pasadas, presentes y futuras de los agricultores para conservar, mejorar y disponer de recursos genéticos, en particular en los centros de diversidad genética".
Pero desde entonces la definición evolucionó para incluir el derecho al uso e intercambio de semillas que los agricultores han desarrollado, y el derecho a semillas patentadas sin la necesidad de solicitar permiso a las compañías que las venden, y mucho menos a tener que pagar para utilizarlas.
El Plan de Acción Global será discutido en la sesión plenaria de este sábado, y su aprobación parece segura. Objeciones de cualquier país serán sometidas a votación.
Previamente, las negociaciones se habían bloqueado a raíz de la insistencia de Estados Unidos para referirse a los derechos de los agricultores como un "concepto", mientras el Grupo de los 77 (G- 77) países en desarrollo mantenía con tenacidad su posición de que los derechos son una "realidad tangible".
La delegación de Estados Unidos, en constante contacto con Washington, finalmente aceptó desistir de su postura tras intensas negociaciones con representantes del G-77, aunque este viernes aún aguardaba la "luz verde" final, según fuentes en la conferencia.
El texto acordado comprometerá a la comunidad internacional a reconocer "las necesidades y derechos de comunidades agricultoras a tener acceso a germoplasma, información, tecnologías, recursos financieros, investigación y comercialización para continuar gestionando y mejorando los recursos genéticos vegetales".
Los países también se comprometerán a promover "la distribución justa de los beneficios del uso de los recursos genéticos vegetales para la agricultura y la alimentación.
Asimismo, reconocerán "la pertinencia del compartir los beneficios de este conocimiento tradicional, innovaciones y prácticas relevantes a la conservación de los recursos para bosques y agricultura y su uso sostenible".
Pero la forma de concretar en la realidad esos derechos parece ser mucho más difícil que el logro de su reconocimiento. Uno de los motivos principales tiene que ver con la financiación, en momentos en que la asistencia al desarrollo se ha reducido considerablemente.
No obstante, los países en desarrollo alegan que los recursos genéticos vegetales son una riqueza natural esencial del Sur y que las enormes ganancias obtenidas por multinacionales occidentales deben ser compartidas con los agricultores, y debe crearse un mecanismo internacional.
Organizaciones de agricultores de los países en desarrollo sostienen que hay una injusticia fundamental en la forma en que las ganancias de la agricultura son apropiadas por las multinacionales, las cuales mejoran semillas que han sido cuidadas y desarrolladas por campesinos durante cientos de años.
La conferencia de Leipzig es considerada un punto clave en el logro de un nuevo orden, pero es el primer paso, y están planteadas las preguntas sobre la forma en que se compartirán los beneficios, y el tipo de acuerdos bilaterales o multilaterales.
Abundan también las dudas técnicas, como por ejemplo el modo de determinar el origen geográfico de las plantas. (FIN/IPS/tra-en/dds/mk/lp/dv/ip/96
