Campesinas analfabetas en las áreas más pobres de India manejan proyectos de ahorro y préstamo con la habilidad de bancarios profesionales.
En unas 150 chozas del distrito de West Champaran, en el estado de Bihar, uno de los más atrasados del país, grupos de mujeres crónicamente pobres han ahorrado en rupias el equivalente a 13.000 dólares durante los últimos tres años, entregado casi el doble en préstamos, la mayoría de los cuales han sido devueltos.
Los "grupos económicos" fueron creados mediante un programa conjunto del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y el gobierno de Bihar, con el fin de que los aldeanos trabajen como participantes activos, en lugar de beneficiarios pasivos, del sistema de desarrollo rural oficial.
Al menos ocho grupos de cinco miembros cada uno funcionan en una choza instalada especialmente, y el proyecto incluye 1.200 grupos en todo el estado, integrados por mujeres de los hogares más pobres de las villas.
Las integrantes del plan entregan sus ahorros a un fondo común en sus reuniones semanales. El depósito mínimo es de una rupia. El total es depositado en una cuenta bancaria compartida por las mujeres.
Cada integrante tiene derecho a retirar sólo una cantidad tres veces mayor a la que ha depositado, y el préstamo debe contar con el aval de otras tres integrantes del grupo.
"Esto es muy bueno. Antes teníamos que acudir al mahajan (prestamista). Mucha gente en nuestra villa terminó entregando su tierra debido a las deudas", dijo Chandrasheela Devi, de la villa de Kataharwa.
Los créditos del proyecto son especialmente valorados, ya que los mahajan cobran hasta 100 por ciento del préstamo en intereses anuales.
En general, los préstamos del proyecto se solicitan para comprar semilla y fertilizantes, y en caso de matrimonios o enfermedad en las familias.
Daari Devi, de la aldea Jamuniya, ya no recuerda desde cuándo está devolviendo las 2.000 rupias (60 dólares) que tomó del prestamista de la villa cuando se casó su hija.
Tampoco tiene una idea cierta sobre cuándo terminará de pagar su deuda. La suma principal le fue entregada hace años con un disparatado interés anual de 360 por ciento, lo cual significa que paga más de tres rupias y media por cada rupia del préstamo.
Las deudas rurales son el principal motivo de la pérdida de tierras en el distrito de West Champaran. En los últimos 50 años, casi dos tercios del medio millón de campesinos que viven en las remotas áreas del norte han perdido sus tierras en manos de prestamistas locales.
Pero los esquemas de ahorro y crédito asupiciados por UNICEF y el gobierno de Bihar ofrecen un período extra para la devolución, el cual raramente es necesario.
"Generalmente damos un lapso extra, pero la mujer que solicitó el crédito se siente incómoda en las reuniones siguientes de su grupo si el pago está atrasado", dijo Sumitra Devi, de la localidad de Semra Ghusukpur.
Quién tiene derecho a un préstamo y cuánto puede obtener se decide en las reuniones bimensuales en la villa en que funcionan los grupos.
Finalizadas las transacciones, las participantes conversan sobre problemas locales, como falta de agua potable, la escasa escolarización de los niños y el alto desempleo. Para solucionarlos, cuentan con el asesoramiento de asesores capacitados de UNICEF.
El proyecto ha ganado el respeto de los incrédulos hombres de las villas, quienes ahora exhortan a sus esposas a ahorrar en el sistema, dijo Subhashini Devi, de Jamuniya.
"Me doy cuenta de que gran parte de mi dinero ha sido ahorrado por ellas", admitió Naumi Prasad, de Dhamaura, cuya madre es integrante de un "grupo económico".
Con algo de dinero a su disposición, mujeres pobres y analfabetas se han convertido en empresarias, como Sumitra, de Semra Ghusukpur, quien ahora ofrece a otras mujeres de su aldea una alternativa a un viaje de un día para comprar bienes esenciales para uso doméstico.
Semra sugirió que el grupo económico utilice parte de los 382 dólares que ha ahorrado para comprar kerosene al por mayor en el almacén de distribución del gobierno. (FIN/IPS/tra-en/mu/an/lp/dv-pr/96)
