Los socios menores del Mercosur, Paraguay y Uruguay, pusieron en vigor un mecanismo de solidaridad y apoyo mutuo decidido en abril en esta capital, en el caso del conflicto sobre las exportaciones textiles uruguayas a Brasil.
El viceministro de Relaciones Exteriores para Asuntos Ecónomicos de Paraguay, Antonio López, anunció este martes en forma oficial que su país no participará en las negociaciones del Mercosur con la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi) hasta tanto no se sumen al diálogo todos los miembros del pacto.
Esto significa una formal adhesión de Paraguay a la postura de Uruguay, que anunció su veto a acuerdos del Mercosur con nuevos países hasta tanto se supere el conflicto con Brasil, lo que afecta las negociaciones en curso con Chile, Bolivia y Venezuela.
La posición paraguaya revela la eventual fuerza de los países menores del Mercosur en la búsqueda de la revisión de medidas restrictivas al comercio intrarregional, como los mecanismos no arancelarios adoptados por Brasil para proteger a su industria textil.
Las bases para este mecanismo de "ayuda mutua" habían sido echadas durante una visita a Asunción del canciller uruguayo Alvaro Ramos, pocos días antes de la crisis institucional abierta el 22 de abril con la sublevación del ex jefe del ejército paraguayo, Lino Oviedo.
Según este mecanismo, en caso de reclamaciones de cualquiera de los dos países en el Mercosur se pone en vigencia un frente común de apoyo y solidaridad.
El mecanismo, que recibió una nula difusión en la capital paraguaya en esa oportunidad y quedó relegado tras la crisis política paraguaya, se puso en práctica ahora para presionar a Brasil en el caso de las trabas impuestas a las exportaciones textiles uruguayas.
Los exportadores confeccionistas paraguayos, que también se vieron afectados por la medida, se han solidarizado con sus colegas uruguayos, postura que ya fue comunicada al viceminstro de Integración de Paraguay, James Spalding.
Argentina también se sumó a la presión ejercida sobre Brasil, con lo que en la práctica ha tenido rotundo éxito la posición conjunta paraguayo-uruguaya, según señaló una fuente de la cancillería de Asunción.
Spalding subrayó que la medida fue adoptada por la ex ministra de Industria y Comercio de Brasil, Dorothea Werneck, y en estos momentos el gobierno de ese país ha pedido unos días de plazo para analizar el punto y tomar una decisión definitiva.
La traba perjudica directamente a las exportaciones de vestimenta de Uruguay al mercado brasileño, pero también ya repercute en el lado argentino.
Con el apoyo dado por Paraguay, Brasil se encuentra prácticamente en la necesidad de rever su actitud, señaló la fuente de la cancillería paraguaya.
El viceminstro de Comercio de Paraguay, Darío Peralta, reaccionó también indicando que Brasil viola sus compromisos en el Mercosur al establecer restricciones no arancelarias que perjudican el normal flujo comercial en la región.
Peralta dijo que el sector textil es muy sensible para Paraguay, ya que el gobierno está implementando un plan para un mayor valor agragado a la producción local considerando la escasa industrializacion del algodón, además de la gran cantidad de mano de obra ocupada en la industria de la confección.
El viceministro paraguayo añadió que la medida impuesta por Brasil de financiar a muy corto plazo las importaciones de estos productos afecta a cualquier país que pretenda exportar estos rubros a ese mercado.
La Asociación de Industriales Confeccionistas de Paraguay emitió un comunicado en el que manifiesta su repudio a las normas recientemente establecidas por el gobierno brasileño y señala que este tipo de medidas viola el Tratado de Asunción, que estableció el Mercosur. (FIN/IPS/ct/ag/if/96)
