El presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, decretó hoy la expropiación de 221.000 hectáreas de tierra con el fin de destinarlas 60.000 familias en el marco de la reforma agraria.
En esas tierras, dispersas en 16 de los 27 estados brasileños, serán asentadas 6.532 familias, casi 11 por ciento del total establecido para este año, indicó el Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria (Incra).
La atención a los campesinos sin tierra se hizo prioritaria para el gobierno, tras la masacre del 17 de abril en Eldorado de Carajas, al norte, donde la policía mató a 19 personas e hirió a más de 40 al reprimir una manifestación.
El martes Cardoso ya había firmado la expropiación de la Hacienda Barriguda, en el interior del estado de Minas, para asentar en ella a 700 familias que la ocupan desde septiembre pasado.
La medida provocó la reacción del propietario del predio, Celio Valdares, quien acusó al presidente de concretar la expropiación en su propio interés, ya que Cardoso posee una hacienda a cien kilómetros de la Barriguda.
Los sin tierra que ocupan el predio amenazaron con invadir la propiedad si no lograban una solución urgente. Además enviaron una delegación a Brasilia, que montó un campamento en la plaza en la que concentran las sedes de los ministerios.
Para que sean expropiadas y destinadas a la reforma agraria, los haciendas deben ser probadamente improductivas, según la Constitución brasilena.
Los propietarios siempre argumentan que sus tierras son productivas y recurren a la justicia contra la medida gubernamental, a menudo con éxito. (FIN/IPS/mo/dg/if-ip-pr/96)
= 05092217 DAP022
