El empresariado de Paraguay reaccionó hoy con tranquilidad ante el triunfo obtenido este domingo por Luis María Argaña en las elecciones internas del gobernante Partido Colorado.
Esta reacción se produjo pese a su discurso de fuerte contenido populista, sus críticas al neoliberalismo del presidente Juan Carlos Wasmosy, su firme oposición al proceso de privatizaciones y el riesgo de regreso al autoritarismo que implicaría su conducción de la primera fuerza política del país.
Si bien el escrutinio oficial de votos aún no había finalizado, Argaña mantenía este lunes una holgada ventaja sobre su principal oponente, el vicepresidente de la República, Angel Seifart, con 53 por ciento frente a 35 por ciento.
En la campaña de más de un año por el control del partido gobernante, Argaña arremetió así mismo contra la participación de Paraguay en el Mercado Común del Sur (Mercosur), integrado también por Argentina, Brasil y Uruguay.
Todas sus críticas parecen haberse diluído en la noche de este domingo, al conocerse su amplia victoria, cuando lanzó un discurso llamando a "imponer la cultura del abrazo entre los colorados".
Esta invitación a la "reconciliación del pueblo colorado" incluye a Wasmosy, su principal "blanco" durante la campaña interna.
El repentino cambio de tono y opinión de Argaña pudo tomar por sorpresa sólo a quienes no estén familiarizados con la larga trayectoria de este alto funcionario del régimen de Alfredo Stroessner (1954-89) y, a la caída de éste, canciller del gobierno del general Andrés Rodríguez.
La "razón política", que Argaña maneja con maestría, parece justificar la tranquilidad observada en medios empresariales y políticos.
"La recuperación del Partido Colorado luego de un intento de golpe de Estado y el discurso de Argaña, de gran moderación y disposición al diálogo, contribuye a que se centre de nuevo la atención en los problemas económicos del país", dijo a IPS Luis González Arias, coordinador de la Unión Industrial Paraguaya.
Esta actitud de "borrón y cuenta nueva" asumida por Argaña tras su triunfo alcanzó también al Mercosur. Tras recordar que fue fundador del Parlamento Latinoamericano, negó de plano ser enemigo del pacto subregional.
Por otra parte, González Arias justificó las críticas al Mercosur lanzadas por el nuevo líder colorado, al indicar que "el acuerdo debe ser de cuatro vías y no de dos", en alusión a la hegemonía ejercida por Brasil y Argentina.
"Argaña dijo que el Mercosur estaba mal negociado, pero no reclamó nunca la salida de Paraguay", aseguró el dirigente empresarial.
La jornada electoral de este domingo permitió apreciar con toda claridad como un dirigente colorado cambia de opinión de la mañana a la noche.
Apenas iniciado el proceso electoral del oficialismo este domingo, Argaña tomó distancia del ex jefe del ejército Lino Oviedo, cuya intentona golpista tuvo al país al borde del colapso la semana pasada, y atacó una vez más a Wasmosy y a su principal rival en la contienda interna, el vicepresidente Angel Seifart.
Consideró a la sublevación de Oviedo "demasiado útil" para su sector. Los resultados electorales, al menos, parecen haberle dado la razón.
"La actitud pusilánime del presidente de la República, su asilo en la embajada norteamericana, empujado por embajadores extranjeros, sus indecisiones, que permitieron el fortalecimiento de Oviedo durante dos años y medio, evidentemente nos beneficia a nosotros que siempre hemos denunciado su ilegitimidad", afirmó.
No obstante, en Asunción circularon insistentes versiones, que le fueron recordadas en improvisada rueda de prensa en un centro de votación, sobre un presunto llamado del ex hombre fuerte del ejército a votar por su candidatura.
"No tengo conocimiento. Si usted sabe algo le ruego que me informe, puede ser interesante la información. Si no, dejémosla como versión", replicó el nuevo presidente del Partido Colorado. (FIN/IPS/ag/dm/ip/96)
