El presidente de Haití, René Preval, y su primer ministro, Rony Smarck, consideraron hoy la composición final del nuevo gabinete, que deberá quedar instalado la semana próxima.
Las carteras de Finanzas y Comercio fueron las más problemáticas, según fuentes políticas. Ambos puestos son considerados los más importantes por las instituciones financieras internacionales, ya que los ministros elegidos se harán cargo del programa de ajuste estructural de Haití.
Pero los contactos establecidos con el sector empresarial han fracasado porque los posibles candidatos "temen ser usados como chivos expiatorios cuando el gobierno enfrente las protestas populares al intentar aplicar las medidas necesarias para la recuperación económica", dijo un empresario.
La privatización de empresas públicas, uno de los pilares del programa de ajuste, llevó en octubre al cese del primer ministro Smarck Michel por diferencias con la política económica del entonces presidente Jean-Bertrand Aristide.
Las protestas populares estallaron en varias regiones después que Preval asumiera la presidencia el 7 de febrero, desafiando a las autoridades estatales.
En otro episodio, el gobierno se vio obligado a negociar con los habitantes de un suburbio marginal donde habían tomado el control de 15 camiones pesados pertenecientes al Ministerio de Obras Públicas.
El nuevo gobierno evitó confrontar a funcionarios públicos que impidieron a un ministro ingresar a su oficina, y bloquearon una importante ruta de acceso a Puerto Príncipe en protesta por el eventual cierre de un ministerio.
Esta semana la policía disolvió violentamente una demostración de estudiantes escolares en demanda de la remoción de un pila de basura frente a su local de clases.
Si los nuevos líderes continuan "volviéndose atrás en sus decisiones cada vez que tienen que enfrentar una manifestación de ciertos grupos (…) no veo cómo harán para que el parlamento apruebe las nuevas medidas económicas, o para respaldar a los empresarios y estimular a los inversores", manifestó el economista Kesner Pharel.
La presión de partidos políticos y organizaciones influyentes, incluso de ministros del nuevo gobierno, ha obligado a Preval a reconsiderar su decisión de cerrar ciertos ministerios.
Después que el martes el parlamento ratificara la elección de Rony Smarck como primer ministro, los diputados han esperado una resolución que abra paso a la constitución formal del nuevo gobierno.
Las carteras más importantes del nuevo gabinete podrían entregarse a ex ministros del gobierno de Aristide, pero los tres partidos que integran la gobernante coalición Lavalas no tendrán la mayoría de los ministros del nuevo gabinete.
Dirigentes populares interrogados por IPS se mostraron cautelosos, pero manifestaron su temor de que se acuse a Preval de "simplemente reconstituir el equipo de Aristide".
Un líder sindical señaló que la gente "está comenzando a deseperarse ante el hecho de que ciertos ministros que no lograron nada concreto bajo la gestión de Aristide puedan volver a sus viejos puestos".
Los ministros de Salud, Ambiente, Obras Públicas, Educación y Asuntos Exteriores del saliente gobierno podrían retener sus cargos, mientras el ministro de Planificación sería trasladado a la cartera de Economía, según fuentes cercanas al gobierno.
Max Antoine, abogado con estrechos lazos con el sector obrero, tiene altas posibilidades de ser escogido para el Ministerio de Justicia, encargado de la reforma de la policía y el sistema judicial. (FIN/IPS/tra-en/imc/lp/ip/96)
