ESTADOS UNIDOS: Blancos serán pronto minoría en California

No es contradictorio para los californianos que su población está aumentando a pesar de que la gente se marcha del llamado "Golden State" (estado del oro).

Parte de lo que provoca el éxodo es la constante marea de inmigrantes que pronto convertirán a California en el primer estado donde los blancos seran minoría.

Ayudada en gran medida por los nuevos inmigrantes, la población de California creció actualmente en 181.000 habitantes en el período anual que finalizó en julio de 1995.

La Oficina de Censos informó que este año se marcharon 383.000 californianos. La cifra es vista como un signo que el estado se recupera de una recesión épica. Mas de 600.000 personas han dejado el estado el ano anterior, un flujo que ahora se ha transformado en tendencia.

Durante una gran parte de este siglo, California fué un imán para aquellos ambiciosos que estaban insatisfechos con su vida en el este del país. Sin embargo, esta ya no es más la tierra prometida con palmeras y eterno verano.

A pesar del vuelco económico "la rosa ya no florece", apuntó Mark DiCamillo, director del Instituto Field, que realiza sondeos políticos.

DiCamillo dijo que la carrera es una cuestión importante, si bien no la mencionan, para muchos blancos que se han dado cuenta que pronto serán una minoría. "Están afrontando eso mediante el expediente de trasladar o separar comunidades", indicó.

Según el nuevo informe de la Oficina de Censos, un tercio de los residentes estadounidenses nacidos en el exterior vive en California, un estado cuya población de 32 millones supera a Canadá.

De los 1,8 millones de personas que llegaron al estado en 1990, 1,2 millones nacieron en otro país. Los inmigrantes, junto con las ya establecidas comunidades de hispanos, asiáticos y afroamericanos, han diferenciado a la población local del resto de Estados Unidos.

Muchos analistas temen que la división racial californiana se convierta en una cuestion relevante en una sociedad bipolar que, previsiblemente, surgirá mientras la clase media se marchita en la globalidad económica del siglo XXI.

"Los blancos dominarán durante los 10 o 20 años", dijo DiCamillo. "Esta podría ser una época en la que hay mayor malestar social".

Describió como "miopes" los esfuerzos de los políticos republicanos de apelar a los votos blancos con medidas tales como la Propuesta 187, una iniciativa destinada a negar servicios sociales a inmigrantes ilegales.

"Están quemando sus puentes. Van a necesitar a los latinos en su trayecto. A largo plazo, esas medidas terminarán por perjudicar a los republicanos", pronosticó.

A comienzos de la década, las noticias sobre californianos que levantaban sus propiedades y se marchaban fueron cosa común. Más de medio millón de empleos se perdieron, especialmente en las bien pagadas industrias militares, debido a los cortes post-Guerra Fría, que llevaron a una recesión nacional.

California experimentó su peor caída económica desde la época de la Gran Depresión (1929-1934).

Los tiempos duros fueron acentuados con la rebelión urbana en Los Angeles y hechos particularmente devastadores, que son perennes en California, como terremotos, incendios otoñales y sequía.

Muchos hombres de negocios contribuyeron a acentuar el humor sombrío al marcharse del estado en busca de menos impuestos, mejores posibilidades de trabajo y normas ambientales.

En la actualidad, la población escolar está explotando y los fondos son escasos. California figura 43 entre los 50 estados por el dinero que gasta en escolaridad.

Más de la mitad de la gente que se marcha se dirige a estados como Oregón, Nevada, Washington, Idaho, Utah, Colorado, Arizona y Nuevo México.

Una cosa respecto a las nuevas urbanizaciones es bien visible: son casi totalmente blancas. En efecto, muchos californianos de alta clase media se mudan a comunidades "cerradas", áreas residenciales rodeadas de muros y accesibles solo a través de puestos de control.

"Esas comunidades se han hecho muy prominentes. El 15 por ciento de los californianos viven en ellas", senaló DiCamillo.

En 1967, cuando las encuestas preguntaron a la gente cómo describirían a California como lugar para vivir, 73 por ciento contestó "uno de los mejores". En 1994, solo el 41 por ciento dió una respuesta parecida.

DiCamillo dijo que la insatisfacción comenzó a mostrarse en 1985. Esta se agudizó en 1989 y cayó al 30 por ciento en 1992, durante la peor parte de la recesión. (FIN/IPS/tra- en/jh/yjc/ego/pr).

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