El Congreso de Colombia, de mayoria liberal, tiene ahora en sus manos la suerte inmediata de Ernesto Samper, quien decidio jugar los restos de sus 17 azarosos meses de presidente en un juicio politico.
Entre enfatico y sereno, el Samper que hablo al instalar este martes las sesiones extraordinarias del Parlamento bicameral, al que convoco para que lo juzgue, mostro toda su garra de luchador y sus dotes de conciliador.
La animosidad de un auditorio compuesto por 102 senadores y 163 representantes a la Camara (baja), mayoritariamente liberal y con manifiestas fisuras al interior tanto del partido de gobierno como del opositor Partido Conservador, era explicable:
En el juicio politico al presidente el Parlamento se enfrenta tambien a un autojuicio, pues el proceso 8.000 -por filtracion de dinero de la mafia en la politica- vincula a 20 de sus miembros.
Una encuesta entre 5.121 personas, realizada por la emisora privada Radio Cadena Nacional, indica que 64,9 por ciento no confia en el Congreso como juez del presidente.
La acalorada intervencion de la senadora liberal Maria Izquierdo, inmediatamente despues de la de Samper, afirmando que el presidente si sabia que la mafia filtro dineros a la campana, resulto patetica.
Mientras Izquierdo hablaba por ultima vez en el salon eliptico donde se realizan las sesiones plenarias, la Corte Suprema le dictaba auto de detencion sin beneficio de excarcelacion.
Resistiendo contra las cuerdas en las que lo tiene arrinconado el escandalo por filtracion de narcodinero en su campana, el presidente habria dado las claves de una negociacion para su retiro, de la que todos hablan en voz baja, entre lineas, pero el desmiente.
"No estoy dispuesto a negociar con mi inocencia (…) no voy a sustituir la responsabilidad del juzgamiento de ciertas conductas relacionadas con la campana que ya tiene en sus manos la justicia", dijo al aceptar lo que ya es inocultable.
Insistio en que lo que ocurrio, "si ocurrio", fue a sus espaldas. Y categorico afirmo: "jamas existio acuerdo de parte mia con los carteles para brindarles beneficio alguno".
Esgrimio otra vez el arma de la consulta popular que hace una semana espanto a las cupulas de los dos partidos tradicionales, Liberal y Conservador, y a los gremios economicos, pero en un tono mas bajo.
Nego que la consulta -que propuso hacer despues del desenlace del juicio parlamentario- conduzca a la polarizacion porque, dijo, "la sociedad ya esta polarizada y el mecanismo contribuiria a "restablecer el consenso social".
Tampoco hablo como hace cuatro dias de la indisolubilidad de su "matrimonio" con el vicepresidente Humberto De la Calle, con lo que en su momento puso muy alta las apuestas de su salida.
Entonces parecia decidido a llevarse por delante a su companero de formula.
Ante el Congreso, en cambio, dejo entrever que aceptaria el consenso de todas las vertientes de los dos grandes partidos, salvo la suya, en torno al nombre de De la Calle.
En la consulta "solamente estaria en juego el mandato politico del Presidente de la Republica", fue la frase que eligio para dar a entender que deslinda terrenos con De la Calle.
Asi allanaria el camino para la sucesion en cabeza del actual vicepresidente que observa, cauteloso, desde la distancia de la embajada en Madrid.
Esa seria la contraparte al compromiso consignado en un comunicado de los expresidentes liberales, el lunes, en el sentido de que cualquiera que asuma en reemplazo de Samper debe respetar su programa social.
Esa reivindicacion de las propuestas sociales que durante la campana Samper llamo "ponerle corazon" a la apertura economica, le quitaria la bandera de la consulta pero abriria el camino para una resurreccion de Samper a mediano plazo.
El domingo el expresidente Alfonso Lopez recordo que en politica los ciclos son inexorables y apelo a una frase popular entre los cafeteros segun la cual "todo lo que sube baja y todo lo que baja sube".
Ademas de Lopez, el comunicado en que los expresidentes condicionan la sucesion a que se preserve el programa del "salto social" de Samper, fue firmado por Cesar Gaviria , y apoyado por Julio Cesar Turbay y Victor Mosquera.
Ironico, el senador Enrique Gomez, lider del grupo "los decentes" que hace cinco meses pide la renuncia de Samper, dijo que es muy facil aceptar esa condicion para la salida, "pues hasta ahora nadie sabe que es el salto social".
Las reacciones mas acidas a la intervencion del presidente provinieron del flanco conservador que, sin embargo, ha sido pilar de su gobierno con la participacion en el gabinete que solo retiro oficialmente hasta hace una semana.
Carlos Martinez, del ala pastranista -del expresidente Misael Pastrana y del candidato derrotado por Samper, Andres Pastrana-, dijo que "ojala el juicio no resulte otra mascarada como la de la Comision de Acusaciones".
Se referia al fallo que el 13 de diciembre absolvio al mandatario, al no hallar meritos para iniciar una investigacion formal.
Ahora seria esa comision, que Samper pidio modificar para darle transparencia al proceso, la que iniciaria un recorrido que pocos descartan que concluya con la renuncia.
En lo que no hay total acuerdo es en la celeridad con que se realizara el juicio.
"Samper es un gallo de pelea y tiene varios ases debajo de la manga. Todavia le queda cuerda para un rato mientras se acomodan las cosas", es una opinion que tiene adeptos en contrapeso a quienes hace una semana creian que el desenlace era de horas.
Afuera de los conciliabulos palaciegos, en la calle, frente a la sede del Congreso y al pie de la Casa de Narino, grupos no muy numerosos de sindicalistas y lideres populares corean el nombre de Samper y le piden que se quede.
Mientras tanto, en el Parque del Japon, 80 manzanas al norte de la sede del Parlamento y del palacio presidencial, senoras "encopetadas" agitan la consigna de la renuncia ya.
Expresiones ambas de una crisis en la que otra vez los dos partidos historicos de Colombia ponen a prueba su sentido de supervivencia, el mismo que les ha permitido mantener el poder durante todo el ultimo siglo. (FIN/IPS/mig/jc/ip/96)
