Rusia y Japon dan los toques finales a un acuerdo para construir una planta reprocesadora de desperdicios liquidos radiactivos en el Lejano Oriente ruso, como forma de evitar mayores riesgos de contaminacion en el Mar del Japon.
Ante la indisimulada amenaza de que la falta de financiacion para esa planta obligaria a Rusia a depositar nuevamente en el fondo del mar sus residuos nucleares, Tokio se dispone a invertir 25 millones de dolares en el proyecto.
A fines del ano pasado, Moscu advirtio que si no fuera posible encontrar financiacion para construir la proyectada planta de Bolshoi Kamen -cerca de Vladivostok-, en un lugar donde ahora se reparan submarinos nucleares, no tendria mas remedio que volver a acumular desperdicios radiactivos en el Mar del Japon.
"Las dificultades financieras, la falta de espacio para un mayor almacenamiento de residuos en tierra y la insuficiente capacidad de reprocesamiento existente, no dejan alternativa", dijo Viktor Kutsenko, alto funcionario del Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales ruso.
Kutsenko se lamento de la insuficiencia de la ayuda internacional prometida a Rusia para resolver este problema, desde que Moscu hizo su ultimo deposito de residuos en el lecho del Mar del Japon en 1993.
Desde entonces, segun el funcionario, la situacion se ha tornado cada vez mas seria, a medida que se han ido desmantelando los submarinos nucleares rusos en cumplimiento de los tratados de desarme nuclear START. Unos 45 submarinos esperan actualmente ser desmantelados, anclados cerca del puerto de Vladivostok.
Para resolver el problema se ha acordado que la planta de Bolshoi Kamen sera construida por la empresa japonesa Tomen Corporation y la estadounidense Babcock and Wilcox. Se espera que la planta -con capacidad para reprocesar hasta 7.000 metros cubicos de residuos por ano- este terminada a finales de 1996.
Esta inversion sera financiada por el gobierno japones como parte del programa de ayuda acordado entre ambos paises en octubre de 1993, por un total de 100 millones de dolares, con el objetivo de desmantelar los viejos equipos nucleares militares sovieticos que existen en Rusia.
Las actuales instalaciones de almacenamiento de residuos liquidos, construidas en viejos buques-tanque TNT, han demostrado ser inadecuadas.
Las negociaciones de este proyecto se vieron obstaculizadas en Moscu por discrepancias entre el Ministerio de Defensa y el Ministerio de Ambiente, por entender este ultimo que el proyecto debia utilizar tecnologia japonesa.
Mientras el Ministerio de Ambiente continuaba conversando con Japon, la Flota del Pacifico construyo y empezo a utilizar sus propias unidades procesadoras en Sharya, por el metodo de quitar el agua de los residuos y encerrarlos en bloques de hormigon.
Dos de estas unidades ya han reprocesado, en el termino de un ano, 3.000 metros cubicos, en las bases navales de Kamchatka y Territorio Maritimo.
El gobierno ha permitido una considerable participacion de los ambientalistas en la redaccion de un nuevo proyecto de ley sobre residuos nucleares, que no solo prohibira la importacion de esos residuos sino que expresamente definira al combustible usado como un "desperdicio", llenando el actual vacio legal en la materia.
Aun continuan llegando desperdicios de Finlandia, para ser reprocesados en plantas rusas en los Urales, pero este comercio cesara en breve, pues el vecino pais escandinavo ha decidido almacenar sus residuos en el futuro.
Rusia tenia proyectos para vender sus servicios nucleares ampliamente en Europa, y mantuvo conversaciones con Alemania y Suiza para reprocesar combustible usado de estos paises en plantas rusas, sin ningun resultado concreto.
Ademas del compromiso de reprocesar el combustible de los reactores que esta construyendo en Iran, Rusia ha ofrecido el mismo servicio a China, la Republica Checa y Hungria, mientras ya mantiene contactos con Corea del Sur. (FIN/IPS/tra-en /jmp/rj/arl/en/96)
