JAPON: Relacion de dependencia asegura renovacion de pacto con EE.UU.

El gobierno de Japon esta determinado a mantener las bases militares de Estados Unidos en su territorio pese a la energica oposicion del publico y en clara admision de su dependencia de Washington en materia de defensa.

"Es hora de que el gobierno japones explique al publico la importancia para su pais del pacto de seguridad entre Estados Unidos y Japon", manifesto William Perry, secretario de Defensa de Estados Unidos, en reaccion ante las protestas contra la presencia de soldados norteamericanos en Okinawa.

El primer ministro Tomiichi Murayama urgio esta semana a revisar su posicion al gobernador de la isla de Okinawa, Masahide Ota, quien se rehusa a firmar cualquier documento que obligue a los propietarios a prolongar el arrendamiento de tierras a las bases militares estadounidenses.

"Si Ota se niega, no tendre mas remedio que firmar los documentos en su representacion", advirtio Murayama a un grupo de periodistas.

Observadores politicos destacaron que nunca como ahora el gobierno habia reconocido la dependencia japonesa de Estados Unidos en cuestiones de seguridad.

Mas llamativo aun resulta que Murayama surja como decidido defensor del pacto bilateral de defensa, dado que su partido, el Social Democratico, ha resistido tradicionalmente ese tratado, que siempre fue apoyado por el conservador Partido Liberal Democratico.

Okinawa, una pequena isla al sur de Japon, alberga 75 por ciento de los 47.000 soldados estadounidenses establecidos en el pais. La isla fue escenario de una feroz batalla entre el Ejercito Imperial Japones y las fuerzas estadounidenses a fines de la segunda guerra mundial.

Los habitantes del lugar se sienten agraviados por la fuerte presencia militar de Estados Unidos. Ota pretende que el gobierno traslade algunas de bases a otras islas del archipielago japones.

Tokio intento eludir el tema por varios anos, pero la violacion de una nina japonesa de 12 anos por parte de tres soldados estadounidenses, en septiembre, desperto la indignacion del publico y decidio al gobierno a considerar seriamente el problema.

La cancelacion de la visita a Japon del presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, significo un golpe a los esfuerzos de Murayama por aliviar la inquietud de la opinion publica.

Se aguardaba para la semana ultima una declaracion conjunta de los dos lideres, que seria utilizada por Estados Unidos para anunciar la reduccion de sus efectivos en la isla.

Clinton proyectaba desplazarse a la ciudad de Osaka, para asistir a la cumbre del foro de Cooperacion Economica de Asia y el Pacifico, pero asuntos de politica interna determinaron la suspension de su viaje.

Perry desea que el gobierno japones explique a la resentida poblacion de Okinawa que las bases estadounidenses contribuyen a la defensa del pais. Okinawa significa para Estados Unidos un punto de influencia en el continente asiatico.

Su constitucion pacifista de posguerra prohibe a Japon organizar un ejercito fuerte. Durante la guerra fria, el pais consideraba a la Union Sovietica su mayor enemigo, y ahora recela de Corea del Norte y China.

Perry destaco que las bases estadounidenses en Okinawa tambien ayudaran a Japon a reconquistar la confianza de las naciones asiaticas que colonizo brutalmente en el pasado.

El publico japones nunca acepto por completo el apoyo de su gobierno a Estados Unidos en conflictos internacionales. Durante la guerra del Golfo, Okinawa fue una importante punto de aprovisionamiento de combustible de los buques de guerra de Estados Unidos.

Las bases de Okinawa tambien suministraron armas y alojamiento a los soldados estadounidenses, pese a la oposicion de la opinion publica japonesa.

Tokio intento restar importania al tema, y prefirio destacar la necesidad de defender el territorio nacional ante potenciales enemigos. Las autoridades temen que las criticas a Estados Unidos afecten el pacto de seguridad, que suponen una premisa para la tranquilidad en la region.

El gobierno proyecta aumentar su apoyo financiero a las bases, y varias demandas judiciales, entabladas con el proposito de clausurar esos bastiones militares, fueron rechazadas por falta de fundamento legal.

Los analistas preven que las autoridades japonesas intentaran calmar la agitacion publica mediante el traslado de algunos soldados estadounidenses fuera de Okinawa. (FIN/IPS/tra- en/sk/lnh/ml-ff/na ap ip/95) ITEM CLOSE

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