La tesis de un posible complot militar contra el presidente de Colombia, Ernesto Samper, cobro fuerza hoy al decretarse el retiro de dos altos jefes militares, sospechosos de difundir informacion que compromete a un allegado al mandatario en un caso de corrupcion.
El decreto no explica las causas del retiro del jefe de inteligencia del Ejercito, general Luis Urbina, y de su asistente, coronel Gustavo Castro, pero trascendio que ambos fueron acusados de "conspiracion" por haber entregado a varios medios de comunicacion una grabacion clandestina.
"Han senalado a Urbina y a Castro como conspiradores y se decidio llamarlos a 'calificar servicios"' (pasar a retiro), informo este viernes el diario El Tiempo, que atribuyo la declaracion a una fuente del Ministerio de Defensa.
Los altos mandos militares restaron importancia al hecho, al que calificaron como "manejo irregular de una informacion", pero quedaron pendientes de respuesta varias interrogantes sobre el objetivo que perseguian quienes entregaron la grabacion a los periodistas.
En la cinta, un hombre que presuntamente es Heyne Mogollon solicitaba al gerente de un banco un prestamo de fomento que finalmente habria desviado de su objetivo inicial.
Mogollon investiga por encargo de Samper el posible aporte de dinero proveniente del narcotrafico a los fondos de campana electoral del actual mandatario.
Se sospecha que Urbina fue quien entrego la grabacion al Telenoticiero Nacional y a otros medios para descalificar al investigador de Samper.
Los propios responsables del noticiero afirmaron luego que se trataba de una cinta trucada.
Sin referirse directamente a Urbina, el ministro del Interior, Horacio Serpa, afirmo que la conspiracion contra Samper "no ha sido conjurada, por cuanto siguen disparandose dardos desde todos los angulos" para desestabilizar a su gobierno.
Por su parte, un dirigente del opositor Partido Socialista de los Trabajadores (PST) que reclamo el anonimato sugirio a IPS que la intencion del jefe de inteligencia al operar contra el propio presidente fue "crear un ambiente de desestabilizacion".
Tras conocer la decision del gobierno, Urbina emitio un comunicado en el que manifiesta que respeta y acata "de manera subordinada" la decision y lamenta que "la actual situacion politica y militar" del pais lo haya obligado a "envainar la espada y guardar el baston de mando, simbolos de la democracia".
Sin embargo, el jefe militar dejo sin explicar los motivos que perseguia cuando entrego la cinta a los medios de comunicacion, lo cual es objeto de una investigacion, segun anuncio el comandante del ejercito, Harold Bedoya.
"Esperamos que se pueda determinar exactamente cual fue el origen. Pero lo que si es claro es que se trata de un documento que fue manejado irregularmente", afirmo Bedoya.
Urbina es considerado en medios del ejercito como "muy allegado" a Bedoya, y se le acusa de haber entregado tambien a periodistas un documento interno en el que el comandante expresaba sus reparos a la oferta de dialogo a la guerrilla en La Uribe (centrooeste de Colombia) entablada por Samper.
El fracaso de este dialogo fue considerado por sectores de izquierda como un triunfo de la cupula militar.
La revista Cambio 16, de Colombia, senalo a principios de mes la posibilidad de que en el pais se este gestando un movimiento "civico-militar" apuntalado por "la debilidad del gobierno, la narcocorrupcion y la desesperacion que produce el conflicto armado".
La publicacion incluia una entrevista al general Bedoya, a quien se califica como "un hombre de caracter fuerte, querido por la tropa y capaz de causar polemicas".
Sin embargo, Bedoya descartaba en esa misma entrevista que exista una tendencia golpista dentro del ejercito, y nego tener interes en asumir funciones diferentes a las que tiene actualmente como comandante.
"Estamos cumpliendo con las responsabilidades que nos asigna la Constitucion y esperamos que los dirigentes politicos sigan manejando el Estado", dijo el militar. (FIN/IPS/yf/mj-dm/ip/95
