Las autoridades de Venezuela impidieron la exportacion de 60 kilogramos de cocaina camuflada dentro de empaques de libros eclesiasticos y cuya salida expedita se busco falsificando la firma del canciller, Miguel Angel Burelli.
La militar Guardia Nacional informo que detuvo a dos individuos que el jueves trataron de despachar el alijo en el aeropuerto caraqueno de Maiquetia, distribuido en 70 bloques dentro de paquetes de libros pertenecientes a una parroquia catolica.
Los individuos presentaron en la aduana aerea una supuesta comunicacion del canciller, en la que este invocaria "el convenio eclesiastico y pacto con otros paises de la comunidad catolica", segun el cual "no deberan ser adulterados los estados normales en que se entregan los empaques a la aduana".
El beneficio de no revisar los empaques en la aduana fue pedido para una "Corporacion Yelimar", que segun la falsa comunicacion perteneceria a la Iglesia de Santa Teresa, una de las mas conocidas parroquias de esta capital.
La cancilleria denuncio de inmediato la falsificacion de la firma del titular de ese despacho y "el forjamiento de la papeleria oficial, con fines delictivos".
Aclaro que no existe instrumento juridico internacional alguno firmado por Venezuela como el aludido en la supuesta comunicacion oficial y recordo que los mecanismos para exportaciones expeditas entre la cancilleria y el Ministerio de Hacienda (aduanas) es diferente al utilizado por los narcotraficantes.
Las autoridades no indicaron hacia cual "pais de la comunidad catolica" se trato de dirigir la droga camuflada en 110 bultos con libros que pertenecerian a la parroquia Santa Teresa.
El canciller Burelli es un catolico practicante y justamente mientras las autoridades develaban el intento de traficar drogas con una falsificacion de su firma, el participaba en una procesion con motivo del Corpus Cristi por el centro de Caracas. (FIN/IPS/hm/ag/ip/95
