El actual entusiasmo por la participacion de las organizaciones no gubernamentales (ONG) en el cambio social puede resultar un arma de doble filo capaz de perjudicar en especial a la causa feminista, advirtio un informe independiente publicado por la ONU.
Los briosos llamados de los patrocinadores y los gobiernos occidentales en favor de nuevas formas de colaboracion con las ONG "deberian ser mirados con cautela por los grupos defensores del desarrollo y de la mujer", expresa en informe firmado por Shahrashoub Razavi y Carol Miller.
Las autoras entienden que en tanto las ONG feministas tienen un papel fundamental que jugar como plataforma clave de su propia causa, corren tambien el riesgo de permitir que los gobiernos se desentiendan de la tarea de crear y ejecutar politicas estatales de equidad en este campo.
Las ONG feministas, segun el informe, deberian continuar presionando a los gobiernos para que pongan en practica politicas justas. Si dejaran de hacerlo, tal vez tuvieran que echar sobre sus espaldas la responsabilidad del cambio social.
El informe -titulado "De la Mujer en el Desarrollo a Genero y Desarrollo"- es parte de una serie de documentos emitidos por el Instituto de Investigacion de las Naciones Unidas para el Desarrollo Social (UNRISD), en preparacion de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer (Beijing, septiembre 1995).
Mas de 35.000 mujeres representando a miles de ONG y a otros grupos de base, tanto de paises ricos como pobres, haran presion para que se modifique un plan de accion de la ONU (Organizacion de las Naciones Unidas) que fijara las prioridades de los gobiernos en el tema de la mujer durante los proximos 10 anos.
El borrador de plan de accion que se esta preparando para la conferencia de Beijing convoca de forma reiterada a los grupos feministas -y a otros que representan a la sociedad civil, como los academicos y educadores- a colaborar en la habilitacion de la mujer en el ejercicio de sus derechos.
No obstante, el director del UNRISD, Dharam Ghai, dijo que asi como estos miles de grupos deben desempenar la funcion de poner sobre la mesa las experiencias de la vida real, "existen serios limites a lo que pueden alcanzar las instituciones de la sociedad civil".
Razavi y Miller concuerdan con este punto de vista y hacen notar que puede no estar bien fundado el optimismo general sobre el papel que jugaran las ONG feministas en el establecimiento de una mayor igualdad entre el hombre y la mujer.
Las autoras advierten sobre el peligro de que el discurso que actualmente utilizan los defensores del desarrollo y los patrocinadores occidentales se encuentre con los mismos problemas con que se enfrentan las estrategias de los gobiernos y las grandes burocracias internacionales.
Estos problemas incluyen la insensibilidad de los planificadores y la existencia de proyectos aislados, que aunque interesantes, no consiguen cambiar las actuales relaciones de poder entre el hombre y la mujer y entre diferentes grupos sociales o niveles economicos.
Por ejemplo, senalan a la Asociacion de Mujeres Trabajadoras Autonomas de India (SEWA), que ha tenido gran exito en crear la conciencia de los derechos de las mujeres en el trabajo, pero ha logrado muy poco en disminuir las diferencias entre las clases o en asegurar el acceso de la mujer al mercado laboral.
Otro problema de las ONG es su responsabilidad y representatividad.
"En vista de la creciente proporcion de financiacion proveniente de patrocinadores privados, que estan recibiendo las ONG, es dificil imaginar que estas puedan resistir a la influencia de sus donantes en la eleccion de sus objetivos", advierte el informe de Razavi y Miller.
La cantidad de dinero para promocion del desarrollo que manejan las ONG se ha disparado en la ultima decada, lo cual refleja un cambio de criterio en los donantes, que se apartan del Estado y se dirigen a las instituciones locales y a grupos no gubernamentales.
El Banco Mundial, por ejemplo, eligio a las ONG para canalizar cerca de la mitad de los fondos que dedico en 1993 al desarrollo en Africa. En marzo de este ano, Estados Unidos anuncio que mas de la mitad de su ayuda externa seria realizada a traves de las ONG en lugar las vias gubernamentales.
El cambio ha incluido tambien una sustitucion parcial de las antiguas preocupaciones por los asuntos economicos, por los temas que tienen un mas directo contenido politico y social, como los derechos humanos, el buen gobierno y la participacion.
Alentada por la ONU, esta nueva orientacion supone un mayor enfasis en el papel activo de la mujer en las esferas de trabajo sobre el ambiente, la poblacion, la salud y la educacion, ademas de los temas del desarrollo economico.
Las autoras advierten que las ONG feministas, al ganar el derecho de ser asociadas a los gobiernos, pueden quedar enterradas por el trabajo de ejecutar todas las propuestas de cambio economico y social aprobadas por las ultimas conferencias de la ONU.
Por ultimo hacen notar que estos grupos pueden quedar sosteniendo la tarea del cambio en un programa de reformas sociales y economicas, pero alejadas del proceso politico que controla las decisiones. (FIN/IPS/tra-en/jd/jl/arl/pr/95
