Cuando Margot Wallstrom acepto el puesto de Ministra de Cultura de Suecia, en septiembre, impuso una inusual condicion: poder trabajar desde su casa para estar cerca de sus dos hijos pequenos, en vez de tener que trasladarse hasta la capital.
Aun en Suecia, donde las mujeres supuestamente son mas iguales que los hombres que en cualquier otra parte del mundo, la imagen de una ministra leyendo documentos oficiales con un bebe sobre sus regazos provoco reacciones en sectores mas conservadores.
Wallstrom, quien mantiene comunicacion con su personal en Estocolmo mediante el video y el correo electronico, es una de 11 ministras y 11 ministros en el gabinete del primer ministro Ingvar Carlsson.
La igualdad en la distribucion no es mera coincidencia, sino parte de un vigoroso esfuerzo del gobierno socialdemocrata para fomentar la igualdad entre los sexos y eliminar la discriminacion contra las mujeres en todos los aspectos de la sociedad sueca.
El plan se inicio a mediados del ano pasado cuando Carlsson, cediendo a una poderosa campana feminista de base tanto dentro como fuera del pais, anuncio que los socialdemocratas asignarian iguales cuotas de mujeres y hombres candidatos a las elecciones que entonces se aproximaban.
La decision constituyo un hito para las mujeres y coincidio con una creciente reaccion feminista ante la primera baja de su representatividad en el parlamento en la historia del pais, cuando la oposicion conservadora gano las elecciones de 1991.
El retorno de los socialdemocratas al poder el ano pasado ayudo a incrementar la proporcion de parlamentarias al 40 por ciento, el segundo mayor porcentaje del mundo despues de Seychelles, donde ellas representan el 43 por ciento.
Marie Granlund, de 32 anos, es una de las nuevas parlamentarias que no hubiera tenido la oportunidad de ingresar al parlamento de no haber sido por el sistema de cuotas.
"Hay tantas mujeres socialdemocratas activas como hombres, pero antes estabamos restringidas al cuarto de atras. Ahora estamos comenzando a ganar la misma posicion que los hombres", dijo.
Granlund considera que el principio de las cuotas es vital para la imagen del partido como garante de la igualdad sexual y provoco la llegada de parlamentarias jovenes, lo cual a su vez revitalizo el poder de atraccion del mismo entre la generacion mas joven.
Estimulado por este exito, Carlsson creo un Ministerio para Asuntos de la Igualdad, encabezado por la propular primera ministra adjunta Mona Shalin.
Esta encargado de romper las barreras de la discriminacion en la sociedad y tiene cuatro areas de trabajo claves: el ejercito, la iglesia estatal Luterana, la industria privada y la educacion superior.
El ministerio elaboro un plan que impone cuotas de mujeres en el profesorado de las universidades extremadamente conservadoras, en las cuales ellas ocupan solo siete por ciento de los puestos.
La reforma contempla la reservacion de 30 nuevos puestos para las mujeres y los promotores la consideran un golpe muy simbolico contra las profesiones dominadas por hombres.
Anki Gundhall Wood, asesora del Ministerio ded Educacion, dijo que las cuotas son un arma importante para ayudar a que las mujeres venzan el muy enraizado conservadurismo masculino.
Las estadisticas hablan por si mismas, dijo, aseverando que "existen muchas mujeres competentes solicitando empleo, pero algo anda mal porque solo los hombres obtienen los trabajos".
No obstante, el plan fue atacado por el ala derecha y hasta provoco roces entre algunas simpatizantes feministas, ante la preocupacion de que candidatas mujeres menos calificadas sean promovidas en detrimento de hombres de mas experiencia.
Christel Anderberg, parlamentaria del conservador Partido Moderado, dijo que la idea provoco un desastre y debilitara la posicion de las mujeres dentro de la academia.
"La gente mirara a las mujeres por encima de sus hombros y dira que obtuvieron el puesto solo por ser mujeres", dijo.
Anadio que la igualdad real no se puede imponer a la fuerza y que las mujeres son lo suficientemente fuertes como para salir adelante por si mismas.
"Las cuotas expresan falta de confianza en la capacidad de las mujeres para surgir por sus propios meritos", manifesto.
Los detractores de las cuotas afirman que Suecia no puede estar tan mal y es vista como lider mundial en cuanto a la igualdad de los sexos, al tener casi igual numero de hombres que de mujeres en el trabajo y buenas leyes contra la discriminacion.
Pero este no es el panorama completo. Un flujo masivo de mujeres hacia las profesiones relacionadas con el bienestar social de hecho causo segregacion en el mercado de trabajo en base al genero.
Mientras 70 por ciento de los trabajadores del sector publico son mujeres, la cifra en la empresa privada es solo 35 por ciento.
La desigualdad en los salarios tambien significa que las mujeres ganan 20 por ciento menos que sus colegas hombres.
Asimismo, menos de una decima parte de los puestos de direccion en las empresas e industrias son ocupados por mujeres.
Maria-Pia Boethius, destacada autora y activista feminista, dijo a IPS que las empresas se niegan a tener buen sentido economico.
"La gente debe entender que hay una enorme perdida de talento debido a los sistemas dominados por los hombres que le cierran el paso a las mujeres. Al final, esto cuesta dinero", explico.
El gobierno se muestra reticente a imponer cuotas en el sector privado, temiendo que esa propuesta no funcione. Mas bien, esperan que su ejemplo de igualdad sexual se filtre en la industria.
Sin embargo, los ministros no descartan imponer leyes y los lideres empresariales ya fueron advertidos de que si no mejoran la posicion de las mujeres por propia iniciativa podrian verse forzados a hacerlo. (FIN/IPS/trad-en/gam/cpg/da/cw).
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