CHINA-ESTADOS UNIDOS: Gestiones para evitar guerra comercial

Representantes de los gobiernos de China y Estados Unidos informaron hoy de gestiones para evitar que su disputa sobre derechos de propiedad intelectual provoque una guerra comercial que ya tiene fecha de comienzo.

Funcionarios de los dos paises expresaron que la proxima semana podrian reanudar las conversaciones bilaterales cuya interrupcion, verificada hace diez dias, dio lugar este fin de semana a la mutua amenaza de sanciones.

El representante comercial de Estados Unidos, Mickey Kantor, anuncio el sabado la imposicion de aranceles punitivos a cierto numero de productos importados desde China, cuyo valor asciende a 1.080 millones de dolares por ano.

El monto senalado equivale a las perdidas calculadas por Kantor a causa de practicas de pirateria atribuidas a empresarios chinos y que afectan a productores estadounidenses de programas de computacion, discos compactos y grabaciones de video.

Las sanciones serian aplicadas a partir del dia 26 a los contestadores automaticos y los telefonos celulares, a articulos deportivos, bicicletas y manufacturas de madera y plastico.

El gobierno de Beijing respondio con la decision de aumentar a su vez las tarifas aduaneras correspondientes a algunas compras en Estados Unidos, y suspendio sus conversaciones con fabricantes de automoviles y con otras firmas norteamericanas que buscan vias de acceso al creciente mercado chino.

Las restricciones resueltas en China se refieren a bienes cuyo ingreso ya esta sujeto a limitaciones o son objeto de pirateria de derechos de autor. Se trata de programas de television, discos compactos, cigarrillos y grabaciones de video.

Sin embargo, la postergacion hasta casi fin de mes de las sanciones previstas parece confirmar que ambas partes intentan evitar la guerra comercial, una situacion que tendria impacto en la totalidad de las relaciones bilaterales y podria ampliarse a otras economias de Asia.

La disputa chino-norteamericana entrana riesgos para Hong Kong, que sirve de puerta para una gran parte del comercio entre los dos paises y perderia dos por ciento de sus ventas a Estados Unidos.

El estallido de la guerra comercial tambien perjudicaria el proposito de China de sumarse a la Organizacion Mundial de Comercio, el organismo que este ano reemplazo al GATT (Acuerdo General de Aranceles y Comercio).

China no logro su objetivo de reincorporarse en 1994 al GATT, una institucion internacional que abandono en 1949, despues de la victoria de la revolucion comunista, y acusa a Estados Unidos de haber obstaculizado su esfuerzo.

Estados Unidos propuso reanudar el dialogo bilateral en Washington, aunque todavia no ha sido fijada la sede del eventual encuentro, y un diplomatico occidental comento en Beijing que "hay gestiones para reanudar la negociacion".

Funcionarios norteamericanos presentaron al gobierno chino bases para las nuevas discusiones, que tomarian de punto de partida asuntos que los dos paises ya han acordado.

Algunos economistas destacaron que Washington evito incluir en esa lista inicial rubros como juguetes, zapatos, textiles y la mayoria de los productos electronicos, que representan el grueso de las exportaciones de China.

El intercambio bilateral es claramente favorable a China, cuyo superavit ante Estados Unidos se disparo de 10.000 millones de dolares en 1990 a 30.000 millones en 1994, y la solucion del conflicto exigira dificiles concesiones de las dos partes.

Estados Unidos pretende el endurecimiento de la legislacion de China para la proteccion de los derechos de propiedad intelectual y medidas energicas contra las factorias que producen ilegalmente mas de 70 millones de discos compactos por ano, la mayoria para la exprtacion.

Pero se cree que las empresas piratas estan vinculadas con militares, ministros y dirigentes provinciales, que amparan su produccion frente a los controles del gobierno central.

La intervencion de las autoridades se demora tambien debido a la incertidudmbre politica que rodea el delicado estado de salud del lider supremo Deng Xiaoping.

Las industrias discografica y del cine, y el Congreso dominado por la oposicion republicana, presionan al presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, en demanda de firmeza ante China y del fortalecimiento de la proteccion a los derechos de autor.

La disputa en curso es la ultima y mas grave de una serie de conflictos comerciales bilaterales, que en todos los casos fueron resueltos por acuerdos de ultima hora.

En 1992, los dos paises libraron una escaramuza diplomatica por el acceso de Estados Unidos al mercado de China y por los derechos de propiedad intelectual.

Poco despues, en enero de 1993, otro incidente fue superado mediante un convenio que comprometio a China a restringir su exportacion de productos textiles. (FIN/IPS/tra-en/rc/cb/ff/ie/95

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