El presidente de Venezuela, Rafael Caldera, realizo hoy el segundo cambio de la cupula de las Fuerzas Armadas de su gestion de 11 meses, al designar un nuevo ministro de Defensa y distintos miembros del alto mando militar.
Las modificaciones en la etructura militar se han convertido en un tema delicado desde que en 1992 se produjeron dos cruentas sublevaciones que fracturaron a las Fuerzas Armadas venezolanas y cuyo trauma persiste, aunque atenuado tras la llamada politica de pacificacion castrense de Caldera, en el poder desde febrero.
Caldera decidio designar como nuevo titular de Defensa al general Moises Orozco, hasta ahora comandante general del ejercito, la misma rama a la que pertenece el saliente ministro, el general Rafael Montero, en el cargo desde enero y que pasa ahora a retiro.
Montero explico que el nuevo titular asumira sus funciones el 5 de enero, junto con el resto del alto mando militar, cambiado en su totalidad, aunque algunos oficiales que solo pasarian a retiro en julio asumiran otros cargos.
Los nuevos comandantes de las cuatro armas del pais y el resto de la alta oficialidad permaneceran en el cargo por ano y medio, porque solo entonces pasaran a retiro, preciso Montero, para quien este hecho ayudara a la consolidacion de la estabilidad militar.
La designacion de Orozco se daba como un hecho desde hace semanas, mientras que tampoco en los nuevos comandantes anunciados este martes ha habido sorpresas.
El comandante general del ejercito desde la proxima semana sera el general Nicolas Valencia, el de la marina el vicealmirante Jesus Briceno, el de la aviacion el general Agustin Borges y el de la Guardia Nacional el general Juan Pena.
Hasta ahora todos los cambios en la estructura militar se producian el 5 de julio, dia de la Independencia de Venezuela, en una criba cada vez mas problematica porque son cada vez mas los postulantes para cada ascenso.
Caldera comenzo el escalonamiento de recambios con el alto mando y el Ministerio de Defensa siendo aun presidente electo, cuando anticipo al anterior titular de esa cartera y sus inmediatos colaboradores, con quien se habia enfrentado como candidato, que se proponia reemplazarlos al iniciar su mandato.
El entonces ministro, el vicealmirante Radames Munoz, decidio abandonar el cargo de inmediato y critico asperamente a Caldera por no esperar a julio para hacer el cambio, pero la medida fue calificada como "de alta cirugia politica", por el polemico protagonismo adquirido por Munoz en la escena nacional.
Ademas, facilito el proceso de pacificacion prometido por Caldera y basado en el sobreseimiento de las causas de los militares golpistas, que completo en mayo y a los que el anterior alto mando se oponia, en especial Munoz.
Un proyecto de ley que comenzara a ser discutido por el Congreso bicameral en febrero establece un sistema de ascensos continuos a lo largo del ano y basados en un sistema mas transparente de meritos.
En Venezuela los militares pasan a retiro al cumplir 30 anos de servicios, lo que arroja una jubilacion forzada de los generales de mas alta graduacion a los 50 anos de edad promedio.
Tambien se genero en los ultimos anos la tradicion de modificar toda la cupula castrense cada ano, en lo que militares activos y en retiro consideran negativo para la eficiencia de las Fuerzas Armadas.
Es como si a una empresa se le cambiara toda su gerencia cada ano, ha comentado el general retirado y ahora senador de la izquierdista Causa Radical Alberto Muller.
Venezuela, con una poblacion de 21 millones, tiene cuatro militares por cada mil habitantes, segun estadisticas de 1992, una de las mas bajas de America Latina, detras solo de Haiti, Argentina, Mexico y Brasil.
En una composicion de las Fuerzas Armadas policlasista y representativa de la poblacion general, la figura del cabecilla golpista de la primera asonada de 1992, el ahora teniente coronel Hugo Chavez, se mantiene como una fuente de influencia interna, sobre todo en capas bajas y medias.
El manejo de la "cuestion castrense" por Caldera es considerado el mayor logro de su pirmer ano, en contraste con la criticada gestion neopopulista de la economia, que cerro con una caida de 3,3 por ciento, una inflacion de 70,8 por ciento y un deficit publico total sin precedentes de 15,2 por ciento.
El Ministerio de la Familia ha suministrado cifras igualmente poco alentadoras en lo social, con un indice de pobreza que paso de 48 a 52 por ciento, el desempleo de 14 por ciento de la poblacion activa y el drama de que uno de cada cinco venezolanos vive en el limite de subsistencia.
Se trata de uan realidad que representa un caldo de cultivo para el malestar de los cuarteles, aunque como parte de su estrategia, el veterano Caldera, quien ya goberno el pais entre 1969 y 1974, promovio el incremento general de los salarios en las Fuerzas Armadas. (FIN/IPS/eg/ag/np/94
