Los brasilenos no tienen de que quejarse en relacion a 1994, ya que tras 15 anos de continua recesion y sucesivos planes de estabilizacion finalmente la economia comienza a presentar indices optimistas de cara al futuro.
La inflacion, el gran mal de la economia nacional, pareceria poder ser contenida. En los dos ultimos meses de este ano los indicadores inflacionarios oscilaron entre dos y 2,5 por ciento.
Sin duda, todavia se trata de indices elevados para el modelo de las economias estables. Pero para Brasil, que se habia acostumbrado a convivir con impresionantes tasas cercanas a 50 por ciento al mes, representa un enorme alivio.
Los ciudadanos comenzaron a entender en la practica cotidiana las ventajas de vivir en una economia estabilizada, en la cual la fluctuacion de los precios dejo de ser vertiginosa.
"El consumidor brasileno esta extasiado con el hecho de poder volver al supermercado un mes despues y encontrar los mismos precios", comento Arthur Sendas, dueno de la mayor red de supermercados de Rio de Janeiro, las "Casas Sendas".
Los pobres fueron los grandes beneficiados por esa nueva realidad. Sus salarios, que se erosionaban a un ritmo de uno o dos por ciento cada dia, ahora se mantienen estables.
El poder adquisitivo de las capas mas bajas de la poblacion, las que ganan hasta 200 dolares mensuales, no solo fue protegido sino que aumento 20 por ciento desde que se puso en practica el Plan Real, hace seis meses.
La Asociacion Brasilena de Supermercados calcula que el crecimiento real de las ventas, en 1994, fue de 15 a 20 por ciento. Y mas de 80 por ciento de ese crecimiento se debe exclusivamente al aumento del consumo de los sectores menos pudientes.
El Brasil de 1994 registro otra gran novedad. Por primera vez en cinco decadas, el gobierno consiguio gastar menos de lo que recauda.
Sus cuentas se cerraran este ano con un sorprendente superavit de mil millones de dolares. "Es increible, pero por lo menos una vez en la vida conseguimos contener el deficit publico", observa orgulloso el ministro de Hacienda, Ciro Gomes.
Las reservas cambiarias acumuladas por Brasil en 1994 son tambien cuantiosas, al situarse entre 40.000 y 45.000 millones de dolares.
Los tecnicos del Banco Central senalan que esos fondos pueden ser incluso superiores a 50.000 millones de dolares.
Se trata de dinero mas que suficiente para saldar deudas de corto plazo contraidas en el mercado internacional. Tal vez sea por esa razon que el fantasma de la "segunda mayor deuda externa del mundo" ya no atormenta tanto a los brasilenos.
"Hace mas de un ano que los acreedores internacionales dejaron de presionarnos. Saben, como nosotros, que la deuda se saldara sin mayores problemas", afirma el actual presidente del Banco Central, Pedro Malan, designado para el Ministerio de Hacienda en el gobierno de Fernando Henrique Cardoso.
La balanza comercial de 1994, aun con la intensa apertura de la economia que se verifico este ano, se cerrara con un superavit de 12.000 millones de dolares.
En cuanto al Producto Interno Bruto (PIB), su crecimiento en 1994 superara el nivel de cinco por ciento, aunque el Instituto Brasileno de Geografia y Estadistica (IBGE) continua aun procesando las informaciones de que dispone.
Para un pais que hasta 1990 registraba indices negativos de crecimiento, las cifras previstas constituyen un notorio exito, especialmente considerando que la industria, aisladamente, crecio siete por ciento y la agricultura seis.
Pero como advierte el proprio presidente electo Fernando Henrique Cardoso, ninguno de estos datos puede ser considerado suficiente para solucionar definitivamente los males que han aquejado al pais en las dos ultimas decadas. "Es apenas el paso inicial", dijo Cardoso.
Paralelamente a esa coleccion de indices economicos positivos existe una infinidad de indicadores sociales notablemente sombrios.
Es asi que los pobres y los miserables brasilenos siguen constituyendo una legion superior a los 30 millones de personas. (FIN/IPS/ac-rb/dg/np-ne/94) – – –
