El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, no ha cumplido con las expectativas de mantener relaciones de igualdad con América Latina, según un informe realizado por tres organizaciones no gubernamentales.
Las principales razones de la desilusión con Obama son el acuerdo firmado con Colombia para que fuerzas militares estadounidenses utilicen bases en ese país, su ambigua respuesta al golpe de Estado de junio de 2009 en Honduras y su incapacidad para normalizar las relaciones con Cuba, detalla el estudio divulgado esta semana por tres organizaciones relacionadas con otras de la región.
Washington sigue poniendo énfasis en sus programas de asistencia militar y de seguridad y su Comando Sur de las Fuerzas Armadas desempeñando un papel importante en las relaciones con América Latina.
"Cuarenta y siete por ciento de los más de 3.000 millones de dólares de asistencia que se otorgarán a América Latina este año terminarán en manos de las fuerzas militares y policiales", señaló Adam Isacson, de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA, por sus siglas en inglés).
"Es la mayor proporción en una década e indica un enfoque desequilibrado", remarcó Isacson, coautor del informe titulado "Esperando el cambio". "A eso se suma el acuerdo militar suscrito con Colombia en octubre. Por eso el costado más visible del gobierno de Obama en la región es el bélico", añadió.
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Uno de los aspectos positivos que destaca el informe de 28 páginas presentado el lunes es el paquete de 1.000 millones de dólares otorgados a Haití tras el terremoto que sufrió el 12 de enero, seguido de otros 1.150 millones de dólares que se entregarán en los próximos 18 meses.
Además, el Senado estudia esta semana otro paquete de 3.500 millones de dólares para los próximos cinco años.
Otro aspecto positivo es que en el presupuesto de 2011, Obama recortará un poco la asistencia militar a la "guerra contra el narcotráfico" y estimulará programas de prevención y tratamiento en Estados Unidos para disminuir la demanda.
El estudio realizado por WOLA, Latin America Working Group Education Fund y el Centro de Política Internacional es el último de una serie llamada "Sólo hechos", lanzada en 1995.
Las organizaciones recomiendan disminuir la asistencia militar y aumentar la destinada al desarrollo, en especial salud, educación, fomento rural y reforma de instituciones civiles clave, como la justicia y la policía, para luchar contra la corrupción y las violaciones a los derechos humanos.
Washington también debe garantizar a la ciudadanía y a los gobiernos latinoamericanos que "no trata de proyectar su poder militar en la región" y asegurarse de que su representante y su voz en la región sea su Departamento de Estado (cancillería) y no el Comando Sur de las Fuerzas Armadas.
Además, las organizaciones recomiendan seguir reteniendo la asistencia, en especial la militar, a Honduras hasta que el nuevo gobierno dé "verdaderos pasos" para castigar a los responsables del golpe cívico militar del año pasado y de las consiguientes violaciones a los derechos humanos y promueva un "diálogo inclusivo y sustantivo para construir una sociedad más democrática".
Los gobernantes deben dejar bien claro que Washington se preocupa por la protección de los derechos humanos tanto en países considerados aliados, en especial Colombia y México —beneficiarios de la mayor parte de la asistencia militar a al región— como en Venezuela, señala el informe.
"Esperamos que haya mayor disposición a la acción ahora que el equipo de derechos humanos de Obama está formado", señaló la directora de Lawgef, Lisa Haugaard.
Las organizaciones también recomiendan "volver a plantear el asunto de la reforma de las leyes de inmigración y promoverla", mensaje dado por el propio presidente de México, Felipe Calderón, en su viaje a Estados Unidos de la semana pasada.
Obama informó al presidente mexicano que no tendrá suficiente apoyo del opositor Partido Republicano para promover un proyecto en el Senado este año.
La promesa que hizo Obama en la V Cumbre de las Américas, realizada en Trinidad y Tobago en abril de 2009, de tratar a los países de América Latina como "socios iguales", generó "expectativas irreales" de que rompería con la militarización y el unilateralismo de su predecesor, George W. Bush (2001-2009), cuyas política en materia de relaciones exteriores criticó en su la campaña electoral de 2008.
"Los 15 años que llevamos documentando las relaciones militares de Estados Unidos con América Latina nos convencieron de que los vínculos estructurales subyacentes no se vieron muy afectados por el actual ocupante de la Casa Blanca", señala el informe.
"Seguimos viendo un creciente papel militar en la relaciones de Estados Unidos con la región", señaló el director de WOLA, Joy Olsen.
* El blog de Jim Lobe dedicado a la política exterior de Estados Unidos se puede leer en (http://www.ips.org/blog/jimlobe/).