MÉXICO: Conflicto se abre con sangre campesina

Delincuentes o luchadores sociales valientes. Esos son los adjetivos opuestos que se endilgan a una organización mexicana de corte campesino cuyos adherentes fueron vencidos este jueves por policías, tras una batalla que dejó un muerto y varios heridos graves.

Lanzando bombas lacrimógenas y a golpe de bastones y patadas, unos 4.000 policías ingresaron al poblado semirrural de San Salvador Atenco, unos 15 kilómetros al oriente de la capital, que permanecía tomado por residentes y miembros de la organización Frente del Pueblo en Defensa de la Tierra.

Ese grupo, que en 2002 impidió por la fuerza la construcción de un aeropuerto en sus tierras y luego se transformó en actor cercano a activistas sociales y organizaciones altermundistas, se resistió el miércoles ante la policía con machetes, bombas incendiarias y golpes de puño.

El enfrentamiento se dio luego que autoridades desalojaron a un grupo de 10 floricultores que se habían apostado en una zona no autorizada para vender sus productos.

Los floricultores pidieron ayuda del Frente, y pocos minutos después cientos de sus miembros y adherentes aparecieron en la zona y se enfrentaron a los policías.
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En la refriega, se pudo ver a policías caídos e inconscientes que eran golpeados en el piso y a otros desarmados y tomados como rehenes. Además, un joven de 14 años murió, y muchos pobladores y agentes resultaron heridos de gravedad.

Las vías de acceso a San Salvador Atenco fueron cerradas con palos, piedras y con camiones de transporte de gas que los manifestantes amenazaron con incendiar.

Tal situación se mantuvo toda la noche del miércoles, pero este jueves la policía venció la resistencia e ingresó a la localidad, habitada por unas 40.000 personas, la mayoría campesinos pobres.

Los agentes detuvieron en los dos últimos días a unas 130 personas, incluidos los líderes del Frente del Pueblo en Defensa de la Tierra.

El presidente Vicente Fox sostuvo este jueves que lo ocurrido en San Salvador Atenco era una afrenta a la sociedad y un atentado contra el Estado de derecho.

"Ninguna causa puede hacerse valer violentando el orden y la paz social. Nadie puede usar como pretexto el agravio a sus intereses para cometer actos fuera de la ley", dijo.

Según Humberto Benítez, secretario de Gobierno (ministro del Interior) del estado de México, distrito vecino a la capital en el que se emplaza Atenco, el Frente del Pueblo en Defensa de la Tierra "no es un grupo de luchadores sociales, sino de delincuentes".

En contraste, el subcomandante Marcos, de la atípica guerrilla zapatista que visita la capital en el marco de una gira pacífica por todo el país, sostuvo que esa organización merecía el apoyo de todos los luchadores sociales.

El indígena Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) está en "alerta roja" y apoyará "con lo que se pida" a los miembros del Frente, dijo Marcos.

Mientras, estudiantes y activistas cerraron este jueves varias calles de la capital y advirtieron que no cesarían las protestas hasta que los detenidos de San Salvador Atenco fueran liberados.

América del Valle, dirigente del Frente del Pueblo en Defensa de la Tierra, sostuvo que su organización se mantendría "en pie de lucha y sin importar las consecuencias" hasta que sus compañeros fueran liberados.

"No tenemos licencia para asesinar, pero sí tenemos la licencia para defendernos. Si esto implica defendernos con lo único que tenemos, machetes, piedras y palos contra los asesinos del gobierno, contra los perros policías, sí nos da licencia. Y lo vamos a hacer", advirtió.

El conflicto promete subir de grado y prolongarse, pues el gobierno del estado de México comandado por Enrique Peña, del opositor Partido Revolucionario Institucional, aseveró que no liberaría a los detenidos y que el líder máximo del grupo, Ignacio del Valle, fue ingresado a una cárcel de alta seguridad acusado de secuestro de autoridades y agresiones.

El Frente del Pueblo en Defensa de la Tierra se creó al fragor de la lucha de campesinos de Atenco y sus alrededores contra un proyecto para construir el principal aeropuerto del país en sus tierras, que hubiese sido la mayor obra de infraestructura física del gobierno de Fox.

Con acciones de fuerza, que incluyeron la toma de policías como rehenes, la destrucción de automóviles particulares y el bloqueo de carreteras, además de múltiples marchas callejeras portando machetes, doblaron finalmente la mano al gobierno. El proyecto, que incluía la expropiación de tierras campesinas, fue desechado.

Los movilizados de Atenco, con respaldo de activistas sociales de izquierda, llegaron incluso a desconocer al gobierno central y a imponer un autogobierno en sus comunidades, ignorando la voluntad de otros pobladores dispuestos a vender sus tierras al Estado para que se construyera el aeropuerto.

"La rebelión de Atenco", como se conocieron aquellas acciones, fue considerada en su momento por activistas como una "luz en la lucha contra el neoliberalismo".

A partir de 2002, el Frente del Pueblo en Defensa de la Tierra se transformó en protagonista de reuniones a favor de la guerrilla zapatista y de marchas contra el gobierno de Fox. Además, sus dirigentes eran invitados a encuentros y foros locales e internacionales dedicados a debatir temas políticos y sociales.

En algunos muros de San Salvador Atenco se encuentran escritas consignas y trazos que remiten a las acciones de rebelión social.

La imagen que se convirtió en emblema de ese poblado es la de un campesino que cubre su rostro con un pañuelo y sostiene en su mano derecha un machete, mientras con la izquierda apunta hacia el cielo.

El secretario de Gobierno del estado de México sostiene que Frente del Pueblo en Defensa de la Tierra, cuyo núcleo estaría conformado por no más de 100 personas, se mueve con violencia y ha impuesto su ley en San Salvador Atenco.

Cualquier medida que quieran tomar el gobierno o el municipio de la localidad, como reubicar a vendedores ambulantes, realizar alguna celebración o construir una calle, debe pasar por negociaciones con el Frente, según Benítez.

Pero eso se terminó, la legalidad regresa a San Salvador Atenco, proclamó el secretario de Gobierno.

Sin embargo, algunos observadores creen que el problema continuará. "El apoyo social que tiene el Frente del Pueblo en Defensa de la Tierra desatará una protesta de largo aliento e incluso podría enturbiar las elecciones presidenciales", dijo a IPS Erica Torres, investigadora de movimientos sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México.

El Frente, que dice ser de izquierda, no apoya a ninguno de los candidatos presidenciales para las elecciones del 2 de julio, en una actitud similar a la del EZLN, que se define como su aliado.

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