RELIGIÓN: Mahoma, protagonista de irritante historieta

Los gobiernos del mundo islámico se trenzaron en un conflicto con el periódico dinamarqués Jyllands-Posten, que publica ilustraciones a las que consideran denigrantes hacia Mahoma, el fundador de la fe musulmana.

La Organización de la Conferencia Islámica considerará el asunto en la cumbre que se celebrará el mes próximo. La mera representación de de la imagen de Mahoma es considerada blasfema por el Islam.

Por otra parte, la Asociación Mundial de Periódicos (WAN) considera que la intervención de la Conferencia Islámica amenaza la libertad de prensa, en un año ya considerado "negro" para el ejercicio del periodismo.

El portavoz de la WAN, Larry Kilman, dijo a IPS que su organización está "muy preocupada" por la demanda de una disculpa exigida por la Conferencia Islámica a Jyllands-Posten, que publica una serie de caricaturas de 12 dibujantes protagonizadas por el profeta Mahoma.

Hace dos semanas, la WAN reclamó a la Conferencia Islámica el retiro del punto del orden del día de la cumbre. "Pero no hemos recibido ninguna respuesta", dijo Kilman a IPS.

El periodista dijo que el diario dinamarqués tiene derecho a expresarse con libertad "respecto del Islam o de cualquier otra religión, en particular cuando la fe es un elemento esencial del debate político global".

El director de Jyllands-Posten dijo que las caricaturas fueron publicadas para poner a prueba si el temor a las represalias de musulmanes había comenzado a limitar la libertad de expresión en Dinamarca.

El periódico solicitó el trabajo los dibujantes luego de que un escritor dinamarqués se quejó por la falta de ilustradores para un libro suyo sobre la vida de Mahoma. Todos, según el autor, habían rechazado el encargo por temor a represalias.

Jyllands-Posten aseguró que tomó esa decisión editorial como mecanismo de defensa de "la democracia secular y la libertad de expresión". Doce dibujantes accedieron al llamado.

Jefes de Estado de varios países musulmanes, como Egipto, Turquía e Indonesia, informaron al gobierno dinamarqués en una carta que se sentían insultados, y urgieron a que exigiera una disculpa.

Pero el primer ministro dinamarqués Anders Fogh Rasmussen, replicó: "La libertad de expresión es el cimiento fundamental de la democracia de Dinamarca, y el gobierno no tiene mecanismos para influir sobre la prensa."

Pero la Conferencia Islámica mantuvieron el asunto en la agenda de la cumbre, que se celebrará el mes próximo en La Meca.

"Hemos sido informados por nuestro canciller de que el asunto de la caricatura estará en la agenda de la cumbre especial", dijo el segundo de la Embajada egipcia en Dinamarca, Mohad Nasr Mostafa Mahdy.

"Esta es una iniciativa colectiva de la Conferencia Islámica, y Egipto jugó un papel de liderazgo" en mantener la cuestión en el orden de día, agregó el diplomático en un comunicado escrito.

Las disputas sobre la historieta postergaron otras cuestiones fundamentales de las relaciones entre los gobiernos de Dinamarca y los países musulmanes, en especial Turquía.

"Cuando (el primer ministro turco Recep Tayyip) Erdogan venga a Copenhage, le preguntaré sobre este asunto y le explicaré qué significa la libertad de expresión", dijo Rasmussen antes de la visita, que se realizó el 15 de este mes.

A su vez, Erdogan dijo a Rasmussen que "las libertades tienen límites" y que "lo sagrado debe ser respetado". Aquello que se considere santo es más importante que la libertad de expresión, sostuvo el gobernante turco, líder de un partido de origen islámico.

En ese sentido, Erdogan recordó que la reacción de la comunidad judía mundial contra la película "The Passion of the Christ" ("La pasión de Cristo"), del cineasta Mel Gibson, reflejó una sensibilidad similar a la del pueblo musulmán ante las caricaturas de Jyllands-Posten.

Al mismo tiempo, el primer ministro turco exigió al gobierno de Rasmussen el cierre del canal de televisión Roj TV, al que Turquía acusa de apoyar al Partido de los Trabajadores del Kurdistán. La central de transmisiones de Roj TV se encuentra en Dinamarca.

Turquía, así como gobiernos europeos y el de Estados Unidos, consideran que el Partido de los Trabajadores del Kurdistán es una organización terrorista.

Erdogan se negó a asistir a una conferencia de prensa conjunta con Rasmussen luego de descubrir entre los periodistas presentes a uno de Roj TV. El primer ministro dinamarqués se negó a echar al profesional.

"Hemos sido confrontados con varias cosas con las que, sencillamente, no podemos hacer concesiones", dijo Rasmussen, en referencia al conflicto con Jyllands-Posten y a la presencia del periodista kurdo en la conferencia de prensa. "Se trata de principios fundamentales."

Mientras, dirigentes musulmanes decidieron dejar de participar en la Iniciativa Árabe para la Promoción de la Democracia, un proyecto del gobierno dinamarqués.

El embajador de Egipto en Líbano, Hussein Darrar, dijo a la prensa que su gobierno de su país había decidido "no continuar este diálogo sobre derechos humanos y discriminación con Dinamarca".

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