
¿Dónde está Lampedusa?
Youssef ha cruzado el desierto del Sahara con un mapa escolar de Europa doblado en el bolsillo. «¿Podría indicarme dónde está Lampedusa? Yo no la encuentro», dice este nigeriano de 28 años en la capital de Libia.
Mientras la comunidad internacional hace balance de lo logrado en una década y media de Objetivos de Desarrollo del Milenio, una desigualdad en ascenso quita el brillo a los logros, justo cuando el mundo discute una nueva agenda de desarrollo más allá de 2015.
Si bien las disparidades entre países se están atenuando, muchas naciones ven cómo se ensancha la fractura interna entre ricos y pobres. A menudo la desigualdad entraña una gobernanza débil, que alienta la corrupción, la evasión fiscal y los flujos ilícitos de dinero. Un puñado de países, con todo, han logrado combinar crecimiento económico y una reducción histórica de la desigualdad. IPS reporta los logros y obstáculos del desarrollo y da cuenta de los motores del progreso social.
Youssef ha cruzado el desierto del Sahara con un mapa escolar de Europa doblado en el bolsillo. «¿Podría indicarme dónde está Lampedusa? Yo no la encuentro», dice este nigeriano de 28 años en la capital de Libia.
La vida de una comunidad tribal de India, olvidada por el Estado y los medios de comunicación, se transformó con una tecnología gratuita que le permite expresar sus reclamos, hacer denuncias, informarse y realizar trámites, todo a través de sus
La campaña electoral en Nepal estuvo marcada por el derroche de un ex primer ministro y guerrillero maoísta, autoproclamado el Mesías de los pobres, que se trasladaba en helicóptero a la caza de votos en este pequeño país del Himalaya
La creciente desigualdad de ingresos amenaza la estabilidad social en países de todo el mundo. Y esto no lo dicen revolucionarios de izquierda, sino el Foro Económico Mundial (FEM).
Mustafa Jan, vendedor de cigarrillos a un lado de la carretera en una aldea pakistaní, tiene una simple razón para enviar a sus dos hijos a una madrasa (seminario islámico) y no a una escuela del gobierno. “No podemos pagarla”,
El chileno Hugo Hurtado, de 47 años, es chef. Cualquiera diría que en su país, el tigre de América Latina, esa profesión es un seguro de éxito y hasta de fama. Pero no para todos.
Irma Castañeda se trenza desde niña el pelo ensortijado y lo cuida con recetas naturales heredadas de su madre, sin hacer caso del “feo” o el “malo” que escucha sobre el cabello de las mujeres negras.
La comunidad campesina de Las Pavas recibió el miércoles 13 el Premio Nacional de Paz 2013, en reconocimiento a su lucha pacífica por una finca que le disputa una empresa de palma aceitera y que se convirtió en emblema del
Chile afrontará el domingo 17 sus sextas elecciones generales desde el retorno a la democracia, con el desafío de encontrar una salida a la crisis de representatividad que emergió en 2011, producto de su desigual distribución de la riqueza y
Más de 2.500 personas murieron en el curso de pruebas de fármacos en humanos en los últimos años, revelaron cifras del gobierno de India.
Uganda se dispone a explotar unos 2.000 millones de barriles de petróleo descubiertos cerca de su frontera occidental, mientras presta poca atención a grandes recursos mineros que se encuentran en algunas de las zonas más pobres de este país.
Cuando, a mediados de septiembre, los primeros trenes en casi dos décadas y media empezaron a funcionar en esta localidad de Sri Lanka devastada por la guerra, Sinngamuththu Jesudasan no pudo resistir la tentación y fue a echar un vistazo…
La débil economía de las familias cubanas se pone a prueba cuando el cáncer alcanza a uno de sus miembros. Solo las extendidas redes de apoyo aminoran el impacto monetario de la enfermedad, que en 2012 pasó a ser la
Los drásticos recortes a la ayuda alimentaria para los pobres en Estados Unidos elevarán la demanda sobre organizaciones de caridad y despensas que brindan provisiones a familias necesitadas en todo el país, y que ya están al límite de su
Sigue la trágica avalancha inmigratoria a territorio europeo en el mar Mediterráneo. Siguen las muertes. Siguen los enterramientos de hombres, mujeres, niños. Sigue la dispersión de sus cadáveres en ataúdes rebasando las dimensiones reducidas de Lampedusa, derramándose por Sicilia.
Ranganai Zimbeva, de la aldea de Mutoko, unos 200 kilómetros al noreste de Harare, se tapa los oídos y sacude la cabeza cuando los mineros que trabajan cerca hacen estallar un explosivo para extraer granito negro de una peña.
Mientras los negociadores de Estados Unidos e Irán se preparan para otra ronda de conversaciones nucleares el mes próximo en Ginebra, el presidente iraní Hasán Ruhaní guarda silencio sobre otro asunto que podría ser aún más indicativo de su voluntad