Mario Osava

El premiado Chizuo Osava, más conocido como Mario Osava, es corresponsal de IPS desde 1978 y encargado de la corresponsalía en Brasil desde 1980. Cubrió hechos y procesos en todas partes de ese país y últimamente se dedica a rastrear los efectos de los grandes proyectos de infraestructura que reflejan opciones de desarrollo y de integración en América Latina.

Es miembro de consejos o asambleas de socios de varias organizaciones no gubernamentales, como el Instituto Brasileño de Análisis Sociales y Económicos (Ibase), el Instituto Fazer Brasil y la Agencia de Noticias de los Derechos de la Infancia (ANDI).

Aunque tomó algunos cursos de periodismo en 1964 y 1965, y de filosofía en 1967, él se considera un autodidacto formado a través de lecturas, militancia política y la experiencia de haber residido en varios países de diferentes continentes.

Empezó a trabajar en IPS en 1978, en Lisboa, donde escribió también para la edición portuguesa de Cuadernos del Tercer Mundo. De vuelta en Brasil, estuvo algunos meses en el diario O Globo, de Río de Janeiro, en 1980, antes de asumir la corresponsalía de IPS.

También se desempeñó como bancario, promotor de desarrollo comunitario en «favelas» (tugurios) de São Paulo, docente de cursos para el ingreso a la universidad en su país, asistente de producción de filmes en Portugal y asesor partidario en Angola.
Fachada del nuevo Hospital General de Altamira, aún sin inaugurar, que será el más moderno de la esta ciudad amazónica brasileña y recibirá los enfermos más graves de los 11 municipios afectados por la construcción de la central hidroeléctrica de Belo Monte. Crédito: Mario Osava/IPS

Hidroeléctrica amazónica deja rastro de salud para población

Una amplia infraestructura de salud pública y la erradicación de la malaria serán probablemente el mejor legado de la central hidroeléctrica de Belo Monte, en la Amazonia brasileña, para la población local trastornada por los impactos del megaproyecto.

Darcicio Wronski muestra las almendras de cacao secado al sol en el patio de su casa, con la que se elabora la manteca de chocolate. Su familia es una de las 120 agrupadas en seis cooperativas que elaboran cacao orgánico en el entorno de Medicilândia y Altamira, en el estado amazónico de Pará, en Brasil. Crédito: Mario Osava/IPS

Cultivadores de cacao orgánico reforestan Amazonia brasileña

“Ahora nos damos cuenta del paraíso en que vivimos”, reconoce Darcirio Wronski, el líder de los productores de cacao orgánico en la región donde la carretera Transamazónica cruza la cuenca del río Xingú, en el norte de Brasil.

El edificio acristalado de la sede del BNDES, a la izquierda, cuyo vecino al vecino al otro lado de la calle es la sede de la empresa estatal Petrobras. Las edificaciones de los dos grupos estatales dominan la Avenida Chile, en Río de Janeiro, en Brasil. Crédito: Mario Osava/IPS

Mucho dinero, conocimiento y polémicas en el BNDES brasileño

La impaciencia con que Brasil se puso a construir centrales hidroeléctricas, refinerías, ferrocarriles, puertos y otros megaproyectos desde la década pasada, incluso en el exterior, tuvo como su gran combustible el ingente financiamiento de su banco de fomento.

Maqueta de una de las plataformas petroleras para la extracción en alta mar del crudo presal, expuesta dentro del Centro de Investigaciones de la empresa estatal Petrobras, en Río de Janeiro, en Brasil. Crédito: Mario Osava/IPS

Los megaproyectos pueden sepultar reputaciones en Brasil

Los megaproyectos son apuestas de alto riesgo. Pueden  consagrar el gobernante que los impulsó, pero también echar a perder su imagen y hasta su poder, y en el caso de Brasil la balanza se inclina peligrosamente hacia lo negativo.

Aldea de los indígenas araras en la llamada Vuelta Grande del río Xingú, que no será inundada pero verá su flujo muy reducido al desviarse gran parte del agua por un canal que servirá a la central hidroeléctrica de Belo Monte, enclavada en la Amazonia brasileña y que será la tercera mayor del mundo. Crédito: Mario Osava/IPS

Deforestación amazónica agrava crisis energética en Brasil

En Brasil agua y electricidad van unidos, así que dos años de lluvias escasas dejaron a decenas de millones de personas al borde del racionamiento hídrico y energético, fortaleciendo los argumentos contra la deforestación de la Amazonia.

Una multitud, calculada en 210.000 personas por el Instituto Datafolha y en un millón por la policía, participó en la metrópoli de São Paulo en las protestas contra la presidenta Dilma Rousseff y la corrupción el 15 de marzo, cuando se produjeron manifestaciones similares en todos los estados de Brasil. Crédito: Fotos Públicas

Protestas agravan incertidumbres en el Brasil de las crisis

Brasil incorporó las manifestaciones callejeras como un dato nuevo en sus variadas crisis, cuya sinergia dificulta una respuesta del gobierno maniatado por la necesidad de un ajuste fiscal, que a su vez avivaría las protestas.

Un pequeño charco es lo que quedó en una de las represas del Sistema Cantareira, que abastecía casi la mitad de la Región Metropolitana de São Paulo. Crédito: Cortesía de Ninja/ContaDagua.org

Brasil pasa de las sequías del Nordeste a la sed de São Paulo

En algún momento pueden quedar sin agua seis millones de personas en la metrópoli brasileña de São Paulo. Las lluvias de febrero no alejaron el riesgo y pueden agravarlo al postergar un racionamiento demandado desde hace seis meses por hidrólogos.

Detalle de una protesta de profesores y estudiantes en la ciudad de Curitiba el 12 de febrero, contra los recortes en el sector de educación en el sureño estado de Paraná, dentro de las medidas de austeridad en Brasil. Hay temor de que vuelvan las grandes movilizaciones a las calles del país. Crédito: Orlando Kissner/ Fotos Públicas

Política brasileña entra en círculo vicioso

El enredo de aristas políticas en que se metió la presidenta Dilma Rousseff dificulta la ejecución de medidas para superar los problemas económicos de Brasil, y viceversa.

El río Pinheiros, que atraviesa São Paulo, totalmente contaminado, a su paso por barrio de lujosas residencias y oficinas. La contaminación destruyó muchos manantiales de la metrópoli brasileña y contribuye ahora a las penurias en su suministro de agua. Crédito: Rafael Neddermeyer/Fotos Públicas

A la economía brasileña le llueven las tormentas

Los escándalos de corrupción suelen tener consecuencias más políticas que económicas, pero el de la empresa petrolera Petrobras parece tener un impacto inverso, sacudiendo a un Brasil ya atormentado por una crisis macroeconómica, hídrica y energética.

Los presidentes de Cuba, Raúl Castro, en el centro, y de Estados Unidos, Barack Obama, se saludan en el funeral de Nelson Mandela, en Sudáfrica, en presencia de la mandataria brasileña Dilma Rousseff. Un saludo más formal y amplio se repetiría en la Cumbre de las Américas que se realizará en Panamá en abril. Crédito: Gobierno de Brasil

Cuba y Estados Unidos ahora fomentan moderación en América

Con la decisión de reanudar relaciones diplomáticas, Cuba y Estados Unidos, dos antípodas que antes inspiraban o fomentaban extremismos en el continente americano, se convierten ahora en factores de moderación y pragmatismo.

Parte del puerto minero de la empresa Vale, la mayor productora de mineral de hierro en el mundo, en Punta da Madeira, en el nororiental estado de Maranhão, por donde se exporta el mineral de hierro extraído de la Sierra de Carajás, en la Amazonia de Brasil. Crédito: Mario Osava/IPS

Brasil, ¿economía en rectificación o callejón sin salida?

¿Habrá llegado a su fin el modelo implantado en Brasil por el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva en 2003, que integró una política económica considerada neoliberal y un Estado activo en redistribuir el ingreso y promover la inclusión social?

Corredor del tercer piso del edificio central de las instalaciones del Centro de Investigación y Desarrollo de Petrobras (Cenpes), construido en 2010 en la Isla de la Ciudad Universitaria. Al lado miniatura de plataforma marítima de extracción petrolera. Crédito: Mario Osava/IPS

Petróleo salado impulsa desarrollo tecnológico en Brasil

El petróleo de aguas marítimas profundas, el más abundante en Brasil, impone costos que generan beneficios. Su extracción fomenta el desarrollo tecnológico e industrial, exigiendo equipos y técnicas de producción cada día más complejos.

Obras del Complejo industrial de Puerto de Suape, en el estado de Pernambuco, en el nordeste de Brasil. Allí operarán unas 200 empresas de variados sectores. Crédito: Mario Osava/IPS

Más igualdad económica trae más polarización política en Brasil

“Si fuera hoy me quedaría allá, no vendría a buscar trabajo acá”, aseguró Josefa Gomes, quien hace 30 años migró de Serra Redonda, pequeña localidad del Nordeste brasileño, a esta ciudad de Rio de Janeiro, a 2.400 kilómetros de distancia.