Karlos Zurutuza

Una universidad para los kurdos de Siria

QAMISHLI, Siria – Hay un aula magna, talleres, laboratorios y, por supuesto, una cafetería en la que se estira la media hora de descanso entre risas y naipes. Podría tratarse de una universidad cualquiera de no ser por esos hombres

Yezidíes de Armenia: de la reencarnación al éxodo

ARDASHAR, Armenia – Hay vacas que contemplan indiferentes la lucha en el fango de vetustos vehículos soviéticos; hay perros atados que ladran junto a bañeras llenas de agua de lluvia, o esos gatos que retozan en libertad, en esta aldea

Rinaz Rojelat, el único comerciante que queda en la aldea de Zergely, en las montañas de Qandil, en el Kurdistán iraquí. Su negocio está justo frente a las ruinas de las casas destruidas de sus vecinos por el bombardeo de la aviación turca en agosto de este año. Crédito: Karlos Zurutuza/IPS

Las bombas turcas caen en las huertas kurdas

Atrapados en la escalada de la violencia entre el gobierno de Ankara y el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), los lugareños de este bastión de la guerrilla sufren impotentes los ataques constantes de la aviación turca.  

Un guerrillero del Partido de los Trabajadores del Kurdistán, el PKK, mantiene su posición en Nouafel, una aldea árabe al oeste de la ciudad de Kirkuk, en el norte de Iraq. Crédito: Karlos Zurutuza/IPS

En las trincheras kurdas contra el EI, y detrás

Los soldados saludan a la bandera, o sonríen mientras cogen en brazos a niños rescatados del horror de la guerra. Son los murales de la 12 División de Infantería iraquí, todavía visibles a la entrada del campamento K1, al oeste

Agentes marroquíes cargan contra manifestantes, en especial contra mujeres, durante una protesta en El Aaiún, en imágenes captadas por Equipe Media desde la azotea de uno de los edificios circundantes. Crédito: Cortesía de Equipe Media

Rompiendo el bloqueo informativo en Sahara Occidental

Ahmed Ettanji busca una vivienda para alquilar en algún edificio en el centro de El Aaiún, a 1.100 kilómetros al sur de Rabat. Se conforma con que tenga una azotea con vistas a la plaza que acogerá la próxima manifestación

De izquierda a derecha, Fátima Hamimid Aza Amidan y Rabab Lamin, tres integrantes del Foro para el Futuro de la Mujer Saharaui, en un lugar de El Aaiún sin especificar. Crédito: Karlos Zurutuza/IPS

Las mujeres saharauis toman la calle

Diez mujeres han discutido durante toda la jornada sobre cómo transmitir la cultura y tradición saharauis a las más jóvenes. Como siempre, se han reunido en secreto. No hay alternativa en la capital del Sahara Occidental ocupado por Marruecos. 

Dos barrenderos de origen subsahariano acarrean sus carros de basura en la Ciudad Vieja de Trípoli, la capital de Libia. Crédito: Karlos Zurutuza/IPS

A los migrantes les barren el sueño europeo en Trípoli

Es fácil dar con Saani Bubakar. Cada día, y siempre enfundado en el característico buzo naranja de los empleados de limpieza, empuja su carro por las angostas callejas de la ciudad vieja de la capital de Libia. Así han transcurrido

Bondok Hassem (a la izquierda) monta un mortero con ayuda de un miliciano local en la casa ocupada en la ciudad libia de Zwara, un enclave de los amazighs, también conocidos como bereberes. Crédito: Karlos Zurutuza/IPS

La guerra llama a la puerta de los bereberes en Libia

Podría ser una casa ocupada más: hay música a casi toda hora, una emisora de radio y una pequeña exposición de arte. Pero en el edificio de esta occidental ciudad libia, las armas se entremezclan con los instrumentos de música

Hani Subhi presenta las noticias del único canal de televisión de Mosul, que provisionalmente opera desde Erbil, capital del Kurdistán iraquí, tras la toma de la ciudad por el grupo extremista Estado Islámico. Crédito: Karlos Zurutuza/IPS

Combatiendo al Estado Islámico desde la televisión

Hay noticias a las 9:00 cada día, y programas en directo los martes, jueves y sábados. Por el momento, esa es la oferta del único canal de televisión de Mosul, que actualmente emite desde Erbil, la capital de Kurdistán iraquí. 

La familia Ismam, de desplazados mandeos que huyen del grupo extremista Estado Islámico, posa en la entrada del Consejo Mandeo de la ciudad iraquí de Kirkuk, donde están acogidos temporalmente. Crédito: Karlos Zurutuza/IPS

Los discípulos de San Juan Bautista también huyen del EI

“¿Volver a casa? Sería un suicidio, los islamistas nos cortarían el cuello sin vacilar”, explica Jalil Hafif Ismam. El temor de este refugiado resume el de uno de los pueblos más antiguos de Mesopotamia. Y el más diezmado.

La recogida de basura es de las muchas labores del autogobierno democrático en los tres cantones bajo mayoría kurda, situados en el norte de Siria. Crédito: Karlos Zurutuza/IPS

La democracia es “radical” en el norte kurdo de Siria

Nunca hubo nada particularmente reseñable en esta ciudad del norte de Siria de 25.000 habitantes. Pero actualmente se ha convertido en el laboratorio para uno de los experimentos políticos más innovadores en toda la región de Medio Oriente. 

Ali Jalil y su hijo Diar posan en la Asociación para los Mártires de Serekaniye, en la zona kurda de Siria, junto a dos ataúdes que acaban de preparar para muertos en combates con los extremistas yihadistas del Estado Islámico. Crédito: Karlos Zurutuza/IPS

La infancia se pierde entre cadáveres en Siria

Las paredes de la Asociación para los Mártires de Serekaniye están repletas de las fotos de los muertos por la guerra de esta localidad en el norte de Siria. Ali Jalil los conoce bien. Los ha enterrado a todos con