El caso de la organización de efectivos de la Marina en actividad y en retiro que se dedicaban al espionaje telefónico salpicó al gobierno del presidente Alan García: su primer vicepresidente, Luis Giampietri, admitió conocer y ser amigo del jefe de los espías, Elías Ponce.
"Yo nunca niego a mis amigos", aceptó Giampietri, luego que la prensa informara que Ponce, propietario y gerente de la empresa de seguridad privada que era utilizada como fachada por los espías, Business Track, era un personaje vinculado con el primer vicepresidente.
Sin embargo, Giampietri, un hombre experto en inteligencia, niega haber conocido las actividades ilegales de Ponce.
Declaró que se relacionó con Elías Ponce en los años 80 durante la guerra contra Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), y que participaron en operaciones militares que facilitaron la detención de varios insurgentes. "Después lo he visto esporádicamente", dijo a la prensa, tratando de desvincularse del jefe de los espías.
La historia no es tan simple. A fines de 2006, en el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas se llevó a cabo una conferencia sobre la amenaza terrorista de grupos radicales bolivarianos y su relación con las Casas del ALBA (instituciones surgidas a partir del venezolano Fondo Cultural de la Alternativa Bolivariana para las Américas). La exposición la ofreció Giselle Giannotti, ejecutiva de la empresa Business Track y brazo derecho de Elías Ponce.
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De acuerdo con fuentes del Comando Conjunto, el Ministerio de Defensa, la Marina y el Ejército, cuyos representantes participaron en la presentación, el encuentro se desarrolló por iniciativa de Giampietri.
En el documento en "power-point" que proyectó Giannotti a los jefes militares tenía insertadas fotografías y filmaciones de individuos, mensajes de correos electrónicos personales de los sospechosos e información sobre sus comunicaciones telefónicas, material de inteligencia que había sido obtenido por Business Track, indicaron las fuentes castrenses a IPS.
Ningún jefe militar preguntó por el origen de la información. Tampoco lo hizo Giampietri, a quien la propia Giannotti le hizo una exposición.
En una entrevista con el diario Expreso, Giampietri reconoció que Giselle Giannotti, ahora detenida junto a otros cinco espías, incluido su jefe Elías Ponce, le suministró la información en power-point sobre los grupos radicales y las Casas del ALBA.
"Fue Giannotti quien me hizo una presentación en power-point sobre el tema y ella se dedicaba a proyectar las diapositivas", dijo Giampietri.
Esto quiere decir que fue a sugerencia de Giampietri que la compañía de su amigo Ponce, Business Track, tuviera acceso en el gobierno.
De hecho, muy poco después de las presentaciones de Giannotti a fines de diciembre, Elías Ponce empezó a visitar a Luis Giampietri en su oficina de presidente de la Comisión de Inteligencia del Congreso.
De acuerdo con un reporte del Poder Legislativo entregado a IPS, Ponce ingresó en el despacho de Giampietri el 10 de enero de 2007 y luego el 26 de febrero y el 14 de mayo del mismo año.
Coincidentemente, en ese mismo mes de mayo de 2007 algunos medios revelaron que oficiales de la Dirección de Inteligencia de la Marina trabajaban en empresas de seguridad privada y le vendían información clasificada. El principal implicado en el escándalo fue el capitán de corbeta Carlos Barba, quien afronta un juicio por este caso. Barba ahora trabaja para Business Track. Para evitar suspicacias, y en medio del escándalo del espionaje, el presidente Alan García emitió una Resolución Suprema para dejar sin efecto el ascenso al grado de contralmirante que ostentaba Elías Ponce.
Mediante un comunicado oficial, el Ministerio de Defensa informó que Ponce, dado de baja con el grado de capitán de navío en 2000, no debió ser ascendido "porque no tenía la condición de militar en actividad".
Lo que no decía el comunicado era que fue el propio mandatario quien, el 23 de septiembre de 2006, aprobó que Ponce alcanzara el grado de contralmirante, no obstante que ya se encontraba en retiro desde hacía seis años.
En el historial de Elías Ponce también está consignado que trabajó en la Dirección de Inteligencia de Marina durante el régimen de Alberto Fujimori (1990-2000), periodo en el que los aparatos de inteligencia los controlaba el asesor presidencial Vladimiro Montesinos.
Durante parte de su carrera en los años 90, Ponce estuvo al mando del almirante Américo Ibárcena, quien logró convertirse en comandante general de la Marina por intermediación de Montesinos. Nunca antes un oficial de inteligencia había alcanzado una posición tan alta. Ibárcena ahora purga prisión en el penal de San Jorge por haber cometido actos de corrupción, enriquecimiento ilícito y abuso de poder. En 2006, el presidente García aprobó el ascenso de Ponce a pesar que este oficial afronta una acusación por el secuestro y desaparición de los estudiantes de la Universidad Nacional del Callao, Martín Roca y Kenneth Anzualdo, en 1993.
En 2001, la Corte Interamericana de Derechos Humanos declaró responsable al Estado peruano por la desaparición de Roca y Anzualdo.
Después de ser dado de baja en la Marina, en 2003 fundó "Business Track" para dedicarse a las actividades de espionaje, contratando a agentes navales en actividad y en retiro.
De acuerdo con la versión de los agentes Jesús Ojeda y Martín Fernández, quienes trabajaban simultáneamente en la Dirección de Inteligencia de la Marina y en Business Track, Elías Ponce les entregaba los números de teléfonos que debían "pinchar" durante varios meses.
Luego los agentes le proporcionaban las grabaciones de las conversaciones interceptadas. Por esta labor recibían un promedio de 1.800 dólares mensuales.
Los agentes dijeron que Ponce personalmente los reclutó para Business Track.
Giampietri reconoce su amistad con Ponce pero asegura no saber que se dedicaba al espionaje. Por el contrario, afirma que las publicaciones que lo vinculan con Ponce, son parte de una campaña de desprestigio porque "yo soy una persona que sigue luchando en contra de la izquierda".