La desigualdad en el acceso de ricos y pobres a las nuevas tecnologías informáticas, llamada brecha digital, es uno de los obstáculos para promover el turismo en países del Sur en desarrollo, según expertos.
Internet, la red mundial de computadoras, ofrece crecientes oportunidades para la promoción del turismo. En abril de 1999, Estados Unidos contaba con 98,5 millones de usuarios de la red, y Japón y Gran Bretaña con otros 34 millones, señaló Dawid de Villiers, de la Organización Mundial del Turismo (WTO).
«Las conexiones siguen en aumento, no sólo en América del Norte y Europa sino también en Oriente, donde China se ha ubicado a la vanguardia del proceso», enfatizó.
«En 1997 había en Asia apenas 640.000 usuarios de la red, en la actualidad hay 27 millones, y pronto habrá más que en Estados Unidos», explicó.
«Internet debería ser accesible a toda la población mundial, pero algunas de las áreas menos desarrolladas del planeta aún no poseen la infraestructura de comunicaciones necesaria», comentó.
El turismo es responsable de siete por ciento del producto interno bruto mundial, con entre cuatro y 10 por ciento en países industrializados y aportes aun mayores en algunas naciones en desarrollo, entre ellas muchos pequeños Estados insulares.
Las actividades turísticas producen más ingresos en el mundo que las industrias automotriz, química, de alimentos, de computadoras y de combustibles. El año pasado, los ingresos mundiales generados por el turismo fueron unos 476.000 millones de dólares.
La Feria del Turismo Mundial, realizada en Berlín a comienzos de este mesa, brindó una oportunidad para que 10.000 exhibidores de 179 países y territorios dieran a conocer sus ofertas e intercambiaran experiencias sobre el impacto de las tecnologías de la información en el crecimiento del turismo.
Bolivia, Perú y Uruguay divulgaron sus atracciones naturales e históricas, en el marco de propuestas turísticas con criterio social y respeto por el ambiente.
Uruguay se presentó como «una puerta hacia la naturaleza» y destacó sus atracciones en el terreno del turismo ecológico y rural, con recursos audiovisuales y atractivos folletos en alemán, español e inglés.
«Rodeado por los vastos territorios de Argentina y Brasil, enormes ríos y el Océano Atlántico, Uruguay está ubicado en un lugar de privilegio en América del Sur», indicaron los autores de uno de esos folletos.
«Su estabilidad, profunda democracia y tradiciones culturales, así como el alto nivel de desarrollo de su sociedad civil, contribuyen a que sea capaz de desempeñar un importante papel para jugar en el Mercado Común del Sur», que formó en octubre de 1991 junto con Argentina, Brasil y Paraguay, explicaron.
El bajo nivel de contaminación y la inusual conservación del ambiente en Uruguay pueden comprobarse en su región sudoriental de 2.000 hectáreas de tierras húmedas, un vasto ecosistema habitado por 400 especies de aves.
Esa región fue declarada Reserva de la Biosfera por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Perú destacó en Berlín sus notables atracciones arqueológicas, y en especial las ruinas de la ciudad sagrada incaica de Machu Picchu.
La Unión Europea y la Comisión para la Promoción de Perú han acordado un proyecto de preservación en estrecha cooperación con la población local, para que el paso del tiempo y la acción del hombre no amenacen ese patrimonio cultural, creado durante siglos por la transmisión de conocimientos de generación en generación.
Bolivia se presentó como «una aventura ecológica», con énfasis en las atracciones del Lago Titicaca y de las ciudades centromeridionales de Potosí y Sucre, que se hicieron famosas por sus yacimientos de plata durante la dominación colonial española, y se destacan por sus valores arquitectónicos.
El Titicaca es la superficie navegable de agua más alta del mundo y la más extensa del continente. (FIN/IPS/tra- eng/raj/da/ego/mp/dv/01
