SANTA CRUZ, Bolivia – Fue como “si se hubiera caído el cielo o reventara una represa”, describió Juan Pérez Álvarez a la devastación provocada por el desbordamiento del río Piraí en comunidades del municipio El Torno, en el departamento de Santa Cruz, que según el saldo provisional provocó al menos 20 muertos y decenas de desaparecidos.
El impacto de la tormenta obligó al presidente Rodrigo Paz a organizar el domingo 14 un gabinete de crisis en la zona del desastre y dirigir personalmente desesperadas operaciones militares de rescate.
Lluvias con una intensidad de hasta 200 milímetros por hora, según el observatorio regional, cayeron sin pronóstico previo en la serranía del departamento de Santa Cruz, localizado en el este de Bolivia, y habitada por 3,1 millones de personas sobre una superficie de clima tropical aproximada de 370 000 kilómetros cuadrados.
Pérez es dirigente de la comunidad Espejo, en el municipio El Torno, a 32 kilómetros al suroeste de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, y relató a IPS el drama de la zona afectada por un turbión, un gran aguacero con viento, con una intensidad atribuidas al fenómeno de El Niño, en la noche del viernes 12 y la madrugada del sábado 13 de diciembre.
El presidente Paz, visiblemente fatigado por las tareas de reorganización del sistema de asistencia civil a situaciones de desastre, apareció la noche del domingo 14 en sus redes sociales tras dos días de intensas tareas de rescate de damnificados y la búsqueda de 20 personas desaparecidas, según el dato del Ministerio de la Presidencia.
“Tengo 55 años y nunca hubo esto. Hace 100 años que no llovía de esa manera y serán cinco meses de lluvias”: Juan Pérez Álvarez.
“Trabajo en la declaración de emergencia nacional”, dijo el mandatario en un primer mensaje buscando la solidaridad internacional con la emergencia y en medio de una economía que, según diagnóstico de su gobierno, instalado el 8 de noviembre, se halla en profunda crisis y sin apenas fondos.

Una región en desastre
Sin recursos y sin medios ante la emergencia, la Gobernación del Departamento de Santa Cruz se declaró en desastre a través de un decreto regional después que los municipios de El Torno, Porongo, Warnes y Montero, comprendidos en la cuenca del río Piraí, fueran afectadas por el turbión.
“Debido a las variaciones climáticas registradas, que han y están ocasionando tormentas eléctricas, lluvias intensas, crecidas de ríos, desborde de ríos, desvío de cauces, ante un inminente riesgo de inundación en las cuencas principales, que ponen en riesgo la vida de las personas”, justifica la resolución regional.
En la cabecera del Piraí, en el municipio de El Torno, el cauce del río era de 13 metros en la parte ancha, pero tras las lluvias se ensanchó hasta 300 metros, relató el dirigente de la zona para describir el daño ocasionado a viviendas, cultivos y la infraestructura vial.

La tragedia llegó de madrugada
Las alarmas sonaron al amanecer del sábado 13. Los teléfonos comenzaron a timbrar sin cesar, relató a IPS el comunicador y director de la página informativa El Torno Noticias Express, Álvaro Ramírez.
Sorprendidas en sus hogares en la madrugada, muchas personas treparon a los árboles y de allí se han descolgado al llegar el día para ser rescatados, recordó el dirigente Pérez.
Con la luz del día, Ramírez recorrió cinco kilómetros e intentó ingresar en la zona arrasada por la fuerza de las aguas. Pero su deseo se vio frustrado porque dos puentes vehiculares de estructura adecuada a camiones de alto tonelaje fueron arrancados. Solo quedaron los pilotes sobresaliendo entre el lodo.
Agua mezclada con barro, terreno inestable, troncos y escombros bloquean el tránsito de personas, explicó. “No hay agua potable, la gente no puede preparar sus alimentos y para cruzar hay que sumergirse en barro hasta el pecho”, dijo el periodista que ha visto el dramático rescate de personas atadas a cuerdas, con la ropa mojada o cubiertas de lodo.

Nada así en medio siglo
“Tengo 55 años y nunca hubo esto”, comentó Pérez, poco después de recorrer zonas inundadas y recoger las inquietudes de la gente.
“Hace 100 años que no llovía de esa manera y serán cinco meses de lluvias”, anunció el presidente Paz en un segundo mensaje dirigido a la cooperación internacional con la expectativa de hallar solidaridad externa.
Helicópteros de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB) apoyados por equipo de vuelo privados, realizaron operaciones de rescate y traslado de 136 personas, según el parte oficial.
Paz informó que se confirmaron cuatro fallecimientos, pero la lista de personas que perdieron la vida en el turbión de la madrugada del sábado ya alcanza a veinte según el informe de la mañana de este lunes 15 del viceministro de la Defensa Civil, Alfredo Troche.
De un total de siete distritos de El Torno, el sexto y el séptimo fueron los más golpeados por su proximidad con el río.
Las pérdidas en viviendas destruidas por completo, caminos, puentes y cultivos afectados aún están en proceso de evaluación por los equipos de la gobernación, asistidos por otras instituciones como las Fuerzas Armadas y voluntarios.
Pero como anticipo al escenario que hallarán los grupos de evaluación, Ramírez informó que los árboles de cítricos, unos 15 estanques de cría de peces, cultivos de yuca (mandioca), maíz, arroz, así como granjas de pollos, ganado vacuno y porcino se hallan sepultados por el lodo.

Clamoroso pedido de ayuda
Las aguas que corrían en días previos al turbión, apenas alcanzaban medio metro de altura, pero hoy superan los 12 metros, comentó con tristeza Pérez.
Presagia una temporada de aguda escasez de alimentos y pidió que la ayuda con comida, asistencia médica e instalación de servicios de comunicaciones y electricidad sean una prioridad para atender la emergencia.
La zona urbana de El Torno está habitada por 35 000 personas, mientras el total de habitantes registrados por el censo del año 2024, alcanza a unas 78 000 personas.
En la madrugada del 18 de marzo de 1983, el río Piraí se desbordó e inundó a la ciudad de Santa Cruz y unas 3000 familias fueron afectadas. Hoy, un cordón ecológico formado por árboles y obras civiles defensivas protege a la ciudad boliviana más poblada, con 1,6 millones de personas.
ED: EG


