SATKHIRA, Bangladés – Una rama seca de karam se destaca a la orilla de un estanque en un campo de la aldea de Datinakhali, junto a los Sundarbans, la región de manglares más extensa del mundo, en el delta del río Ganges, que comparten Bangladés e India. A pesar de los muchos esfuerzos, esta rama y otras no se pudieron salvar.
Durante dos años, la comunidad munda de los Sundarbans de Bangladés luchó para salvar el karam (Mitragyna parvifolia), un árbol sagrado para los pobladores de ese pueblo indígena de los manglares, y así poder recuperar su tradicional festival, que en su día fue el más importante de su comunidad.
Muchos árboles de los manglares del delta no sobreviven debido a los efectos de la salinidad; esta lista incluye al karam, un elemento principal de la celebración de los mundas, que viven desde siempre en las orillas de los manglares bangladesíes.
El karam tiene un componente muy espiritual para todos los residentes de los Sunderbans, tanto en Bangladés como en India.
Bhakta Sardar, sacerdote de los mundas, afirma que el festival de la comunidad indígena estaría incompleto sin las ramas del karam.
“Creemos que nuestra prosperidad y bienestar residen en las ramas del karam. Rezamos a Dios para que nuestra prosperidad se alcance en torno a este festival. Pero los frecuentes ciclones y la salinidad han destruido los árboles de karam”, se lamenta.
“Ahora celebramos este festival solo en su nombre para la prosperidad de la comunidad. No podemos dejar el festival para la próxima generación”, añadió Sardar, en referencia a un festival más pequeño donde la comunidad utiliza ramas de higuera como alternativa.
Cuando muy lejos de los Sunderbans se debatía cómo integrar las pérdidas y los daños y pérdidas del cambio climático, en la 30 Conferencia de las Partes (COP30) sobre el clima en la ciudad brasileña de Belém, celebrada entre el 10 y el 22 de noviembre, los mundas buscaban como revivir el Festival Karam, aunque sin lograrlo.
Para ellos ese festival es un símbolo de su prosperidad.
Un estudio reciente destacó que estas pérdidas y daños no económicos incluían la pérdida de prácticas religiosas y culturales, como el festival.
El estudio señala que los riesgos climáticos están aumentando en la costa de Bangladés. Si esta situación continúa en el futuro, pequeñas comunidades como la de los munda se verán en una crisis aún mayor. El estudio instó a una reforma política y financiera para ayudar a estas comunidades a adaptarse a los impactos del cambio climático.
En busca del karam
El nombre científico del karam es Mitragyna parvifolia. En la región asiática, este árbol también se conoce como kelikadam. Florece principalmente antes del monzón. Tras la desaparición del karam, los mundas de Bangladés celebran ahora un festival similar a menor escala, con ramas de higuera, el Ficus religiosa.
Antiguamente, había muchos árboles de karam en las aldeas del suroeste de Bangladés. Datinakhali, a orillas de los Sundarbans, en el upazila (subdistrito) de Shyamnagar, en el distrito de Satkhira, es una de esas aldeas.
Aquí se celebraba siempre el Festival Karam como un gran acontecimiento, al que asistieron miembros de la comunidad Munda de diferentes zonas.
Además de su arraigada tradición religiosa, la comunidad de esta aldea a orillas del río Chuna enfrenta dificultades económicas.
La comunidad Munda vive en varias aldeas adyacentes a los Sundarbans, en el upazila (subdistrito) de Koyra, en el distrito de Khulna, en el suroeste de Bangladés.
Shukkuri Rani Munda solía asistir al Festival Karam, organizado en el patio de la casa de Fulsingh Munda, en la aldea de Uttar Haztakhali.
“Para todos ahora, el festival parece un mito. Una tormenta lo ha arrasado por completo. La próxima generación olvidará el nombre del festival Karam”, dice.
Munda Young Balai Krishna Sardar, de 38 años, presidente de la Sundarban Adivasi Unnayan Sangstha de esa aldea, no recuerda haber asistido al festival. El padre de Rangalal Munda, Fulsingh Munda, de 60 años, presenció una celebración a pequeña escala hace cinco años.
Tras la muerte de Fulsingh hace un año, nadie en la aldea sabe cómo revivir el Festival Karam.

Un símbolo de fe
La comunidad munda cree que las ramas de este árbol representan prosperidad y bienestar. Creen que el Festival Karam garantiza su buena salud y el bienestar de las generaciones futuras.
Varias comunidades tribales de Jharkhand, Bengala Occidental, y Bihar, India, celebran este festival con las mismas creencias comunes. Comunidades indígenas como las los mundas, mahatos, kurmis, matatos, santales, oraos, baraiks, singhs, pahans, mahalis, bhumijs y otras, celebran el Festival Karam.
«El Festival Karam es nuestra fe. Quizás nuestra situación económica se esté deteriorando gradualmente porque no podemos seguir nuestras instrucciones religiosas», dijo Anandini Rani Munda, de la aldea de Datinakhali, expresando la creencia de que el bienestar religioso y económico están intrínsecamente interrelacionados.
Nilkant Pahan, sacerdote de la aldea de Burigoalini, en el upazila (subdistrito) de Shyamnagar, llevaba ocho años celebrando la puja (ceremonia religiosa) de la comunidad munda. Ha organizado el festival Karam en varias ocasiones, siguiendo la tradición ancestral. Sin embargo, eran eventos pequeños.
“Celebrar el Festival Karam es nuestra tradición religiosa. Nuestros antepasados la observaban. Intentamos mantener su continuidad. Nos enfrentamos a una crisis socioeconómica y cultural mucho mayor que antes. Desconocemos la causa de esta crisis porque no podemos observar las tradiciones religiosas”, afirmó Pahan.
Impacto de la salinidad
Durante el ciclón Aila en 2009, toda la zona quedó sumergida bajo la ola de agua salada que rompió la presa. El terreno permaneció sumergido en agua salada durante mucho tiempo, y los árboles karam ya no pudieron sobrevivir. Muchos ancianos de los mundas creen que no solo Aila, sino también otros ciclones, especialmente otro que los azotó en 1988, contribuyeron a reducir la cantidad de árboles karam.
El director general Mostafizur Rahman, director científico del Instituto de Recursos del Suelo de Khulna, dijo que «tanto la intensidad como el alcance de la salinidad en el suelo y el agua están aumentando debido al cambio climático y 81 % del terreno en Shyamnagar se ve afectado por diversos grados de salinidad”.
El profesor Saleh Ahmed Khan, del Departamento de Botánica de la Universidad de Jahangirnagar, acoró que «el árbol que la comunidad munda llama “karam” es “kelikadam”. No lo encontramos entre las 528 especies que investigamos. Es posible que no haya sobrevivido debido a la propagación de la salinidad”.
Lucha por el regreso del Festival Karam
La organización Sundarbans Adivasi Munda Sangstha (SAMS) y miembros destacados de la comunidad munda trabajan para recuperar el árbol Karam. Intentan recuperar el festival Karam trayendo ramas de este árbol de otros distritos.
Hace dos años, se plantó una rama de Karam en las oficinas de la SAMS, en la carretera Shyamnagar-Munshiganj, y otra en la aldea Datinakhali, dominada por los munda. Sin embargo, no fue posible salvar el árbol. Lo intentarán de nuevo el próximo año.
“Celebramos el festival Karam para nuestra prosperidad. Intentamos salvar los árboles Karam para el festival. Pero debido a la salinidad del suelo, no podemos salvarlos. Como alternativa, utilizamos las ramas de la higuera «, dijo Geeta Rani Munda, de la aldea de Datinakhali.
Krishnapada Sardar, director ejecutivo de SAMS, afirmó que no basta con que este festival solo sobreviva en las historias de los ancianos.
“Fue un evento importante en la cultura rural de esta comunidad, que se enorgullece de su identidad. El cambio climático ha alterado los hábitos alimentarios de la comunidad Munda y ha reducido las oportunidades de subsistencia. Las familias de la comunidad se enfrentan a una crisis económica extrema», dijo.
Y aseguró: «Nuestros festivales perdidos pueden recuperarse restaurando el árbol karam. Queremos recuperar nuestras tradiciones perdidas. Queremos volver a nuestras raíces”.
T: MLM / ED: EG


