NACIONES UNIDAS, 7 de mayo (IPS) – Los planes de reestructuración de la ONU, actualmente en debate en las más altas instancias de la Secretaría General, han provocado una protesta del Sindicato del Personal de las Naciones Unidas (Unsu, en inglés) en Nueva York, que afirma que se le está dejando al margen de las actuales negociaciones.
Se espera que la reestructuración propuesta -que incluye recortes de personal, la eliminación de departamentos considerados redundantes y la fusión de varias agencias de la ONU bajo un mismo techo- forme parte integrante de la ambiciosa Iniciativa ONU80 del secretario general, António Guterres, al llegar a los 80 años el organismo.
En un memorando dirigido a los funcionarios con motivo del Día Internacional de los Trabajadores, el 1 de mayo, la presidenta del Unsu, Narda Cupidore, afirma: «Nos solidarizamos con todos nuestros colegas a nivel mundial; y os vemos y apoyamos en Ginebra en vuestra concentración en la Plaza de las Naciones de Ginebra para denunciar las medidas de austeridad que afectan a todo el sistema de las Naciones Unidas».
«Por lo que estamos viendo en los medios de comunicación, la Iniciativa ONU80 tendrá repercusiones de gran alcance, sobre todo en términos de funciones laborales, reubicaciones y posible supresión de puestos», añade.
Los representantes del personal y, por extensión, el personal en general, señaló la lideresa sindical, no han sido consultados ni han participado en la dirección de este proceso.
«Esta exclusión no solo es descorazonadora, sino que además es contraria a los principios de toma de decisiones participativa y a los compromisos contraídos en el marco del Comité de Gestión del Personal», agrega en el memorando.
Cupidore insiste en que el personal ha demostrado sistemáticamente resistencia, compromiso y adaptabilidad ante los repetidos cambios estructurales, sin dejar de defender los valores y mandatos de la organización.
«Es lamentable que, una vez más, los más afectados por estas medidas sean los últimos en ser informados y los menos implicados en contribuir al proceso», lamenta.
Al pedírsele una respuesta a este memorando, el portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, dijo a IPS: «Entendemos perfectamente que la situación actual es motivo de preocupación, y ansiedad, para muchos de nuestros funcionarios».
«Es importante señalar que estamos en la fase inicial de formulación de posiciones y propuestas. Se han celebrado consultas, y se seguirán celebrando, ya que se valoran las opiniones del personal y se tendrán muy en cuenta», añadió.
En la reunión mundial celebrada en marzo, el secretario general hizo hincapié en que la Iniciativa ONU80 es un esfuerzo enabezado por la dirección del foro mundial.
Pero, por supuesto, se comprometió a consultar con los representantes del personal a través del Comité de Gestión del Personal (CGS) las decisiones que afecten al personal.
En abril, durante la reunión anual del CGS, la dirección informó a los representantes del personal sobre la Iniciativa ONU80.
También en abril se creó una página dedicada a la Iniciativa ONU80 en iSeek, invitando al personal en general a presentar ideas a través de un buzón de sugerencias. La respuesta fue impresionante, ya que se recibieron más de 1400 sugerencias. «La dirección revisará todas las sugerencias», dijo Dujarric.
En junio se celebrará una reunión extraordinaria del CGS para ampliar la consulta con los representantes del personal sobre la Iniciativa ONU80, aseguró.
Ian Richards, economista de ONU Comercio y Desarrollo (Unctad), con sede en Ginebra, y expresidente del Comité Coordinador de Sindicatos y Asociaciones de Funcionarios Públicos Internacionales (Ccsiua), dijo a IPS que hay dos cosas a tener en cuenta.
«Una es que no ha habido consulta sobre la dirección de estas reformas. La única oferta hasta ahora ha sido proponer que haya consulta una vez que todo esté decidido, lo cual no es consulta. El buzón de sugerencias también es una forma de justificar ciertos cambios a posteriori señalando que algún miembro del personal también puede haber hecho esa sugerencia», afirmó.
En segundo lugar, detalló, las propuestas que circulan y se filtran parecen un tanto aleatorias y hechas «desde una posición de pánico más que desde una reflexión coherente» sobre cómo la ONU puede aprovechar mejor sus puntos fuertes y repercutir mejor en la gente cada día.
A juicio de Richards, algunas secciones del documento parecen haber sido redactadas por la inteligencia artificial, y la idea principal es fusionar el Fondo Monetario Internacional (FMI) con la ONU. «¿Cómo puede ser esto serio?», se preguntó.
Puede leer aquí la versión en inglés de este artículo.
Al analizar la crisis más a fondo, el Unsu dijo que lo que es aún peor, es enterarse de todas estas noticias, desarrollos, memorandos que mencionan reubicaciones detalladas de puestos de trabajo, directamente por los medios y o diferentes plataformas de medios sociales.
«Hacemos un llamamiento a nuestro secretario general y a la alta dirección para que reafirmen su compromiso con la transparencia, la colaboración y el respeto a las voces del personal», planteó el Unsu.
Capidore consideró que «a medida que avancemos, seguiremos abogando por nuestra inclusión en todas las decisiones que afecten a nuestras funciones, medios de vida y futuro. Ahora más que nunca, es esencial que permanezcamos unidos, informados y comprometidos».
La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (Ocha), la agencia humanitaria de la ONU, ha sido de las primeras dependencias que ha informado sobre los impactos adelantados de la restructuración prevista.
Se enfrenta a importantes recortes presupuestarios debido a un déficit de financiación, derivado principalmente de la reducción de los aportes de Estados Unidos.
Según la Ocha, esto ha dado lugar a planes para reducir el personal en 20 % y reducir la presencia en varios países.
Además de la Ocha, los recortes presupuestarios también han afectado ya al Programa Mundial de Alimentos (PMA), El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), que están cerrando oficinas, reduciendo personal o poniendo fin a programas debido a la drástica disminución de la financiación estadounidense.
Según un informe publicado al concluir abril, es probable que las tres agencias agrícolas y alimentarias con sede en Roma, el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (Fida), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el PMA, se fusionen en una sola agencia.
En el sector sanitario, una posible medida sería disolver el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (Onusida) y que sus tareas las absorba la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La misma reestructuración podría hacerse realidad con la fusión de tres agencias que se ocupan de los refugiados y la migración: Acnur, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y el Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Medio Oriente (Unrwa).
El portavoz adjunto de la ONU, Farhan Haq, dijo a los periodistas el 6 de mayo, sobre el impacto de los recortes anunciados o previstos de Washington: «No vamos a especular sobre el nuevo presupuesto de Estados Unidos y lo que va a ser, porque, como ustedes saben, la forma de ese presupuesto cambia en el transcurso del año como un proceso de diálogo entre, en particular, las ramas ejecutiva y legislativa del sistema de Estados Unidos»
«Continuaremos viendo como eso sucede. Pero desde nuestro punto de vista, estamos tomando medidas para identificar cómo hacer que la ONU sea más eficiente y más eficaz mientras trabajamos con el tipo de restricciones en términos de presupuesto y en términos de liquidez a las que nos hemos estado enfrentando», añadió.
Así pues, «seguimos trabajando en este tipo de medidas», afirmó Haq.
Recordó que la Junta de Jefes Ejecutivos se reunirá con Guterres en Copenhague para debatir la Iniciativa ONU80.
«Estamos tomando medidas en este sentido para ver cómo podemos ser más eficientes dentro de las disposiciones actuales, cómo podemos hacer frente a los mandatos que recibimos de los Estados miembros -ejecutar los que se pueden hacer eliminando al mismo tiempo una cierta duplicación en el trabajo que hacemos- y, por supuesto, cómo llevaremos a cabo los cambios estructurales y el reajuste de los programas que sean necesarios», aseguró Haq.
Insistió en que «estos cambios tendrán por objeto aumentar nuestra eficacia, pero también nos ayudarán a hacer frente a la perspectiva de recibir menos dinero, algo a lo que, para ser sinceros, nos hemos ido acostumbrando cada vez más en los últimos años, independientemente de lo que esté ocurriendo en Estados Unidos en estos momentos».
En la presentación de ONU80, en abril, Guterres dijo que las Naciones Unidas destacan como el punto de encuentro esencial y único para avanzar en la paz, el desarrollo sostenible y los derechos humanos.
Pero los recursos se están reduciendo en todos los ámbitos, y desde hace mucho tiempo. Por ejemplo, durante al menos los últimos siete años, las Naciones Unidas se han enfrentado a una crisis de liquidez porque no todos los Estados miembros pagan en su totalidad, y muchos tampoco lo hacen a tiempo.
«Desde el primer día de mi mandato, nos embarcamos en un ambicioso programa de reformas para reforzar nuestra forma de trabajar y de prestar servicios. Para ser más eficaces y rentables. Para simplificar los procedimientos y descentralizar las decisiones. Aumentar la transparencia y la rendición de cuentas. Para desplazar las capacidades hacia ámbitos como los datos y lo digital», dijo el secretario general.
Y este año del 80 aniversario de las Naciones Unidas, añadió, «es un momento privilegiado para ampliar todos nuestros esfuerzos, reconociendo la necesidad de una urgencia y ambición aún mayores».
«Por eso he informado a los Estados miembros de la ONU de que estoy lanzando oficialmente lo que llamamos la Iniciativa ONU80. He nombrado un Grupo de Trabajo interno específico dirigido por el secretario general adjunto, Guy Ryder, e integrado por altos cargos que representan a todo el sistema de las Naciones Unidas», detalló.
El objetivo será presentar a los Estados miembros propuestas en tres ámbitos:
«Primero, identificar rápidamente eficiencias y mejoras en la forma de trabajar. Segundo, revisar a fondo la ejecución de todos los mandatos que nos han encomendado los Estados miembros, que han aumentado considerablemente en los últimos años. En tercer lugar, una revisión estratégica de cambios más profundos y estructurales y un reajuste de los programas en el sistema de las Naciones Unidas», esbozó Guterres.
T: MF / ED: EG